El espacio de APAMP se ha convertido en un punto de encuentro donde menores con discapacidad comparten risas, juegos y aprendizajes con aquellos que no la tienen
16 may 2024 . Actualizado a las 13:19 h.En pleno barrio del Calvario, en la calle Sagunto, se encuentra un refugio especial para niños y niñas de cuatro a diez años: la ludoteca de la Asociación de Familias de Personas con Parálisis Cerebral (Apamp). Más que un simple centro de entretenimiento infantil, este espacio se ha convertido en un punto de encuentro donde niños con discapacidad comparten risas, juegos y aprendizajes con aquellos que no la tienen.
Desde su apertura en el año 2002, la Ludoteca ha sido un faro de inclusión y diversidad en la comunidad. Abre sus puertas de lunes a viernes durante el curso escolar, de 16.00 a 20.00 horas, y durante las vacaciones escolares, de 9.00 a 14.00 horas. Los días laborables han ampliado su horario abriendo una hora antes gracias a una subvención, que permite que más niños se beneficien de sus servicios y una mayor conciliación.
En el año 2023, la ludoteca atendió a un total de 106 familias, sumando así un total de 1.963 desde su inauguración. Este servicio del centro de atención infantil de la asociación, es gratuito y está cofinanciado por el Concello de Vigo, que acaba de renovar el convenio de colaboración. La concejalía de Turismo e Xuventude acaba de aprobar una subvención para esta entidad de 28.000 euros para el desarrollo de sus actividades a lo largo de este año.
Lo que hace que la ludoteca sea realmente especial es su enfoque en la integración y el encuentro entre niños con discapacidad y aquellos que no la tienen. Aquí, la diversidad es celebrada y fomentada, y los pequeños tienen la oportunidad de aprender unos de otros en un ambiente de respeto y aceptación mutua.
«En la ludoteca, todos los niños son bienvenidos, independientemente de sus capacidades», comenta Sandra Martínez, monitora del centro. «Es un lugar donde la diversidad se vive y se celebra cada día. Los niños con discapacidad encuentran aquí un espacio seguro donde pueden ser ellos mismos y disfrutar plenamente del juego y la compañía de otros niños», añade.
A pesar de que la ludoteca da preferencia a los niños con parálisis cerebral, también recibe a niños y niñas de todas las características, creando así un ambiente inclusivo y enriquecedor para todos. «Es una oportunidad única para que los niños con discapacidad se relacione. A través del juego y la interacción, aprenden a valorar las diferencias y a respetar a los demás», afirma.
Uno de los desafíos a los que se enfrenta la ludoteca es la alta demanda de sus servicios. A pesar de sus esfuerzos por atender a todas las familias que lo necesitan, tienen una lista de espera y no pueden dar respuesta a todas las solicitudes. Por esta razón, han establecido prioridades, dando preferencia a los niños con discapacidad y a las familias en situación de vulnerabilidad económica o social.
Además de ser un espacio de juego libre, la ludoteca también organiza actividades más dirigidas, teniendo en cuenta la temporada del año. En un mundo donde la inclusión es más importante que nunca, la ludoteca de Apamp destaca como un ejemplo de cómo los espacios pueden ser diseñados para acoger a todos, sin importar sus diferencias. Es un lugar donde la diversidad es celebrada, donde las barreras se derriban y donde los niños pueden aprender, crecer y jugar.