Camila Rodríguez tomó las riendas del antiguo San Francisco con el firme propósito de trabajar y vivir en su tierra
24 nov 2024 . Actualizado a las 14:11 h.A veces, los habitantes de un núcleo lo abandonan en contra de su voluntad, obligados por la necesidad de encontrar una oportunidad laboral que en su tierra no vislumbran. Camila Rodríguez Romero quiso escapar de este destino y, pese a trabajar anteriormente en un supermercado, lo apostó todo por la hostelería para abrirse camino en su pueblo, Louro.
Vio la oportunidad que estaba esperando en un local de titularidad municipal situado a pocos metros de la arena de la playa de San Francisco, en la costa de Muros. Llevaba años cerrado a cal y canto, pero Camila recordaba la época en la que había sido un negocio lleno de vida, así que se marcó como meta devolverle el esplendor de antaño.
Tras conseguir hacerse con la concesión del citado local, la emprendedora empezó por una renovación total de las instalaciones, buscando su integración con el entorno, un hermoso pinar, a través del color verde y de una barra doble, que permite pedir desde el exterior. Y continuó por diseñar una filosofía para su negocio basada en la fusión de gastronomía, ocio y cultura. «Buscaba ter unha oportunidade laboral no meu pobo e, ao mesmo tempo, aportarlle algo», explica la hostelera.
Superados los obstáculos propios del período de adaptación, Camila Rodríguez señala que el negocio funciona ahora a pleno rendimiento, siendo mucho más que un bar y que un restaurante. Tiene entre sus puntos fuertes la ubicación, con una terraza desde la que se pueden contemplar la playa de San Francisco y monte Louro, y la carta. Las especialidades van desde raciones variadas elaboradas con productos de kilómetro cero hasta canelones de bogavante, pasando por empanadillas de pan de maíz rellenas de centolla o carrilleras. En el menú también tienen cabida tostas, hamburguesas y carnes variadas.
Abanico de propuestas
El programa lúdico y cultural que ofrece el establecimiento contribuye a marcar la diferencia. Propuestas escénicas, conciertos y sesiones de música disco caldean con frecuencia el ambiente del local. El pasado sábado, un grupo de clientes tuvieron ocasión de saborear un menú cerrado mientras disfrutaban de O bar de Chisco, un espectáculo teatral a cargo de Os Contos non Enchen. Hoy está previsto que tomen el relevo sobre las tablas los integrantes de Zona Cero, una banda que llegará desde Vigo. Chiña, Juan do Tractor y varios disyoqueis de la zona también son habituales en el San Francisco.
Camila Rodríguez se muestra orgullosa y satisfecha del camino recorrido y del punto en el que se encuentra ahora su negocio: «Metinme a cegas nesta aventura, pero non me arrepinto para nada». Al contrario, siente que tomó la decisión correcta cuando decidió apostar por un sector, el hostelero, que no atraviesa su mejor momento: «Estaba convencida de que era un local con moito potencial. Ademais, eu quería vivir en Louro e aquí o único que hai é hostalaría. De aí tamén o meu empeño en ofrecerlle aos veciños alternativas lúdicas».
Partiendo de cero, hoy la emprendedora de Muros está al frente de un equipo formado por otros diez profesionales, una plantilla que constituye otro de los pilares del bar.