Manu Baqueiro, la sorpresa de «Tu cara me suena»: «Mi plan perfecto sería vivir en Galicia e ir a Madrid a trabajar»

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Está grabando «Tu cara me suena» y es el coprotagonista de «Perdiendo el jucio». También está en el teatro. Un éxito que le llega tras el fin de un trabajo de casi dos décadas en la serie diaria «Amar en tiempos revueltos»
04 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Está grabando «Tu cara me suena» y es el coprotagonista de «Perdiendo el jucio». También está en el teatro. Un éxito que le llega tras el fin de un trabajo de casi dos décadas en la serie diaria «Amar en tiempos revueltos»
— Estás ahora con las grabaciones de «Tu cara me suena». ¿Qué vamos a ver de ti?
— Vais a ver sobre todo humor, espectáculo, compromiso y algunas sorpresas. Este programa me está sorprendiendo porque te hace descubrir facetas de ti mismo que desconocías. Estoy completamente fuera de mi zona de confort, pero lo estoy disfrutando mucho.
— ¿Habías cantado antes?
— Bueno, en el colegio tuve un grupo de rock con 16 años. Tocaba la guitarra, no era el cantante principal, aunque me dejaban cantar alguna que otra canción. Siempre me ha gustado llevarme la guitarra a la playa y cantar un poco, pero aquí en el programa estoy rodeado de auténticos monstruos de la canción. Aun así, me estoy sorprendiendo de lo bien que está saliendo.
—Es tu segundo «talent show» tras «MasterChef». ¿Te sientes cómodo en estos programas?
— Depende del formato. Me gusta cocinar, así que aprendí mucho en MasterChef. Cantar e imitar se ajusta más a mi profesión, por lo que estos formatos me resultan atractivos. Pero nunca me metería en Supervivientes. Lo respeto, pero no me llama la atención.
— También acabas de estrenar la serie «Perdiendo el juicio». ¿Qué papel juega el trastorno obsesivo compulsivo que tiene el personaje que interpreta tu compañera, Elena Rivera?
— Es importante porque es el detonante de la trama. Su trastorno la mete en problemas. Pero es una serie de abogados, de relaciones. Es muy humana y se va contando en cada capítulo un caso muy entretenido a medida que vas descubriendo a los personajes y las relaciones entre ellos. Creo que es una serie muy fresca y divertida.
— Interpretas a un abogado, entre otras cosas, atractivo. ¿Cómo afrontaste tu personaje?
Me inspiré mucho en Bruce Willis en la serie Luz de Luna. Quise darle un toque de tipo listo, que a veces juega al límite de la legalidad para resolver sus asuntos, pero con buen corazón. Busqué un equilibrio entre lo divertido y lo ético para que el personaje fuera creíble y carismático.
— Tu papel en el corto «El trono», nominado al Goya, es el de un apuesto presidente del Gobierno. Parecía que tu hermano, Alfonso Bassave, era el guapo, pero ahora también te están llegando a ti esos papeles.
[Ríe] Guapo es mi hermano, guapísimo. No competimos por eso. Simplemente ahora me están saliendo papeles en los que me ponen más arreglado que en Amar, donde Marcelino tenía canas, le ponían chaquetas antiguas y una imagen menos agradecida.
— ¿Te dio vértigo el final de «Amar en tiempos revueltos»?
Sí, la serie me dio estabilidad, pero cuando terminó, por suerte, surgieron otras oportunidades. En esta profesión, salvo Luis Tosar y cuatro más, nadie tiene garantizado el siguiente trabajo. Hay que aprender a gestionar esa incertidumbre, convertirla en motivación para estar activo, prepararse y seguir creciendo profesionalmente.
— ¿Te interesa el cine o papeles más dramáticos?
Sí, me motiva mucho. Disfruté muchísimo en El trono y fue un corto en el que la cámara estaba sobre mí todo el tiempo. Me interesa explorar proyectos dramáticos. Hay varias cosas en marcha, aunque aún no puedo hablar de ellas, pero van en esa línea. Me apetece abrir nuevos caminos.
— Lejos de toda esa vorágine laboral madrileña está Galicia.
Siempre que puedo estoy entre O Grove, Razo y Malpica, porque tenemos ahí la casa familiar. Para mí, el plan perfecto sería vivir o en Galicia o en Tarifa, que es mi otro lugar en España. E ir a Madrid para trabajar.