
Pasan los días y sigue emocionada. «Fue increíble, superguay, no me creo que haya estado en la alfombra roja de Cannes», asegura Laura Núñez Rodríguez. Lleva queriendo ser actriz desde pequeña y tiene un papel secundario en Romería, la aplaudida película de Carla Simón rodada en Vigo y en otras localizaciones de las Rías Baixas. «Es superbonita, estoy muy contenta con el resultado. Fueron 11 minutos de aplausos, de ovación. Me emocioné pero intenté no llorar para no estropearme el maquillaje», confiesa. Laura tiene 21 años y en Cannes coincidió con otra gallega de 13 años que también participa en el filme, Lía Mora. «No fue posible durante el rodaje porque las escenas no tienen nada que ver. En mi caso rodé en el centro de Vigo y en una propiedad en Bueu que era una pasada, con bajada directa a la playa. La casa de mis sueños. Tengo cosas en común con la protagonista, pero no soy ni familia ni amiga, el que quiera descubrirlo tienen que ir a ver la película», comenta enigmática. Llama la atención que una actriz tan joven y con un papel secundario haya sido invitada a la presentación en una de las mecas del cine. «Cuando salió la noticia de que estaba nominada llamaron de producción para preguntar si podía ir. Cubrieron todos los gastos. Y es surrealista, pocos días después me vi llegando en un coche al festival y, al bajar, cantidad de flashes de las cámaras, gente hablando en francés... Yo no sabía adónde mirar, pero era consciente de todo lo que estaba viviendo en ese momento. Me di cuenta de que es donde quería estar. Estaba flipando, pero es a lo que aspiro. Fue mi primera vez en Cannes, pero no será la última», sentencia Laura.

FIRMA DE AUTÓGRAFOS
El gran triunfador del certamen fue otro gallego, Oliver Laxe, pero nuestra Laura ya sabe lo que es tener éxito. Cuando era una niña ya firmaba autógrafos. «Fue hace 13 años y yo tenía 8. Buscaban parejas de hermanas para un anuncio de Actimel y mi madre nos presentó. Nos escogieron y el spot salía hasta en Disney Channel. En el comedor del cole nos pedían autógrafos, era una pasada», recuerda. La niña gallega del anuncio de Actimel llegó al festival de Cannes.

«La foto que te envío me la hicieron en un yate donde sirvieron un cóctel después del estreno de la película. Flipante. Para el vestuario me puse en contacto con una empresa de Madrid especializada en vestidos para fiestas, Lend the Label, con la que había creado contenido para redes sociales hace algún tiempo. En su día me dijeron que cuando quisiese un vestido les llamase y surgió la oportunidad. Es de la marca Amlul», explica la joven actriz. Estudia Psicología por la UNED y trabaja en una tienda de moda orientada a las adolescentes en la zona de la plaza de Lugo de A Coruña, la milla de oro comercial de la ciudad. «Participé en películas como La sombra de la ley o Live is Life. También en un corto que se llama El coche rojo, para una escuela de Nueva York y también salí en dos capítulos de series como Augas quentes y El final del camino», relata. Y, mientras espera que le surjan nuevos proyectos, se presenta a castings con la ilusión de seguir creciendo en este mundo. En Cannes se dio cuenta de que esto es lo suyo. «En la película me vi bien, pero el personaje no se parece nada a mí. Lo importante es el conjunto, que creo que es una maravilla y seguro que va a gustar muchísimo a la gente», asegura. Primero fue el anuncio de Actimel, después la alfombra roja de Cannes, y ahora tiene todo el futuro por delante.