En pleno golfo Ártabro dos torres de enfilación cuidan, vigilando con su ojo brillante como ángeles de la guarda, del ir y venir de los barcos por los caminos del mar.
Los bomberos achican agua en el centro juvenil de El Remanso, en Cuatro Caminos, y parte del párking de Riazor sigue precintado. La tromba vespertina que bloqueó la ciudad descargó en diez minutos cuatro litros por metro cuadrado