El dolor de cervicales que esta asturiana empezó a sufrir cuando tenía 21 años fue el detonante de esta enfermedad que ha limitado por completo su vida. No puede ni siquiera salir de casa y en el caso de que su cuerpo se lo permita debe llevar siempre gafas y gorro porque no soporta la luz ni los ruidos
La presidenta de AENFIPA clama por que se siga investigando sobre esta enfermedad y pide un mayor reconocimiento social. «Para una persona que en gran medida ha perdido parte de su funcionalidad, el tener el apoyo del entorno es fundamental», asegura
El dolor y el agotamiento que esta vecina de A Capela achacaba a su trabajo tenían su raíz en la fibromialgia, una dolencia invisible y crónica que suele ir acompañada de ansiedad, niebla mental y problemas de sueño
El laboratorio Cerebro y Dolor de la Universidade de Santiago busca candidatos para un estudio que pretende abordar la enfermedad desde una mirada innovadora y multidisciplinar