Lara Cid, la historiadora que revolucionó el fitness: «He visto a personas haciendo ejercicio con mucho peso, con un riesgo de lesión altísimo»

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«Tenemos al menos siete sentidos. Nos olvidamos de dos que son importantes», advierte la autora de «Muévete como un humano», creadora del método Fuerte y Flexible
21 may 2025 . Actualizado a las 23:52 h.Como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie nos invita a ser la historiadora que triunfa como entrenadora de fuerza y flexibilidad Lara Cid. Muévete como un humano, invita su libro. Camina descalzo (olvida las Converse, las bailarinas y las chanclas), respira por la nariz (no por la boca), estira bien para no perder fuerza, cambia habitualmente de postura para tener una buena postura y no olvides masticar nunca para digerir. Son algunos de los consejos que desarrolla esta experta en movilidad con ejercicios puntuales y concretos, para el día a día.
Creadora de Fuerte y Flexible, un método de entrenamiento integral que va contagiando en redes sociales el gusto por el movimiento intuitivo y otra visión del trabajo de fuerza que poco tiene que ver con el fitness habitual, Lara recuerda que ese gusto por moverse libre «siempre estuvo latente». «En mi casa había un libro de citas que decía: ‘‘Sé fuerte y flexible como un junco, no rígido y quebradizo como el roble. En una tormenta, ¿cuál se rompe?”. Esa frase me acompañó durante toda la vida». Como la letra de esa canción del Dúo Dinámico, Resistiré.
—¿Qué tiene de negativo hacer entrenamiento de fuerza?
—La fuerza es innegociable para la salud, pero hay que integrar otras capacidades, como la flexibilidad o el equilibrio. Hay que buscar una práctica física más amplia, integrada. Es casi una filosofía: sé flexible en la vida.
—Hay que bailar con la vida según venga. Tú te atreviste a hacerlo.
—La danza fue mi primera maestra. La primera de todo lo que tiene que ver con el entrenamiento. Di con una disciplina que, precisamente, utiliza todas las capacidades. La danza integra, en cambio, todas las capacidades del cuerpo humano, como la concentración, la flexibilidad y el equilibrio.
—¿Qué te ha enseñado la danza?
—A moverme de esa manera integral, y tiene un componente creativo. No se trata de cumplir una marca, sino de dar espacio a esa creatividad en nuestro cuerpo.
—¿Para ser creativo de cabeza hay que serlo primero con el cuerpo?
—Creo que sí. Y no podemos separar cuerpo y mente. La creatividad se debe fomentar en todas las áreas.
—¿Odiabas Educación Física? Es difícil querer lo que se enseña mal...
—Sí. Cuando somos niños es cuando estamos desarrollando capacidades. Como sociedad, desde muy pronto, nos centramos en potenciar facultades intelectuales, y es una lástima que cuando un niño está en desarrollo le coloquen ocho horas en un pupitre. Es nocivo. Hay estudios al respecto. Uno sobre una población de niños que pasan ocho horas diarias sentados comparado con otro de niños que incluyen algún tipo de movimiento, como salir a darse un paseo, hacer movimiento en el aula, pausas de estar sentados. Comparando las dos muestras se concluyó que el área de comprensión lectora se activaba más en los niños que tenían esas pausas para hacer algún movimiento con el cuerpo.
—¿Hay diferencia en los adultos?
—Esos mismos estudios se hicieron con adultos en entornos laborales. Se piensa que por estar seis, siete u ocho horas sentados vamos a ser más productivos. Y no, es al revés, permanecer horas sentados es contraproducente. Piensa que incluso, en los colegios, además de permanecer demasiadas horas sentados, llega Educación Física y no se disfruta porque, por lo general, son movimientos orientados a un objetivo muy concreto. La prueba de resistencia, la de tocarse la punta de los pies, la cuerda... La mayoría de las personas lo que me cuentan es que se aburren. Suele ser poco creativa, no estimula que las personas muevan su cuerpo de manera interesante, sino de modo tedioso y competitivo.
—Es similar al modo gimnasio. Nos gusta movernos, pero no tanto «la hora semanal de fitness en grupo».
—Claro. En general, suele coincidir la gente que de adulta rechaza moverse con esa a la que se dio una rígida Educación Física. El ejercicio es a veces muy aburrido, repetitivo y obligado. Y el ser humano no quiere hacer cosas ni aburridas, ni repetitivas, ni obligadas. Hacer ejercicio no debería ser un suplicio, sino una celebración. Mover mi cuerpo debe ser algo que me cause alegría. Hay gente que lleva años haciendo ejercicio físico sin disfrutar. Lo que traslado con Muévete como un humano es el volver a conectar con esa necesidad de movernos que está en nuestra esencia.
—«Los pies sienten, y mucho», nos adviertes. ¿Por qué es tan importante cuidar nuestros pies y elegir bien el calzado sin dejarnos llevar por la moda?
—No sabía por dónde empezar el libro y dije: «Por los pies». Suelo hacer la analogía de que nuestro cuerpo es como una casa y los cimientos son los pies. Si los desatendemos empiezan a pasar cosas hacia arriba que dañan la estructura, que es nuestro cuerpo. Patologías como juanetes o pie plano llevan asociados otros problemas, de rodilla, cadera... Es muy importante tener unos pies que se activen bien, que tengan fuerza, estables, para tener una postura adecuada. Si te fijas al ir por la calle, hay muchas personas que caminan hundiendo el pie hacia dentro, esto indica que el arco del pie no está haciendo su trabajo. Y eso sube con efecto dominó hacia arriba, lo va a sentir tu rodilla, tu cadera y el lumbar. Pisar bien es fundamental para la salud de las articulaciones. Y más haciendo ejercicio. Como entrenadora, he visto a personas haciendo ejercicio con mucho peso, con un riesgo de lesión altísimo, haciendo una zancada o una sentadilla hundiendo el pie hacia dentro.
—¿Hay que caminar descalzos?
—Es imprescindible. Lo primero para la salud y una buena postura corporal es andar más tiempo descalzos. Algo que está de moda y va muy mal es el calzado rígido. Hay calzado imposible de doblar, lo que impide que el pie se mueva. Es como moverse pisando un bloque. Algo muy perjudicial son las elevaciones: tacones o plataformas. No solo calzado femenino. Si vamos al calzado deportivo, hay mucho con elevación excesiva y cámara de aire. Cuanto más lejos esté la planta del suelo, menos se activa la musculatura. Es importante que el calzado sea lo más plano posible para que, al caminar, mi pie absorba las fuerzas del suelo. Y ya zuecos o chanclas... olvídate.
—¿Tener una buena postura no es el clásico «ponte derecho»?
—No. De hecho, la postura corporal no obedece a órdenes conscientes o lo hace solo cinco minutos, no obedece a que tu madre diga: «Ponte derecho»; esto es una tirita. La postura es el resultado inconsciente de una buena alineación corporal, y eso se trabaja. Es importante estar relajado.
—Respirar bien no es tan fácil, adviertes. ¿Qué solemos hacer mal?
—El motor que acelera la respiración es el estrés. Cada vez hay más personas que viven con estrés crónico, con un microestrés constante. Eso va alterando la respiración. Respiran por la boca, lo que activa el sistema simpático, el del estrés. Es fundamental, para estar mejor, respirar por la nariz, y menos cantidad y más relajados.
—¿Tenemos más de cinco sentidos? Añades al menos dos más.
—Incluso hay unos 30, pero sobre todo dos importantes que añadir a los cinco clásicos: la interocepción y la propiocepción. Gracias a la interocepción, sentimos por ejemplo si nos cuesta respirar o nos mareamos. La propiocepción nos indica nuestro cuerpo en el espacio. Empezamos a entender este sentido de niños, cuando nos tocamos la nariz y entendemos que está en la cara; al descubrir dónde esta mi cuerpo situado en el espacio, es la www la que nos permite aprender a gatear, después a tenernos en pie, caminar, correr o sortear un bordillo... Es una capacidad que usamos cada día sin darnos cuenta.