
Un estudio desmiente el mito de que las aves pierden las patas en peleas o por infecciones. Expertos han revelado el verdadero motivo por el que sufren deformidades en las grandes urbes
22 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.¿Nunca te has fijado en que las palomas de las ciudades grandes como Madrid y Barcelona tienen las patas mutiladas, mientras que las de Galicia mantienen las cuatro garras? La próxima vez que te cruces con una de estas aves por la calle fíjate y sabrás por qué es así.
También conocidas como las ratas del aire, estas se caracterizan por ser un animal volador bastante desaliñado. Sin embargo, la estética que conservan en las grandes urbes y en las pequeñas es muy diferente. Aquí sus plumas tienen más brillo, el sol hace resplandecer sus diferentes tonos de color sobre el fondo grisáceo de su cuerpo. Las palomas gallegas tienen más chulería que las de otras comunidades. En las ciudades masificadas y con mucho movimiento, como Madrid o Barcelona, las aves cojean a duras penas buscando algo que llevarse a la boca. Su cojera procede de la falta de dedos como base para sostenerse en pie. No es por lo que comen, pero sí por dónde buscan la comida. Las palomas que buscan alimentos en las basuras colindantes de las peluquerías son más propensas a quedarse sin partes de sus garras. En un estudio realizado en Francia por ornitólogos del Museo Nacional de Historia Natural se demostró que a mayor número de peluquerías, mayor es el número de palomas a las que les faltan dedos. Así, los pelos humanos, hilos, cuerdas o cordeles se enredan en las garras de las aves, cortando la circulación y provocando la muerte del tejido del dedo de estas.
Los resultados de este estudio demostraron que la mutilación de dedos es más común en ciudades en las que hay mayor contaminación atmosférica y acústica, pero también, donde hay más peluquerías. Las aves hurgan en las bolsas de basura que contienen los restos de los pelos sobrantes de las cabezas humanas, rompiendo el plástico y repartiendo todo lo del interior por el suelo. De forma que cuando estas se paseen por ahí, se quedarán enredadas entre los restos del cuero cabelludo. A su vez, los expertos también situaron los mercados de alimentos como lugares peligrosos para las palomas. Declaran que cuando las aves acuden a estos puestos o locales a buscar comida se enredan entre los hilos y cordeles que terminan en los contenedores o en el propio suelo.
Sin embargo, en Galicia tenemos algo muy prometedor para que las aves no tengan que estar exponiéndose a la suciedad del suelo. La cantidad de zonas verdes que hay tanto en el interior como a las afueras de las ciudades gallegas, permite que las palomas no acudan a los cascos urbanos tan a menudo.
Esto desmiente las teorías de que la pérdida de extremidades se deba a infecciones o por peleas entre los animales. La contaminación influye, pero no es la causa principal. El Museo Nacional de Historia Natural analizó la calidad de vida de las palomas de 46 áreas de París, lo que les permitió sacar la conclusión de que esta especie de aves tenía más mutilaciones en las garras en las localidades grandes que en las pequeñas.
No dejan de ser un foco de enfermedades. Que nuestras palomas sean más estilosas andando no significa que estén rebosantes de salud, pero sí las hacen más ágiles para buscar comida en condiciones y no provocan tantos destrozos.