Os Arrombados: la repercusión de un cuarto puesto que sabe a podio

leticia castro O GROVE / LA VOZ

O GROVE

LETICIA CASTRO

Una comparsa meca íntegramente masculina fundada hace diez años

08 feb 2024 . Actualizado a las 14:04 h.

Hay comparsas en O Grove que calan tanto, que sus letras y disfraces son difíciles de olvidar, porque si detrás hay una buena idea y las canciones son sutiles, el mensaje siempre llega. Le pasa a Os Arrombados, una treintena de jóvenes, que hace diez años decidieron juntarse para no abandonar el escenario del Festival de Comparsas y cuyas ideas están ya en el imaginario colectivo. Imposible no recordarlos vestidos de cajeras de la Festa do Marisco en el 2015, cargando contra el Concello por no meter hombres a trabajar en aquel puesto. Empezaron siendo únicamente quince, el mínimo permitido, con un par de guitarras y bandurrias.

De aquellos quince, trece procedían de otra agrupación mítica —y muy numerosa— que se disolvió un año antes: Os Güeros. Tenían experiencia y una gran debilidad, la música. Varios de los integrantes habían formado en ese tiempo un grupo de cuerda que se llamaba Faísca y Cordal en el que confluían músicos de A Baiuca, Os Güeros o Os Garoulos. Era la excusa perfecta para coger las guitarras fuera del carnaval y seguir activos. Tras la disolución de Os Güeros «pensamos en xuntarnos un grupo máis pequeno, entre colegas, algo que fose máis familiar», cuenta Rodrigo Figueiro. Van allá diez años, nueve entroidos, y un cuarto puesto que se repite de manera sistemática en el ránking de la competición, pues Os Arrombados aún no han tocado podio, y la posición en el certamen ya se la toman a guasa, aunque a veces escueza un poco porque reconocen que todo ese esfuerzo no va acorde con la opinión que perciben del público. Y es que el tema de las puntuaciones, dicen, es mejorable.

A mediados de octubre empiezan a quedar para perfilar la idea, que siempre tiene que ver con algún asunto local de esos que no pasan desapercibidos y entorno a ello deciden disfraz, una cosa es inseparable de la otra .«O disfraz ten que ter un trasfondo, e relacionado sempre co Grove», explica Oscar Moraña, otro de los componentes. La idea debe tener un porqué y conseguir repercusión. «Eu creo que por eso conectamos coa xente tamén» dice Figueiro. Sucedió con el disfraz de cajeras, la denuncia de aquella discriminación, sirvió en cierta medida para que al año siguiente se cambiase el sistema.

Las letras

Jamás desconectan de esa guasa que les caracteriza. Lo hacen sin ofender, pero eso no quita de que se hayan ganado más de un enfado, «incluso hai xente que nos quitou a fala», cuenta Moraña, sin darle importancia. «Nunca facemos unha letra a mala fe, pero claro se vas nas letras é porque algo fixeste» El secreto del éxito no es otro que trabajarse las canciones, «a veces unha boa letra mellora unha mala música, ou ao revés», señalan. Pero si la música es pegadiza el párrafo se memoriza mejor. Cómo olvidar aquel «se caixeira queres ser trae a foto boa de carné porque que o que está a contratar jústalle o marisco de chuchar». O aquella representación do cortello consistorial donde «a cousa no pleno é seria ata que fala Heladio e xa empesa a comedia», en los tiempos del pabellón con mil personas entre el público. Aquello tenía su «aquel romántico, pero é certo que no auditorio escóitase mellor», dicen. Lo que pasará el sábado es un misterio, habrá que ver si revalidan el cuarto puesto o esta vez sí dan la campanada.