El gallego que convirtió a Montesinos y a Carolina Herrera en obras de arte

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Hasta en dos ocasiones ha retratado al conocido diseñador de moda, Francis Montesinos.
Hasta en dos ocasiones ha retratado al conocido diseñador de moda, Francis Montesinos.

Paco Seoane. Este marinense afincado en Valencia triunfa con sus retratos y ha llegado a ganar en el 2019 el premio Prenamo, «los Goya del arte»

14 jul 2021 . Actualizado a las 16:31 h.

No era muy difícil adivinar que Paco Seoane acabaría convirtiéndose en un gran pintor. De niño ya apuntaba maneras. Él era el artista del colegio, el que siempre dibujaba, el que diseñaba las camisetas de los colegas y que incluso presentaba sus exámenes de tal manera que parecían lienzos. Todo su mundo giraba en torno al dibujo. Igual que ahora. Pero ya entonces apuntaba maneras y no era difícil presagiar que alcanzaría el éxito. Gran parte de ese triunfo se lo debe a su abuela Manuela, más conocida por Chicha. Todas las tardes cuando regresaba de clase llegaba a su casa y la veía pintar sus cuadros al óleo: «Recuerdo que tenía unos 5 o 6 años cuando empecé a observar a mi abuela pintar y sentí el impulso y la necesidad de poder llegar algún día a pintar como ella».

Desde entonces, esa pasión por el arte siempre lo ha acompañado, pero todavía guarda grandes recuerdos de aquellas tardes en las que se sentaba a su lado después de hacer los deberes y trataba de interpretar a lápiz lo que ella pintaba a óleo. Ahí empezó su carrera, cuando era tan solo un niño, y desde entonces, este marinense afincado desde hace seis años en Valencia, pinta siempre en su estudio junto a una fotografía de Chicha, su maestra.

Paco posa con el retrato de Diego Suárez, presidente de Vin Doré 24 K que produce espumosos con polvo de oro
Paco posa con el retrato de Diego Suárez, presidente de Vin Doré 24 K que produce espumosos con polvo de oro

Ahora, con 43 años, puede presumir de haber expuesto sus obras en prestigiosas galerías de Florencia, Colombia, Milán, Hong Kong, Roma... También ha recibido importantes premios, entre ellos el Prenamo en el 2019, «que está considerado como los Goya del arte y de la creación», por su excelencia profesional. Desde que se instaló en Valencia, su carrera ha tomado un gran impulso. Y de forma inconsciente en esa decisión también tuvo que ver Chicha: «Vine a hacer unas colaboraciones en el 2014 sin saber que acabaría abriendo mi estudio y que tanta luz y tanta energía me llevarían a quedarme aquí. Pero recuerdo que mi abuela siempre me animaba a venir a Valencia. Creía que el clima y esta luz me inspiraría. Y fue venir a hacer esas colaboraciones y la antigua idea de Chicha me vino a la cabeza. Ella me decía que probara. Y fue lo que hice. Me di unos meses y llevo ya seis años».

AMISTAD DESDE HACE AÑOS

Entre sus grandes musas figuran personalidades tan relevantes como Francis Montesinos. Del diseñador de moda asegura que mantiene una relación de amistad de hace muchos años y que se inspiran mutuamente: «Ya lo conocía de antes. Y cuando ya vine a Valencia, nos pusimos en contacto su estudio y el mío para hacer cosas. Lo he pintado dos veces, en el 2016 y en el 2018. La primera era para una exposición sobre la moda en el Museo L'Iber de Valencia. Y la segunda, con motivo del aniversario de sus 50 años como diseñador. Los dos cuadros son muy grandes, de casi dos metros de altura. Y desde entonces siempre hemos tenido inspiración recíproca. Muchas veces queda conmigo para coger ideas y yo también quedo con él para presentar proyectos que podemos ir haciendo a lo largo del tiempo. Es uno de mis buenos inspiradores y mis buenos amigos aquí en Valencia».

Su retrato de Carolina Herrera dio lugar al inicio de la colección Musas, sobre mujeres referentes por su trayectoria profesional.
Su retrato de Carolina Herrera dio lugar al inicio de la colección Musas, sobre mujeres referentes por su trayectoria profesional.

También ha pintado a otra de las grandes de la moda, Carolina Herrera. «Su retrato dio lugar en el 2019 al inicio de la colección Musas. Ella fue la inspiradora. Ahora ese retrato lo tiene la propia firma en Madrid, en su sede. Y después, a partir de ese, fui seleccionando a mujeres que consideraba referentes por su trabajo y por su labor solidaria». También pintó en colección privada al presentador Jesús Vázquez, a la actriz Ana Milán, el periodista Nacho Montes o al colaborador Kiko Matamoros, entre otros.

Esta colección, Miradas del alma, ha tenido gran repercusión por su «realismo emotivo».
Esta colección, Miradas del alma, ha tenido gran repercusión por su «realismo emotivo».

Pero si hay una colección que ha trascendido a lo largo del tiempo es Miradas del Alma, donde aparecen retratos de niños que hablan a través de sus ojos. «Se presentó a nivel internacional y se siguen encargando piezas de esa colección porque ha tenido mucha repercusión e incluso se ha tenido que hacer obra gráfica, reproducciones de los cuadros más emblemáticos porque se siguen vendiendo. La empezamos hace cuatro años y sigo dándole continuidad», asegura este artista gallego que describe su forma de pintar como «realismo emotivo» porque «pretende transgredir y emocionar al público». Su nivel de perfección de esta técnica a lápiz es tal que incluso hay quien ha confundido alguna de sus obras con fotografías: «Sí, a veces me hace gracia porque llega alguien y me dice: ‘Paco enhorabuena, cuánto tiempo llevo siguiendo tus fotografías a través de las redes'. Hasta que le digo que no soy fotógrafo, que soy dibujante o pintor. Si ya ven los cuadros de cerca se dan cuenta de que está hecho a lápiz. Pero si hacen una lectura un poco rápida, pues hay gente que se puede confundir y creer que son fotos».

La pandemia hizo que su proyección internacional se interrumpiera, pero ya tiene previsto retomar algunas exposiciones que estaban programadas antes de que el mundo se parase. «Tenemos pendiente hacer una en Buenos Aires y otra en París, en el Carrusel del Louvre, pero con la pandemia los artistas nos hemos tenido que preparar a producir en el estudio», explica quien también es comisario de exposiciones y mentor de más de un centenar de alumnos a los que da clase en su estudio de la localidad valenciana de Bétera.

Paco Seoane tiene muy claro que si su abuela lo viese ahora estaría muy orgullosa: «Estoy completamente seguro de que allá donde esté descansando, cada día estará un poco más orgullosa de mi esfuerzo». Además, en unos meses cumplirá uno de sus sueños, con motivo del homenaje que le están organizando a Paco en el Museo Manuel Torres de Marín. «Ella tenía la ilusión de exponer sus obras en este museo y no pudo ser, pero de alguna manera, ese día también estará entre nosotros», dice sin desvelar la sorpresa que tiene preparada.