
Hasta 16 formas de ver la vida se relacionan los 16 tipos de personalidad en las que nos clasificamos las personas si aplicamos el Indicador Myers-Briggs (MBTI). Empáticos, espontáneos, leales y curiosos son los cuatros grandes tipos que hay. La doctora Esther García Navarro nos ayuda con el check... para ayudarnos a conocernos mejor
23 jul 2025 . Actualizado a las 18:34 h.Las apariencias engañan, o al menos distraen. Pues algo tienen en común el profesor Keating, de El club de los poetas muertos, Phoebe de Friends y Simba de El rey León. Y es, más o menos, lo mismo que emparenta al Sparrow de Piratas del Caribe, Han Solo de Star Wars Iron Man de Los vengadores. Keating, Phoebe y Simba son revolucionarios o ENFP, sigla que combina extroversión, intuición, sentimiento y percepción, un tipo de personalidad de las cuatro de la familia de los empáticos, según los categoriza la doctora en Ciencias de la Educación y experta en educación emocional y bienestar Esther García Navarro, que se ha basado en el indicador Myers-Briggs, basado a su vez en Jung, para la guía El libro de las 16 personalidades. En una de esas 16 personalidades pueden hacer check todas las personas, según esta herramienta que ofrece claves y ejercicios para conocerse y situarse en el mundo. Han Solo, Jack Sparrow e Iron Man son solucionadores o ESTP (extroversión, sensación, pensamiento y percepción). Vayamos por partes como Jack el Destripador... El test MBTI se puede hacer en internet, y en El libro de las 16 personalidades consultarse los rasgos típicos de cada patrón, los ejercicios que van a cada caso y varios QR para ir más allá de este resumen y pequeña selección.

EL SOLUCIONADOR
Han Solo y el líder de Piratas del Caribe son de los espontáneos. Son activos, adaptables, analíticos, aventureros, eficientes y realistas. Así los etiqueta (lo resumimos) la autora de El libro de las 16 personalidades. Sus relaciones pueden ser cualquier cosa salvo aburridas, fomentan la autonomía de sus hijos, son de emociones fuertes en la pareja (¿rutina? ¡No, gracias!), brillan por su valentía para el riesgo, su agilidad a la hora de dar soluciones y el don para el liderazgo enérgico. ¿Sus desafíos? Gestionar la impulsividad, trabajar la paciencia y enfocarse más allá del puro presente. Caminar con atención plena de 10 a 20 minutos o practicar la visualización llamada «la diana» les ayuda a regularse en lo emocional.

el sensei
En la familia de los empáticos hay revolucionarios, protectores, conciliadores y Sensei. Nos quedamos de partida con estos de sugerente nombre que, según la doctora García Navarro, son capaces de inspirar y transformar a los que les rodean. El Sensei (Atticus Finch en Matar a un ruiseñor, Mufasa de El rey León, Dumbledore de Harry Potter) es alguien capaz de sacar lo mejor de su equipo. Le encantan las personas y ayudarlas con sus problemas, pero no se dan cuenta de que no pueden cargar con el mundo todo ni salvar a todos, sobre todo a quien no se quiere salvar... Como padre, fomenta la creatividad y el pensamiento crítico, es un romántico y no marea la perdiz si le gustas, brilla por su capacidad de conexión, empatía y organización para los objetivos... ¿Y sus desafíos? Saber decir que no, no presionar a los demás para que cambien o corregir con realidad su idealismo. Como ejercicio, la experta les propone tener un diario emocional.

el AMIGABLE
De la familia de los espontáneos son, como los solucionadores, los amigables, que son la alegría de vivir... incluso sin soluciones. Viven como perros, en el aquí y el ahora. Son el alma de la fiesta y también del equipo de trabajo. Y en el amor tan vibrante como lo es revolucionario, pero con alergia al conflicto. Cero problema, puro disfrute. Con su «No seré juzgada por ti ni por la sociedad, me pondré lo que me dé la gana» es ejemplo de amigable Samantha Jones, de Sexo en Nueva York. También Genio de Aladdín. Brilla con su don para fluir disfrutando las cosas buenas que tiene la vida... ¿Y el pero? Patina en el compromiso, la gestión del conflicto y la estabilidad.

el VISIONARIO
Ahí te quiero ver, Breaking Bad. De la familia de los curiosos, son pensamiento estratégico ¡y a mente lógica a ver quién da más! No solo tienen grandes ideas, las hacen realidad. Entre los amores, el visionario escoge el de la razón. Donde esté el sentido, ¡que se quite la sensibilidad! El lugar de trabajo es un laboratorio de ideas para visionarios como Walter White. Sherlock Holmes es otro ejemplo de visionario... ¿Talón de Aquiles? La frialdad. Menos mal que hay un Watson para compensar.
el metódico
Miranda Priestly, de El diablo se viste de Prada, y el excéntrico Dwright Schrute, de The Office, son un par de metódicos. Hay uno hasta en las mejores familias. La suya es la de los leales, en la que también están el analítico y el anfitrión. En lo laboral, son la organización, la eficiencia y la jerarquía personificadas. Destacan en esto, como en su sentido del deber y la responsabilidad. En el amor, evitan las erráticas flechas de Cupido, esas misma que adoran los espontáneos, como Jack Dawson de Titanic. Ellos son leales, en ellos se puede confiar... Pero nada de relax, y menos si no encaja con la lógica de su plan. El reto de la empatía es el ejercicio que propone para ellos García Navarro.
el analítico
Con el anterior comparte familia el analítico, que lo hace todo con la máxima eficiencia, sin lugar para la distracción. A diferencia del metódico, que se orienta a la acción, el analítico se queda en el mundo de lo introspectivo, evitando la cháchara superficial. El señor Darcy, de Orgullo y prejuicio de Austen, es de manual. Respeto es su máximo exponente en el amor. Destaca en profesiones donde manda la jerarquía (jueces, militares), brilla por su disciplina, su fiabilidad y su fuerte sentido del deber. Necesita mejorar en... flexibilidad y soltura en lo emocional.

el anfitrión
El rey de la familia de los leales es el anfitrión, puro «pegamento social», que une donde quiera que esté. Las relaciones humanas son su ser nuclear, se da y se da y se da. Vive organizando cenas familiares y en lo laboral son líderes que siembran la armonía y temen la improvisación. ¿Ejemplos? Marge Simpson o Mary Poppins, conjunción perfecta de orden, disciplina y calidez. ¿Qué les falta a estas madres superprotectoras? Cuidarse a sí mismas más... Y aceptar que «no pueden controlar las forma de ser de los demás», advierte la autora de El libro de las 16 personalidades.