Como un menú de carnaval, acaba de presentarse «Comerte entera», el nuevo éxito de «El Madrileño», en el que aparece Bárbara Lennie en el Lhardy, el primer restaurante que dejó entrar a mujeres solas
27 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Antón Álvarez, más conocido por su nombre artístico C. Tangana, está de estreno. Este madrileño de ascendencia viguesa presentó esta semana su esperado y nuevo álbum en el que revisa algunos de los géneros de la música popular actual, desde una visión underground del hip hop español. Es un proyecto en el que ha estado trabajando tres años y en los últimos dos meses ha sido cuando ha encontrado la música idónea para materializarlo bajo el nombre de El Madrileño.
Comerte entera se llama el tema que a ritmo de bossa nova interpreta, junto con la inestimable colaboración del brasileño Toquinho a la guitarra. La música sugiere playas tropicales bañadas por transparentes aguas, pero El Madrileño, que es como le gusta llamarse ahora, y su productora Little Spain se han decantado por reivindicar valores atemporales de la capital de España. Aparecen imágenes exteriores del Palacio Real, la Casa Carvajal, ejemplo de la arquitectura racionalista y brutalista de los años 60 y el restaurante Lhardy, con más de 180 años en su haber. Elegancia y casticismo para un músico al que la normalidad es lo que más le aburre. Pero la elección de este último enclave, donde Bárbara Lennie despliega todo su poder de seducción, no fue fácil. La premisa era que, tras un paseo vestida elegantemente de Gucci por el Madrid de los Austrias, la actriz acabara en un restaurante clásico de la capital comiendo un cocido madrileño sí o sí. Se barajaron varias opciones donde sirven como especialidad este plato como La Bola, Horcher o Casa Ciriaco, que rezuma casticismo por los cuatro costados. Incluso se plantearon la posibilidad de Casa Botín, el restaurante más antiguo del mundo, según el Libro Guinness de los Récords. Finalmente, se decantaron por el restaurante Lhardy, situado en la Carrera de San Jerónimo número 8, a pocos metros de la Puerta del Sol. Quizás, la elección estuvo condicionada porque fue el primer establecimiento hostelero de Madrid en permitir la entrada de mujeres solas en 1885.
De hecho, en el videoclip vemos a una mujer elegantemente ataviada que entra sola en el restaurante y se sienta en una mesa. Cuando los camareros le sirven el cocido en las centenarias fuentes de plata en las que se han visto reflejados conocidos rostros de artistas, literatos y políticos, atrae las miradas entre sorpresivas y deseosas de unos hombres de negocios que comen en una mesa cercana.
La imagen elegante, pero muy canalla, sucede al coger un trozo de chorizo con los dedos, con unas uñas perfectamente pintadas. Ella finaliza la comida poniendo sus tacones de Louboutin encima del mantel blanco. Podríamos decir que el cocido de Lhardy ya tiene banda sonora.