El gallego que compite por la mejor foto del mundo

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Alfonso Novo en el Tíbet, donde hizo la foto seleccionada para representar a España en el Mundial de fotografía
Alfonso Novo en el Tíbet, donde hizo la foto seleccionada para representar a España en el Mundial de fotografía

LA MEJOR FOTO EUROPEA del 2020 en categoría reportaje es suya. Alfonso Novo, de Ribeira, participa ahora en la final del certamen mundial que distingue las joyas fotográficas del año

04 ene 2023 . Actualizado a las 17:45 h.

Documentó el nacimiento de su hijo Marco, los cien años de su abuelo Ricardo y el duro día a día en un hospital benéfico de Bangladés, donde presenció una operación que le salvó la vida a una niña que se precipitó al vacío a su paso en ese hospital. Suya es la mejor foto europea del 2020, que hizo como parte del reportaje que documenta el trabajo en ese centro asiático, y este es ya el tercer año consecutivo que Alfonso Novo (Ribeira, 1971) resulta elegido por la Federación Europea de Fotógrafos Profesionales el mejor fotógrafo de España en la categoría de documental.

La foto que le ha dado este último premio, y que compite por la WPC (World Photographic Cup), el Mundial de fotografía que se inicia este 18 de enero con la eliminatoria de la que saldrán diez finalistas, nos lleva al Tíbet, a una ceremonia ante de la Montaña Nevada del Dragón Jade, «una ofrenda que se hace para solicitar un año de buenas cosechas, de bonanza», detalla Alfonso. La foto tiene también una historia personal. «Yo viví en China. Durante un par de años estuve trabajando allí. Sé cómo piensan, cómo son, los chinos. Hay un control estricto, férreo, para poder acceder al Tíbet. Para hacer esta foto, quería situarme en un punto concreto. Quería moverme hacia una zona en la que tenía el mejor ángulo para poder hacer la foto, pero no me dejaban pasar. Hay militares controlándolo todo, en todas partes. Pero las buenas fotografías no se consiguen por casualidad. Al contrario, las pierdes por no haberte esforzado. Y yo sabía que tenía que colocarme en aquel sitio al que no me dejaban ir», señala Alfonso. Llevaba con él la acreditación de la Federación Europea, «que no sirve para nada, pero sirvió para mucho». «Yo les enseñaba el carné y les hablaba en español a propósito, porque suponía que no me iban a entender. Quería generarles la duda de si estaban impidiendo algo que les iba a costar caro el hecho de impedir. Con el carné en la mano, les exigía pasar, les decía: ‘¡Pero no ves lo que pone aquí!’, me puse muy bravo y entonces les hice dudar. Y al hacerles dudar, conseguí que me dejasen pasar. En estos países cometer un error puede salir caro, no es como aquí».

Así, por el puente colgante de la duda, logró él moverse al punto desde el que quería capturar la que sería distinguida como mejor imagen española en documental.

La foto de Alfonso Novo que compite en el Mundial de fotografía, que celebra su eliminatoria el 18 de enero en EE.UU.
La foto de Alfonso Novo que compite en el Mundial de fotografía, que celebra su eliminatoria el 18 de enero en EE.UU. Alfonso Novo

Tenía claro el lugar, pero le llevó un rato encontrar la composición que quería, «que es ese efecto zigzag de las personas» (en la imagen de arriba). Sobre un camino de piedra roja desfilan igual y ordenadamente, con cestos a la espalda, decenas de personas en una ceremonia de trabajo de lenta poesía visual.

«El Tíbet es lo contrario a un destino de parque temático», asegura Alfonso, que compagina la fotografía de bodas con los viajes y lamenta que este año no ha podido desplazarse por las restricciones del covid.

LA CLAVE PARA ACERTAR

«Que una foto te lleve a preguntarte: ‘¿Qué está pasando ahí?’ es muy importante. Que te haga una o varias preguntas es lo mejor que puede tener. La foto tiene que darte información, pero en ella también tiene que haber misterio», dice.

Hace solo un par de semanas se despejó la duda: le comunicaron que con esta imagen del Tíbet representará a España en el Mundial de Fotografía. La primera fase se celebra el lunes en Estados Unidos y, si la pasa, competirá en Roma por el galardón en la final. Ganará el certamen la imagen que mayor puntuación obtenga de los votos de un jurado compuesto en exclusiva por profesionales de su sector.

Este fotógrafo que no suelta la cámara desde los 17, y ve en ella su «auténtica voz para recorrer el mundo y atrapar la belleza de la vida», fue distinguido como mejor fotógrafo de España en el 2019 con una imagen en blanco y negro sobrecogedora que captura el parto de su mujer, el momento justo en el que su hijo Marco llegó al mundo en un paritorio del hospital materno-infantil de A Coruña.

La cámara le ha llevado a conocer mejor a los suyos, a las montañas más altas del mundo y a ser testigo directo del combate a vida o muerte que se libra en los hospitales, como el Centre for the Rehabilitation of the Paralysed (‘centro para la recuperación de paralíticos’) de Bangladés, del que conserva mucho más que una memoria en imágenes premiadas, el recuerdo de cómo vivió de cerca y documentó el trabajo de un grupo de cirujanos de A Coruña en condiciones extremas.

«Allí, recorriendo sus instalaciones, una niña se arrojó desde un piso superior. Salí corriendo hacia el quirófano como un loco», recuerda. Avisó a uno de los cirujanos con los que había viajado desde A Coruña y la niña fue operada de urgencia. Su columna se partió al medio, pero pudieron reconstruirla. «Me mandaron una foto de esa niña. Tiene 16 años. Hoy se mantiene de pie. Está bien», alivia.

Le emociona recordar aquel momento «terrible», aquel lugar en el que vio cómo vivían muchos niños abandonados. Me enseña la foto de un chico tetrapléjico que pinta con los pies. «Haciendo esta foto -explica Alfonso- no dejaba de oír a otro niño que no paraba de llorar. Una chica de allí me lo explicó: ‘Es la tercera vez que sus padres dicen que lo van a venir a buscar y no aparecen’. Es difícil ver algo tan duro. No lo olvidas».