¿Cuáles son las oposiciones más fáciles? Este es el ránking

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Antonio Guillem

Hay que currárselo, pero hay opciones que si preparas en serio podrían resolverte la vida en tan solo unos meses. Las academias desvelan cuáles son las pruebas más asequibles. Estudiar ya es cosa tuya

07 dic 2019 . Actualizado a las 16:35 h.

Son muchos, cada vez más, los que se deciden por apostar todo a una plaza. En muchos casos, son años dedicados al estudio con dos grandes incertidumbres: cuándo se convocarán las oposiciones que estás preparando y cuál será el resultado después de tanto tiempo renunciando a casi todo para conseguir aprobarla y, sobre todo, ganar esa vacante. Pero, de todas las opciones que hay para ello, ¿cuáles son las más fáciles? Hablamos con tres academias que cubren las cuatro provincias gallegas y que llegan a un mismo consenso para elaborar el ránking de los exámenes más asequibles. No es fácil determinar el grado de sencillez a la hora de obtener una plaza. «Cantos menos temas teñen, se presenta máis xente», advierte Alberto López Muñiz, responsable de la Academia Nós. Es decir, si bien a priori son más sencillas a la hora de prepararlas, el opositor se encuentra con muchos más rivales para cada plaza. Otra variable es la del formato. Una cosa es que sean libres y otra que se convoquen por fase de concurso oposición, donde puntúa el tiempo trabajado y la formación.

Pero Ana Leis, la propietaria de la academia Empléate, apela a una buena preparación como la única clave para alcanzar el éxito: «En la última convocatoria había inscritos unos diez mil, de los cuales se presentaron tres mil. Y de esos tres mil, trescientos superaron un 6 en la nota. Con esto lo que quiero decir es que cuando sale una convocatoria, el impulso de inscribirse sí que da lugar a que se distorsionen un poco los datos. Pero al final siempre aprueba el que tiene preparado el temario».

La más sencilla

La más sencilla, coinciden en Academia Postal y en Empléate (Nós no la prepara), es la de Auxiliar administrativo del Estado, del grupo C2. Con 872 plazas convocadas, consta de un total de 15 temas y de un segundo bloque informático de 12 que también cuenta con nociones de atención al público. «Partiendo de la base del temario, uno sencillo para preparar en un período corto de tiempo y que la oposición sea fácil es la de Auxiliar administrativo del Estado», precisa Leis. Resulta más sencilla que la de la Xunta, que aunque las academias también la sitúan como una de las más asequibles, «tiene un temario mucho más denso y complicado a nivel legal». La prueba está, explica la formadora, en la rapidez con la que consiguió preparar a opositores que lograron su plaza: «Yo te hablo de alumnos que se matricularon en febrero conmigo y que me han aprobado en mayo con plaza», añade Leis, que insiste: «Si buscas a alguien de fuera, que nunca haya opositado y que se quiera presentar a una, tiene que ser una oposición de acceso libre y que dependa de él y de su examen. Y ahora mismo la que hay con esas características es la de Auxiliar administrativo del Estado». Eso sí, Chus Feijoo, formadora de Academia Postal en Vigo, matiza que una vez que se consigue la plaza no es fácil acercarse a Galicia: «Concursos de traslado, pocos. Lo que hace la gente son permutas y piden la plaza para aquí en comisión de servicio».

Las siguientes de la lista serían las de Auxiliar administrativo de la Xunta (grupo C2), aunque como avanzaba Leis, ya estamos hablando de 17 temas y un apartado legal más farragoso. Eso sí, cuenta con una parte común que vale para preparar también otras para diferentes instituciones públicas como Ayuntamiento o Diputaciones. Muñiz añade desde Nós que en el grupo C2 también se encuentran las de Auxiliar de Enfermería en el ámbito sanitario, que le da a quien la prepara la posibilidad de intentarlo también en la de Personal de Servicios Generales del Sergas, dado que ambas tienen una parte del temario en común.

El temario de Correos

Las oposiciones a Correos son otras que los formadores consideran sencillas, aunque con un matiz que afecta a la mayoría: «El temario no es que sea difícil, pero son por concurso oposición, entonces conseguir la plaza es más complicado por el hecho de que hay gente que lleva trabajando mucho tiempo y puede sacar una nota muy buena, un 8 o un 9 en el examen teórico, y después no entrar», dice Leis. En esta misma línea, Muñiz señala que aunque hay miles de plazas, estas se reparten por provincias. «Na última convocatoria, de 4.055 prazas que se convocaron en total, finalmente 90 son para A Coruña, 15 para Lugo, 51 para Pontevedra e 13 para Ourense». Lo mismo ocurre con la más asequible de la rama judicial, que sería la de Auxilio judicial, que cuenta con 26 temas teóricos. Tanto desde Academia Postal como desde Nós se acuerdan también de las oposiciones locales y autonómicas a Subalterno, en las que no hay requisitos de titulación y los contenidos a estudiar se reducen a diez temas. En cuanto a la rama de Hacienda, en Empléate señalan que la más sencilla es la de Agente de Hacienda (35 temas) y de la rama sanitaria podría destacarse la de Personal Celador (17).

¿Y la más difícil?

Las pruebas de acceso a los Cuerpos de Seguridad del Estado ya resultan más complicadas, tanto por el temario como por el hecho de que constan de cinco exámenes, una entrevista personal, un psicotécnico, unas pruebas físicas y otra de inglés. Pero de mayor a menor dificultad, las academias las ordenan así: Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil. Sabiendo ya qué oposiciones son más asequibles, ¿cuáles son las más difíciles de sacar? Aunque hay varias que se siguen de cerca, finalmente destaca una: la de Abogado del Estado. «Las más complicadas son las pruebas para notario, registrador de la propiedad y abogado del Estado. Un aspirante a notario tiene que prepararse 348 temas, otro a registrador, 372, y el que quiera prepararse para Abogado del Estado tiene que estudiar 465», señala Chus Feijoo, que aunque destaca también la dificultad de las pruebas a juez y fiscal (325 temas y curso teórico-práctico en la Escuela Judicial tras aprobar) y reconoce que a los inspectores de Hacienda y de Trabajo se les exige un nivel muy alto dada la escasez de plazas, no hay duda de que los letrados del Estado se llevan la palma, con una media de ocho años de tardanza para lograr la plaza. A hincar codos.