La clara, ¿con limón o con gaseosa?

ADRIÁN VÁZQUEZ / N. S.

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Así la piden más. La cerveza puede mezclarse para ganar dulzor y volverse más refrescante. La clara es, sin duda, una de las bebidas con más tirón del verano. Y hay hasta quien la prefiere de naranja

22 ago 2019 . Actualizado a las 23:14 h.

La clara es una de las consumiciones más demandadas en los bares gallegos. La cerveza es innegociable, pero la elección de su acompañante es una cuestión de gustos e incluso de modas. Si el limón y la gaseosa son los preferidos, los hay que son más atrevidos.

La cosa tiene su historia. Fue en 1922 cuando un tabernero alemán mezcló por primera vez la cerveza con limonada. Su taberna estaba muy frecuentada por ciclistas que llegaban sedientos al finalizar sus kilométricas rutas. Una prueba de ciclismo que reunía a numerosos corredores coincidía con un fin de semana caluroso y veraniego. La taberna muniquesa se encontraba con más clientes de lo habitual, y el tabernero, ante el temor de que se acabaran sus reservas de cerveza, decidió experimentar. La mezcló con limonada y la solución gustó a sus clientes por su sabor y su efecto refrescante. Fue así como se creó la clara, una bebida que traspasó fronteras y que llega hasta nuestros días.

¿Con naranja?

Aunque la receta original está hecha con limón, no son pocas las personas que la prefieren con gaseosa, o incluso que optan por la naranja.

El limón dulcifica el amargor de la cerveza y es este el maridaje preferido por la mayoría de los gallegos. Desde el local coruñés La Granera no tienen duda: «La mayoría la piden con limón porque tiene más sabor y es mucho más refrescante». En la otra cara de la moneda están los que la prefieren con gaseosa. A pesar de que el limón es el acompañante histórico de la cerveza, la demanda de mezclarla con gaseosa estuvo muy de moda hace algunos años, tanto es así que en muchas ocasiones, a la hora de pedir una clara, había que especificar «con limón», ya que si no se entendía que el acompañante era la gaseosa. «Al mezclar una cerveza con gaseosa consigues una clara mucho más burbujeante», indican desde la Bodeguilla de San Lázaro. Ambos establecimientos afirman que hoy gana la clara de limón. Si nos centramos en el porcentaje calórico de las dos bebidas, también triunfa el cítrico. La clara de gaseosa tiene la mitad, según datos de la Organización de Consumidores.

Algo menos común es pedirla con naranja. Tanto desde La Granera como desde la Bodeguilla San Lázaro reconocen que es algo que no se pide habitualmente, pero tampoco se sorprenden cuando alguien quiere consumirla. En otros países la combinación va más allá y se utiliza refresco de cola o de lima para acompañar. Las posibilidades de disfrutar una cerveza son múltiples, y como todo, depende de la persona el hecho de mezclarla con otra bebida. A pesar de las innovaciones, la imagen de la botella de refresco de limón al lado del grifo de cerveza sigue arrasando en muchos bares y tabernas de Galicia.