Lluís de la Riva, el coruñés de «MasterChef»: «El criterio de los jueces está condicionado por el guion del programa»

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El joven coruñés quedó tercero en la final del «talent show» el pasado lunes. Ahora asegura estar aterrizando, pero tiene muchos planes en mente, entre ellos, abrir un restaurante en A Coruña
23 jun 2023 . Actualizado a las 18:39 h.Lluís de la Riva cumplió los 28 años durante los tres meses que estuvo en el programa culinario de TVE. Tenía todas las papeletas para llegar a situarse en el pódium, pero se conformó con el tercer puesto. Aunque si se tratara de estatura, habría superado a sus rivales de lejos, ya que como modelo nadie le gana. El empresario coruñés tiene claro que quiere combinar el mundo de los negocios y de la gastronomía, y actualmente se encuentra valorando proyectos.
—¿Qué tal tu vuelta a la realidad después de quedar finalista en el programa?
—Ahora mismo, solo siento una incertidumbre total. Me estoy tomando un tiempo de reflexión para saber en qué dirección enfocarme. Todavía estoy aterrizando y tengo muchas cosas en mente. Aunque, sí que sé que quiero montar algo «gastrochulo» con Iago Lousa, otro amigo mío chef. Él ahora mismo está con otros proyectos, pero quiero reclutarlo como socio para montar algo en A Coruña, de donde yo soy. Es algo que ya teníamos hablado antes de entrar al programa, pero ahora ya lo vemos como un nuevo proyecto en el que enfocarnos a muerte, que será cuando tenga que ser, no hay que precipitarse.
—¿Qué tienes pensado meter en la carta de tu restaurante?
—Sí o sí, producto gallego, y mucho. Pero a la vez combinando con sabores de otras partes del mundo. Es decir, cocina gallega de verdad, con toques asiáticos, por ejemplo. Así a una lubina le puedes echar especias de cualquier lado, para darle ese sabor añadido. Siento un vínculo muy grande con mi tierra, y quiero trasladarlo a mi trabajo.
—Mientras no sale adelante el proyecto, ¿a qué te dedicas?
—Sigo con mi carrera como modelo, pero he hecho un parón en mi trabajo como headhunter, a lo que me dedicaba antes de entrar al programa. Siento que he vuelto a mi vida, pero con nuevos sueños y nuevas metas. Aunque no quiero tomarme lo de la gastronomía y los negocios con prisa. Además, tengo un bar de copas con otros amigos en el barrio madrileño de Ponzano, y nos va bastante bien. Pero por eso mismo, sé que el mundo de la hostelería es complicado, por mucho que funcione se cometen errores, y prefiero aprender de ellos ahora con lo que tengo, antes que lanzarme a algo nuevo.
—Eres licenciado en Derecho, modelo y ahora también chef. ¿Qué es lo que más te tira de tu extenso currículo?
—Lo de headhunter ya no es mi primera opción. Quiero crecer en otros aspectos. Estoy valorando sobre todo compaginar el mundo de la gastronomía como negocio. De esta forma, sé que haga lo que haga voy a hacerlo con ilusión. Aunque quiero aprender de todo lo que haga, al final la vida es como la cocina: prueba y error.
—¿Qué has aprendido de tu paso por el programa?
—A nivel cocina he aprendido muchísimo. Son tres meses en los que estás ahí encerrado sin tener contacto con el exterior, únicamente con tu mente enfocada en la cocina. Sin embargo, esto es como todo, aprendes si pones interés, por mucho que estés ahí los meses que sean, si no te llama no vas a aprender. Yo me volqué en ello en cuerpo y alma. Aprendes muchísimo de los chefs, pero también de la práctica al elaborar sus platos.
—¿Qué se siente al estar al otro lado de la pantalla?
—Sientes mucha presión, se te olvida todo lo demás. Pero eso te beneficia en cierto sentido. Al final es como un examen, cuanta más presión, más atención le prestas para que te salga perfecto en el menor tiempo posible.
—¿Crees que los jueces eran constructivos, o formaban parte de un guion de televisión?
—Sentía que no eran 100 % ellos, en ese sentido terminé un pelín decepcionado. Al fin y al cabo, es un programa grabado, y los jueces forman parte de la televisión. Me hubiera gustado que fueran más críticos.
—¿Has rechazado algún puesto de trabajo?
—No los he rechazado como tal. Estoy valorando opciones, pero teniendo claro lo que quiero y sin desviarme de ello. No me cierro a nada.