EN EL CORAZÓN DE MANHATTAN Nueva York apuesta ahora por la zona oeste de la isla. Entre sus proyectos más importantes está el espectacular parque flotante del antiguo muelle 54 sobre el río Hudson y la miniciudad conocida como Hudson Yards, la mayor apuesta inmobiliaria en la historia de EE. UU. La inversión supera los 12.130 millones de dólares.
10 ene 2020 . Actualizado a las 12:53 h.Dependiendo de a quién pregunten, les hablarán de mala fortuna, o simplemente de coincidencias que hacen a las historias dignas de ser contadas. Y esta es una de ellas. La fuerza del pasado susurra en cada uno de los rincones que rodean al muelle abandonado. Es el muelle 54 de la isla de Manhattan, en Nueva York. Aquel en cuyo arco de entrada todavía se puede leer el nombre de dos de las compañías navieras más importantes de la historia: «Cunard» y «White Star». Ambas unidas por la tragedia a comienzos del siglo XX y propietarias del Titanic y Lusitania.
«El Titanic se hunde cuatro horas después de golpear con un iceberg», tituló The New York Times su portada, el 16 de abril de 1912. Un día después, el barco más grande del mundo, el «insumergible», tenía que haber llegado a Nueva York pero en su lugar, el muelle 54 dio cobijo al navío RMS Carpathia con 705 de sus supervivientes a bordo.
Tres años más tarde, aquel rincón del río Hudson volvió a ser protagonista de la tragedia. Fue el 1 de mayo de 1915 cuando desde el mismo muelle zarpó el trasatlántico Lusitania. Seis días más tarde, el lujoso navío se hundió tras ser atacado por un submarino alemán. Murieron casi 2.000 personas y la ofensiva desencadenó la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial.
Hoy, este muelle abandonado solo guarda el recuerdo de lo ocurrido en su arco de acero, pero pronto su suerte cambiará gracias a un innovador proyecto que traerá su reconstrucción en forma de parque público flotante.
«Será una isla más en el oeste de Manhattan y se llamará Pier 55», comienzan a explicar los guías a los turistas. Así, Pier 55 se presenta como una «isla del tesoro», proyectándose bajo un diseño ondulado sobre el río Hudson y extendiéndose casi 60 metros desde el río y hasta la calle 14.
El parque está pensado para que sea un lugar de entretenimiento y disfrute de las personas en sus paseos y descansos entre jardines y que además ofrecerá unas impresionantes vistas de Manhattan y de toda la costa de Nueva Jersey. También habrá lugar para el arte porque el diseño está conformado para que Pier 55 acoja uno de los lugares más importantes para celebrar eventos de música, teatro, o danza, en un anfiteatro con capacidad para 700 personas y con espectáculos gratis, o de bajo coste: «Es fantástico que la ciudad siga apostando por los espacios públicos», dice Matthew, un jubilado neoyorquino que cada mañana disfruta de largos paseos a la orilla de la Gran Manzana. El sueño se hará realidad en el 2018 y gracias a los más de 130 millones de dólares que ha donado la fundación del magnate de los medios de comunicación Barry Diller y su esposa, la diseñadora Diane von Furstenberg. El ayuntamiento de la ciudad también ha hecho un importante desembolso, en la línea de su reto por revitalizar toda la zona oeste del Midtown, que promete ser el nuevo corazón de Manhattan.
HUDSON YARDS
De hecho, así se presenta otro de los proyectos estrella de la ciudad. Se llama Hudson Yards y es la mayor apuesta inmobiliaria en la historia de EE.UU., además de ser el mayor desarrollo de la ciudad desde el Rockefeller Center. Con una inversión privada de más de 12.000 millones de dólares, Hudson Yards se perfila como un nuevo barrio que cambiará para siempre el skyline de la ciudad de los rascacielos: «El bebé del ex alcalde Michael Bloomberg que tuvo que adoptar Bill de Blasio», dicen los vecinos de la zona.
Su silueta ya comienza a cambiar al terminar de elevarse una de las torres que conforman la zona cercana al emblemático Times Square, entre las calles 34 y 30 con las avenidas 9, 10, 11 y 12. Es la Torre Sur, donde la firma de las lujosas carteras Coach, ya ha ha adquirido más de 225.000 metros cuadrados del edificio. También comparte instalaciones con la empresa de cosméticos L’Oreal y la tecnológica SAP. Televisiones como la CNN, o productoras como HBO o Warner Bros, ya han elegido oficina en algunos de los diez rascacielos que conforman esta mini-ciudad y que llegarán a elevarse hasta los 407 metros, rozando la altura del Empire State Building. Se levantarán 20.000 apartamentos, escuelas, guarderías, comercios, hoteles, parques y además, contarán con el observatorio exterior más alto de la ciudad.
Por si esto fuera poco, Hudson Yards albergará además el nuevo hogar de la Semana de la Moda de Nueva York, llamado Culture Shed, cuyo edificio limitará con el exitoso High Line, un parque elevado construido sobre las antiguas vías de tren y que actualmente está haciendo las delicias de turistas y ciudadanos.
Así es como se conforma el futuro de Manhattan, la que nunca duerme. Un destino que sigue mirando hacia arriba para nunca dejar de presentarse como la ciudad de los sueños.