Palomo Spain: «Llevo estupendamente lo de ser el diseñador del momento»

YES

cedida

Aprendió a coser gracias a que copiaba para sus barbies piezas de Saint Laurent, Christian Dior o Christian Lacroix. Solo diseña para hombres, de hecho toda la inspiración le llega de su pareja, y aun así en su lista de clientas figuran Beyoncé, Miley Cyrus, Rita Ora o Harry Styles. Él tiene claro que está pasando lo que tenía que pasar.

07 abr 2018 . Actualizado a las 09:20 h.

Ha conquistado a las celebrities, al público y a la crítica, que ha dicho de él que es «el José Tomás de la costura española», «el niño prodigio cordobés» o «la marca española del 2018». A Alejandro Rodríguez Palomo (Posadas, Córdoba, 1992) lo comparan con Almodóvar, que se ha convertido en uno de sus seguidores y para el que no descarta trabajar. Beyoncé, Rita Ora y Miley Cirus están en su lista de clientas. Y a pesar de que todo apunta a que es el diseñador del momento, algo que lleva con tranquilidad, Palomo Spain continúa trabajando tranquilamente en su taller de Posadas y ejerciendo de jurado en Maestros de la Costura

-Ahora que ves los toros desde la barrera, ¿cuál es la cualidad que más valoras en los otros?

-Creo que lo importante de base es tener ganas de aprender y de trabajar. Obviamente, la costura es un trabajo que requiere mucha técnica y muchas horas de dedicación.

-¿Qué tanto por ciento dirías que es creatividad y oficio?

-Si eres un diseñador o un estilista aunque haya mucha creatividad, imagínate un 80 %, sí que tienes que tener ese 20% de saber cómo se hace la ropa para que toda esa creatividad tenga sentido. Pienso que tiene que ir equiparado, aunque creo que para ser diseñador no tienes que conocer la técnica al 100 %. Sin embargo, para ser un buen modisto o costurero es primordial, y la creatividad hay que dejarla para hacer que las costuras se vean menos, por ejemplo.

-Muchos jóvenes hoy en día se lanzan al Diseño de Moda sin saber que detrás hay mucho conocimiento: entallar, conocer los tejidos...

-Sí, creo que hoy en día todo aquel joven que crea que la moda es su vida y su trabajo, solo piensa en ser diseñador olvidándose de los trabajos tan dignos que hay detrás. Necesitaríamos muchos más jóvenes que quisieran ser los mejores patronistas, cortadores, diseñadores de textiles... Quieren ser diseñadores y no se dan cuenta de todos los oficios que hay detrás que son igual o más necesarios.

-¿Qué es lo más difícil de hacer en costura?

-Muchas cosas, hay tejidos que son muy difíciles, técnicas muy difíciles. Obviamente para saber patronar y cortar hay que valerse de gran experiencia y gran conocimiento de la técnica, y la del corte sí que es difícil. Plantear unas prendas en plano encima de un papel para que luego se ajusten perfectamente al cuerpo y cobren vida con esos volúmenes, sobre todo la parte de cortar y el patronaje, me parece de lo más complicado. En costura trabajar tejidos como el terciopelo de seda o un sifón de seda natural que se te escurre en las manos, que parecen que tienen vida, como si fueran mercurio líquido, es complicado.

-Para los concursantes, tú estás siendo un maestro. ¿Quién ha sido el tuyo?

-Muchos grandes maestros de la moda son los que me han marcado. Me fijo mucho en Saint Laurent, Balenciaga, Galliano, Christian Dior, Christian Lacroix... En ellos me he obstinado durante toda mi vida. En observar su trabajo, en leer sobre su trabajo y en hacer todo lo posible, para luego conociendo toda esa técnica y ese saber hacer de los maestros contemporáneos, poder proyectarlo hacia tu mundo.

-¿Cómo llevas lo de ser el diseñador del momento?

-Estupendamente. Cómo lo voy a llevar, bien, bien, trabajando muy duro en lo siguiente. Aquí tranquilo en mi pueblo sin darle demasiada importancia.

-¿Sigues en el taller de siempre? ¿Eso no va a cambiar?

-Espero que no, la verdad, porque aquí puedo disfrutar de mi trabajo muchísimo, en un espacio precioso, con un equipo que se ha creado aquí, y con una tranquilidad que no podríamos tener en Madrid o en Barcelona. El éxito o si soy el diseñador del momento lo llevo con tranquilidad y trabajando como siempre.

-Hemos pasado de no saber nada de ti a ver tu nombre en los templos de la moda.

-Ha sido un gustazo de experimentar. Obviamente cuando empiezas con una marca, tienes la ambición de llegar a todos esos sitios. Y sigo teniendo la ambición de llegar a muchos más. Para mí es el transcurso natural que debería haber tomado esto, si no hubiera funcionado así, me estaría dando cuenta de que no estamos yendo a ningún lado. Si no tienes relevancia internacional y no estás en los sitios que tienes que estar, y te quedas aquí en España, con las propuestas de moda que yo presento creo que no llegaríamos a muchos sitios. Está pasando lo que tiene que pasar y como tiene que pasar.

-¿Adónde quieres llegar?

-A dedicar toda mi vida a trabajar en mi marca, que sea internacional, que mi ropa esté en los armarios de mucha gente y que sea un referente para las siguientes generaciones. Como maestro, como diseñador clave del momento, que deje una huella para el resto de las generaciones.

-Se te relaciona mucho con las «celebrities», pero tu ropa es para gente de la calle.

-Sí, sí. Lo de las celebrities es parte de todo esto, yo no las busco, se ponen nuestra ropa y yo encantado. Pero cuando se la hago a mi chico, que diseño pensando en él, me inspira mucho más, y eso que es alguien anónimo, no una celebrity.

-No tienes ni idea de quién compra tu ropa. Lo mismo es Beyoncé, Rita Ora, Miley Cyrus que un vecino de Posadas.

-Sí, por supuesto. Cuando vendemos online o en tiendas internacionales no sé quién es el cliente final, pero sí que he visto a vecinos de Posadas o de alrededores, que son de buena familia y tienen el capricho de hacerse un traje a medida, pero lo mismo hacemos un pedido para Beyoncé o para quién sea.

-¿Tu chico se ha convertido en tu musa?

-Sí, yo no sé que fue primero el huevo o la gallina, pero lo cierto es que sí. Primero vino de modelo, luego de aprendiz, y al final somos novios.

-Tus prendas tienen fama de arriesgadas, transgresoras... ¿tú cómo las definirías?

-Yo creo que no es tanto como se dice. Creo que la gente mira hacia la moda con unos ojos muy cerrados, creo que son prendas que tienen una calidad suprema, gozan de una libertad tremenda, que es el resultado de poder jugar con la moda de la forma que más nos divierte y más nos gusta. Son piezas que te van a durar toda la vida, que son parte de una fantasía que sale de la cabeza de alguien. Tienen esa carga sentimental, que las compras una vez y las vas a tener en tu armario toda la vida, y cada vez que las mires podrás recordar algún momento bueno.

-¿Son unisex pero tú las diseñas pensando en hombres?

-Sí, efectivamente. Yo sé hacer ropa de chico y así hemos empezado, luego las mujeres se adaptan a esos diseños, o bueno, también hacemos piezas personalizadas para chicas, pero nuestra forma es hacerlo para chico.

-¿De dónde viene lo de Palomo Spain?

-Estaba en Londres, era el único español de la clase, creamos la colección de final de curso, y estábamos haciendo las etiquetas que les íbamos a poner a las prendas. Yo quería ponerme Palomo, pero también la denominación de origen, como Hérmes París o Prada Milano, así que añadí lo de Spain para que quedase claro de dónde venía y dónde estaba hecho.

-¿Lo de Palomo es un homenaje a tus padres que siempre te han apoyado?

-Sí, es más por mi madre, mi padre que es el que se vuelve loco conmigo, que está de arriba abajo, llevándome las cosas de aquí p`allá, al pobre lo hemos dejado un poco de lado. Es el apellido de mi madre, por el que toda la vida se ha conocido a la familia, y a mí desde pequeño en clase me han llamado así, es algo natural.

-¿Cómo vestimos en España?

-Estamos muy acomodados a lo que viste el vecino. La gente compra más para salvarse de qué es lo que van a decir o pensar. Si me pongo estas botas que son un poco fuera de lo normal para mí, pues prefiero ponerme estas otras que se pone mi prima porque sé que está aceptado por la sociedad. Vestimos bastante como clones. Lo veo a diario en mi pueblo con mis amigas, la gente que me rodea va igual, se compran las mismas sandalias en el grupo, porque si las lleva una, te aseguras de que es apropiado.

-¿Tú te pondrías cualquier cosa?

-No, claro que no.

-¿Eliges mucho lo que te vas a poner?

-No, pienso en las prendas que tengo en el armario, y las voy combinando entre sí y ya está.

-Dirías que tu carrera ha sido de cuento. Estabas en Londres, de repente la redactora jefe de Vogue te escribe un correo y se desencadena todo esto. No le pasa a todo el mundo.

-No, la verdad es que no. Es un sueño de vivir. La verdad es que no me esperaba que justo al terminar la carrera pudiese montar algo, que tuviera tirón y que empieza a marcar tu futuro, aunque sea el sueño de todo diseñador de moda. Desde el principio vi un apoyo, ya cuando hice la colección de final de carrera, porque me acuerdo que antes de presentar a los profesores ya estaba en una revista de ropa con unas editoriales que te mueres y con modelos en condiciones. Eran las revistas que nos llevaban los profesores para que mirásemos y nos inspirásemos, y mis compañeros no entendían nada: «Si ya tenemos un adelanto, adónde vamos a llegar, si no hemos presentado todavía la colección». Desde el principio fui viendo un interés, y según hacíamos más, más interés había.

-Mucho se habla de tu relación con Almodóvar. ¿Cómo os conocisteis?

-A través de mi trabajo. Había escuchado sobre mi trabajo y mostró interés por venir a uno de mis desfiles. Al final ni siquiera fue un desfile, fue una presentación que hicimos después del desfile de Nueva York, en el Club Matador. Hicimos una especie de casa de citas, fue un momento muy increíble, había una atmósfera muy sobrecargada, muy bonita y muy representativa de esa colección. Y fue ahí cuando lo vi por primera vez. Llegó antes de tiempo, lo vi y me puse supernervioso. Le dije: «Por favor intenta quedarte a verlo todo». Efectivamente se quedó toda la noche. Recuerdo verlo de rodillas por la habitación haciendo vídeos, grabando, todo el mundo estaba alucinado, y bueno, desde ese momento mantenemos una relación.

-¿Te ves diseñando el vestuario de alguna de sus películas?

-Yo claro que me veo, él no lo sé.