Creció en Sada y empezó a jugar al baloncesto con quince años en Betanzos. En enero fichó por el Betis, tras un año y medio ensombrecido por las lesiones, y el resultado no pudo haber sido mejor
Era casi inevitable que la euforia se trasladara por todos los rincones de Berlín. Tras la victoria de España ante Francia en la final del Eurobásquet, la alegría de los chicos de Scariolo se desbordó sin contemplaciones