Regreso a las lentejas

YES

24 ago 2024 . Actualizado a las 08:13 h.

10 de agosto del año 2003. Es la fecha canónica que establece el inicio del bum de la cocina en España. Ese día, The New York Times Magazine dedica su portada a un cocinero catalán. Se llama Ferran Adrià y lleva un tiempo haciendo cosas increíbles en su cocina de la hoy mítica cala Montjoi. En el título se lee «The Nueva Nouvelle Cuisine» y en el subtítulo «How Spain became the New France» (Cómo España se convirtió en la nueva Francia). Visto con perspectiva, resulta alucinante el poder que entonces todavía tenían los medios de comunicación. Porque aquel artículo y aquella portada, efectivamente, fijaron un cambio de rumbo en la gastronomía española e infligieron un golpe al chauvinismo francés del que, probablemente, todavía no se han recuperado.

En estas dos décadas transcurridas desde entonces ha quedado claro que el periodista americano que escribió aquel artículo acertó con su intuición. La cocina y lo que en ella suceda se han convertido en un contenido informativo y de entretenimiento recurrente que, además, ha encontrado en las redes sociales un altavoz con capacidad de reproducción casi infinita. Ahí está esa extraña muchacha llamada Roro Bueno que arrasa en TikTok con una propuesta que seguro que no es tan improvisada como quiere hacernos creer.

Veinte años después de aquella portada y de la conversión de Adrià en el emperador del cosa, las cámaras se han girado hacia el interior de los obradores para descubrir que lo que sucede entre fogones puede ser un reality de terror, una historia de amor, un guion de sumisión y renuncia o todo ello junto. Varias de las series del momento han colocado los objetivos sobre las campanas extractoras. The Bear es el gran fenómeno, con su dedicación a la salud mental y al duelo por el suicidio de un hermano, pero hay otros muchos títulos interesantes, como The Boiling Point, estresante y oscura, en la que todo el mundo parece estar al borde un ataque de nervios, o la deliciosa Cocina con química, en la que las recetas son, en realidad, un mecanismo de reivindicación feminista en una época en la que las chicas no podían ser científicas. Con todo este universo en marcha y con las calles de todas las ciudades invadidas de propuestas culinarias diversas, la gran pregunta es hacia dónde se va. Y la paradoja es que, para muchos, la modernidad volverá a pasar por el suculento y viejo plato de lentejas.