Andrea Valero, la gallega que aspira a ser Miss Universo: «Tienes que ser una chica guapa, pero también inteligente y tener aspiraciones»

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La coruñesa se proclamó Miss Universo España el pasado mes de julio. «Era el primer concurso al que me presentaba», dice la joven, que en noviembre representará a España en el certamen internacional, que se celebrará en Tailandia

21 sep 2025 . Actualizado a las 13:16 h.

Con apenas 28 años, Andrea Valero (A Coruña, 1997) se convirtió el pasado julio en la nueva Miss Universo España 2025, antiguamente Miss España, un título que la coloca en el punto de mira internacional y le abre las puertas del certamen mundial que se celebrará en noviembre en Tailandia. Ni ella ni la otra finalista escucharon el nombre de la ganadora, pero la cara de sus familiares, que sí habían entendido quién se llevaría la corona a casa, la sacaron enseguida de dudas. «Cuando dijeron Galicia, mi compañera y yo nos estábamos mirando y diciendo: ‘¿Qué han dicho?'. De hecho, ella hizo un gesto con las manos, como diciendo qué pasa, que se le criticó en su día porque parecía que no se estaba alegrando por mí, pero, cuando vi la cara de mi padre y de mi hermana, ya me di cuenta de que había ganado», comenta Andrea, que confiesa que fue un momento muy especial que sin duda le gustaría repetir para no tener esa cara de confusión.

 El certamen, que se celebró en las islas Canarias, fue su primer concurso de belleza, y esto hizo que lo viviera con una intensidad especial. «Lo primero que se me vino a la cabeza fue Tailandia, todo el trabajo que iba a tener que hacer para estar a la altura. Es una mezcla de felicidad, pero también de shock». Es sincera cuando confiesa cuál fue su punto fuerte durante la elección. «Soy consciente, porque me lo han dicho, de que fue mi entrevista con el jurado, la verdad es que me fue muy bien. Fui yo misma, dije cómo soy, a qué me dedico, el plan de futuro que tendría si ganaba y cuál era mi proyecto social. Sé que me sumó muchos puntos a la hora de ser por lo menos una de las top 10». Y pese a ser su primer concurso y no tener experiencias previas como modelo —de niña había hecho cosas puntuales: un desfile con 2 años en A Coruña para una firma de ropa infantil y un anunció para Nestlé con 10—, acabó llevándose la corona.

A Miss Universo España se presentó, asesorada por otra amiga —Mireia Lalaguna, española que fue coronada como Miss Mundo en el 2015—, como un reto personal, sin saber realmente a qué se estaba enfrentando. La preparación para un concurso de belleza, asegura, va más allá del físico. «Son muchos días, tienes a un jurado contigo, estás en el hotel sin poder salir, con gente que apenas conoces, echas de menos a tu familia, a tus amigos, tu casa... El tema de la pasarela hay que prepararlo un montón, por supuesto, yo no me preparé tanto en su día, pero estoy ahora dándole caña para el internacional. La oratoria es superimportante, porque hoy en día no buscan solo una miss como antes, que a lo mejor tuvieran buen físico, sino que ahora también hay que contestar preguntas sobre el escenario. Tienes que saber cultura general, tener un propósito... aunque tengas una corona. Y el inglés lo tienes que manejar, porque las preguntas del internacional son en inglés, y el día a día también».

Sobre las ideas preconcebidas que hace años sobrevolaban a este tipo de certámenes, Andrea asegura que, aunque siempre se puede hacer más, las cosas están cambiando desde hace unos años. «En el mundo de las misses se tienen unos prejuicios bastante grandes, y era una de las cosas por las que dudé si presentarme o no, porque mucha gente a mi alrededor no lo veía como algo que me identificara. Pero dije: «¿Por qué no?». Hoy en día, hemos mejorado mucho: hay entrevistas, una convivencia de una semana entera con el jurado, con lo cual ven desde cómo tratas al personal a cómo te relacionas con tus compañeras... Se busca un perfil más completo, no solo una belleza exterior, sino interior. Tienes que ser una chica guapa y lucir bien, pero también ser inteligente y tener aspiraciones».

Andrea nació en A Coruña, donde residían sus padres. A los 2 años se fue a vivir con su madre a Marbella, donde se ha criado, por eso tiene el corazón dividido, porque, aunque sus raíces son gallegas, no puede obviar que ha crecido en Andalucía. «Pero soy gallega y estoy superorgullosa, hace bastante que no voy y debería ir. Tenemos el mejor marisco». Recuerda que le gustaba ir por el paseo marítimo, «llegar hasta el final, a la torre de Hércules»... «Había un acuario que me encantaba, y también una estatua de un reloj gigante...», detalla Andrea, que tiene pendiente volver a su tierra natal «aunque sea un fin de semana». 

APASIONADA DE LOS VIAJES

Más que una cara guapa, Andrea es el reflejo de una mujer del siglo XXI: formada en Fashion Business en Milán y París, vive a caballo entre España y Dubái y es empresaria en el sector de los viajes de lujo. Siempre le ha gustado la moda y vestir bien, pero, cuando hizo sus primeras prácticas de trabajo, se dio cuenta de que el mundo de la moda era bastante complicado y que el éxito pasaba por crear una marca propia, y aun así no estaba garantizado. Su primer trabajo fue en Madrid, se encargaba del márketing de un fondo de inversión que tenía restaurantes, pero como siempre le ha gustado viajar, y la gente de su círculo cercano le consultaba siempre antes de visitar un nuevo destino, pensó en la manera de monetizarlo. Empezó trabajando para otra empresa para ganar experiencia, y un año después decidió emprender con su propio negocio de viajes y experiencias de lujo. Un trabajo, que tendrá que compaginar con los compromisos del mundo de la moda, pero asegura que no será complicado al ser su propia jefa.

Confiesa que se cuida, pero que le encanta comer, y como entrena bastante, no se priva de nada. «Dicen que las modelos no comen, mentira», indica Andrea, a quien si hay algo que no le entusiasma de ser un personaje público es que la gente se crea con derecho a opinar de su vida, y ella se vea obligada a dar explicaciones «de lo que hace y de lo que no hace». Se considera una mujer muy familiar y que arriesga, con 18 años se fue a estudiar fuera, y desde entonces son varias las veces que le ha tocado empezar de cero a miles de kilómetros de su casa. Y siempre tiene presente un consejo que le dio su madre de niña. «‘Andrea, no dependas nunca de un hombre'. Creo que es algo que me ha hecho ser la mujer que soy , y querer ser independiente, y esto es algo en lo que me gustaría incidir durante mi reinado. Las mujeres debemos ser independientes, elegir nuestro futuro, o con quién queremos estar. Si estás en una relación tóxica o te quieres divorciar, o lo que sea, hazlo. No estés con nadie por dependencia. Eso no quita que no me guste un hombre caballeroso, que abra la puerta, porque hay mucha gente que confunde, y para nada, pero debemos ser independientes y poder hacer los mismos trabajos sin tener una lucha de género. Creo que el hombre y la mujer nos necesitamos el uno al otro, y juntos hacemos un gran equipo, simplemente que se valore el trabajo de la mujer al igual que el del hombre», subraya Andrea, que el próximo 21 de noviembre competirá junto a otras 134 mujeres por la corona de Miss Universo.