Rosalía dijo de ella que es la jefa, y Beatriz Luengo lo demuestra encima y debajo del escenario. Autora de éxitos como «La mordidita», de Ricky Martin, y otros temas de Jennifer López y Chayanne, ahora podemos leerla en «El despertar de las musas»
23 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Tiene una virtud escasa hoy en día, dar su opinión de forma clara, respetuosa y con una dulzura que le es innata. La misma que transmite en su libro, El despertar de las musas. La primera aventura literaria de Beatriz Luengo (Madrid, 1982), una artista que no solo baila y canta sobre el escenario, sino que ha compuesto algunos de los éxitos de Ricky Martin o Jennifer López. «Alejandro Sanz fue decisivo para que yo empezase a escribir», confiesa. Y como todo esfuerzo tiene su recompensa, ahora el de Corazón partío, comparte sus textos sobre musas que inspiran.
-¿Qué diferencia hay entre componer canciones y escribir un libro?
-Para mí ha sido una evolución supernatural. Llevo diez años componiendo canciones, son tres minutos donde haces una sinopsis de una historia. Entonces, cuando me encontré con el ejercicio del libro sentí que era una puerta a la libertad en el sentido de poder explayarme.
-Has comentado que empezaste a escribir por Alejandro Sanz.
-Sí, por el disco Si tú me miras. Yo era una niña que cantaba canciones de Whitney Houston y Mariah Carey. Cuando me visualizaba como cantante siempre pensaba en esas voces y en inglés, pero a partir de ese disco de Alejandro se me abrieron las puertas. Descubrí lo bonito que era poder hablar en un idioma en el que te entiendan y escribir tus propias letras. Toda la carrera de Alejandro en mi infancia ha sido decisiva para que yo empezase a escribir.
-«El despertar de las musas» es un homenaje a doce mujeres que no fueron reconocidas, ¿tú te sientes reconocida en España?
-Bueno, creo que a mí reconocimiento no me ha faltado. He tenido ocho nominaciones a los Grammy, un Grammy americano, acabo de componer la música para Fast&Furious, mi último disco tiene más de cien millones de streams, compongo para Ricky Martin, Jennifer López, Chayanne… Compararme con esas mujeres sería un victimismo.
-¿Por qué doce musas?
-Busqué situaciones de subestimación por género repartidas en el tiempo. Desde Eva y María Magdalena hace 2000 años, hasta en los 80 Waris Dirie, primera modelo negra portada de Vogue. De todas las épocas, todos los continentes, todas las profesiones y clases sociales. Quería plasmar que la larga sombra sobre el género femenino siempre ha existido y que hace 50 años no podíamos ni abrir una cuenta de banco.
-¿Cuándo te visitaron las musas por primera vez?
-Pues no sé, pero mi primera musa es mi madre. Veo constantemente su lucha por salir adelante con su trabajo, veo también la de mi padre. Los dos son trabajadores incansables, y sin embargo, mi madre camina por el barrio y su denominación es la de «mujer de», y me duele. Empiezo el libro diciendo que es un homenaje a mi madre y a tantas mujeres que se esfuerzan todos los días y al final no dejan de ser las «mujeres de».
-Entre las mujeres a las que has inspirado con tu libro está Sara Carbonero.
-No la conozco personalmente, pero siempre me ha inspirado. Aunque tengo entendido que ha habido otras mujeres en el mundo del periodismo deportivo, mi primer referente fue ella. Me parece que fue una puerta para muchas otras.
-¿Por qué crees que sigue habiendo confusión con el término feminismo?
-Pensé que era un capítulo resuelto, pero me doy cuenta de que todavía hay personas que creen que estamos pidiendo una superioridad y no saben que se pide igualdad. Es una lucha de derechos humanos, pero creo que a veces se pone el foco en cosas que no tienen que ver tanto con eso, sino con las libertades individuales, como la depilación. Considero que cada una debe ser libre de hacer lo que quiera, pero el foco debería ser el otro, porque si no, somos tomadas como una lucha menor.
-En tus inicios como compositora firmabas con el nombre de tu pareja, y has dicho que a algunos hombres les cuesta recibir tus órdenes.
-Bueno, dije que cuando estoy en un estudio, todos los días me pasa, llego y hay una persona que va a preparar la microfonía para una batería y directamente le pregunta a mi chico. Asume que es él el que va a dirigir la sesión, pero yo no voy desde la confrontación. Las mujeres del libro han sido muy subestimadas y por ellas alzo la voz, pero yo por suerte he vivido en un entorno en el que me siento una privilegiada.
-Ahora mismo hay muchas artistas femeninas, ¿notas un cambio en la industria?
-Sí, hay más consumo de música femenina. Ahora hace falta el cambio atrás, en el mundo de la composición, porque todavía el 98 % son hombres, no hay mujeres mezclando, ni productoras, ni en masterización...
-Has comentado que el reguetón son canciones de Disney al lado del cuplé.
-Me han propuesto un personaje para una serie que es cantante de cuplé, y me puse a investigar y las letras son con un lenguaje sexual explícito. Me quedé alucinada. Quien se lleva las manos a la cabeza por las del reguetón debería escuchar el cuplé de 1930.
-El reguetón es un género tildado siempre de machista.
-Ahora sale una canción y si las mujeres sienten que es una vejación alzan su voz, eso está empezando a notarse en los estudios. Los propios compositores dicen: «No hagamos esto porque luego las tías en Twitter…». Ja, ja, ja. Me parece muy bien porque el cambio viene del público. Hay una canción de Ray Charles de los 60 que dice «ella coge mi dinero cuando lo necesita». Las letras que nos dejan en desproporción siempre han existido, pero ahora las señalamos.
-Las ilustraciones del libro siguen el mismo estilo que tu último disco, ¿qué conexión tienen?
-Nacen desde el mismo punto. Si me pongo a analizar Caprichosa, con todo lo que está pasando en España, con los mensajes de que solo sí es sí, pues es una especie de ironía. Sí, soy tan caprichosa que ahora digo que sí y luego que no, y tú tienes que respetarlo. Durante la promo no expliqué de dónde venía el tema porque me daba muchísimo miedo ser tachada de aprovecharme de una situación así. Ahora me atrevo a decir que la escribí desde mi dolor como mujer.
-Colaboras con artistas como Blas Cantó, que irá a Eurovisión, ¿le has dado algún consejo?
-Sí, es mi mejor amigo. Yo soy jurado en la elección del candidato de Francia desde hace varios años y le he transmitido lo que sé. Pero no me quiero hacer la entendida, que los que saben son los eurofáns. Creo que es genial que vaya Blas, es un artista espectacular y nos va a dejar en un lugar maravilloso.
-Como emigrante en EE.?UU., ¿cómo ves la propuesta de algunos partidos españoles contra los inmigrantes?
-En EE.?UU. he notado la persecución que hay hacia los latinos desde que hay una política migratoria tan fuerte. El otro día estaba con mi hijo de 4 años en un parque y se le acercó otro y le dijo: «Los niños que hablan en español no están permitidos aquí». Sobre España, actualmente no tengo tanta información, pero mi chico, que es cubano de raza negra, siempre dice que es el país en el que menos racismo ha sentido, pero claro, te hablo de hasta el 2011, que es cuando nos mudamos.
-Estás de gira con tu libro, ¿visitarás Galicia?
-Me encantaría, me encanta comer, y allí sois los reyes. Tú sabes que en Latinoamérica todos somos gallegos. Es muy gracioso porque a mí en Cuba me dicen: 'La gallega esposa de Yotuel'. Ja, ja, ja.