Pablo Rivero: «Se habla del bullying de los niños, pero no del de los adultos, y esto me interesaba tocarlo en la novela»
VIMIANZO

Rostro bien conocido como actor, inolvidable Toni Alcántara de «Cuéntame», es también escritor, y este sábado estará en Vimianzo con su séptimo libro, «El rebaño»
04 sep 2025 . Actualizado a las 09:27 h.«Tengo ganas de que llegue el fin de semana para conocer Vimianzo. Lo que he visto, el castillo y demás, me parece precioso», afirmó ayer en Radio Voz Pablo Rivero (Madrid, 1980). Reconocido actor tanto en lo audiovisual como en el teatro —fue Toni Alcántara, en Cuéntame, más de veinte años—, es también un consolidado escritor que este sábado, a las 20.30 horas, estará en el programa Vimianzo M.O.L.A para presentar su más reciente novela, la séptima, El rebaño. Todo el verano ha cargado tintas para una nueva. «Hubo una época en la que me preguntaban mucho si era gallego», ríe. Quizás por eso de contestar saliéndose por otro lado, sopesa. Ha oído hablar del nombre de la Costa da Morte, «y me fascina», apropiado para el género en el que se encuadran sus obras, todas novelas negras con análisis de la sociedad. Rivero es licenciado en Comunicación Audiovisual.
—Sus presentaciones le habrán permitido conocer lugares como este, lugares quizás pequeños, haciendo cosas grandes.
—Una suerte. Dicen que la vida de un libro es corta, pero no es lo que estoy viendo. Si un libro funciona, la gente se lee los anteriores. Vivo una parte del proceso de la vida de los libros de promoción, y si a esto le sumo el ser actor del teatro, imagina la de descubrimientos. Hallo a veces un exceso de humildad, lugares pequeños me agradecen que vaya. ¿Cómo no voy a ir? El lector es el lector, nadie es menos que nadie por vivir en una ciudad más pequeña.
—«El Rebaño» es el título de este libro que trae, pero también es un grupo de WhatsApp de padres. Los carga el diablo...
—[Ríe]. Es un thriller muy realista y a la vez tiene mucho de cuento de terror, con un misterio vivido a partir de cosas que pueden pasar, cotidianas, me interesa que así lo viva el lector. Las madres son las que tienen más voz en este relato, ese rebaño es una metáfora de la sociedad, de lo que puede pasar en las redes, de cómo las noticias corren como la pólvora, para bien y para mal, cómo juzgamos, sentenciamos, sin ningún tipo de cautela cuando algo sucede, en este caso en un colegio. Juzgamos a padres, afectados, incluso víctimas.
—Se ve muy realista.
—Escribo sobre cosas que me han pasado o que reconozco. Hoy los padres tenemos exceso de información, de exigencia, se dan problemas de maneras diferentes, y a veces actuamos con nuestras crías de forma desmesurada. Se habla del bullying de los niños, pero no del de los mayores, y esto me interesa tocarlo en el libro. Sentenciamos a otros padres, a niños, a profesores... Crucificamos por esa sensación de sentirnos protegidos, por ese rebaño.
—Pone el foco en la crianza, y desde la primera página hay una angustia total, pero incluso así es imposible no avanzar.
—La novela tiene dos líneas temporales. Me interesaba partir del peor momento, media hora antes de que terminen las clases, cuando los padres van a recoger a los niños al cole. Barullo, coches en doble fila... En ese momento aparece un cuerpo al lado del centro.
—¿Ser padre le ha despertado miedos que antes no tenía?
—Por supuesto, pero me centro en la infancia porque los niños son los más frágiles junto con los mayores, que también abordo en La matriarca. Me interesa mostrar cómo repercuten en ellos nuestras acciones. Más que el caso en sí, en la novela negra me interesa la psicología de los personajes. En este grupo de padres tú te reconoces. Podría ser yo, te dices. Y me lo dicen.
—¿Ayuda o no ser un rostro conocido a la hora de escribir?
—No sabría qué decir, quizás abre puertas, pero desde luego no he vivido eso de que te contacten por ser conocido para que escribas un libro. Muy al contrario, fui yo quien envió un manuscrito, quién esperó tiempo por una respuesta. Pengüin Random House siempre ha sido muy seria con esto. Me fui un año de Cuéntame, de hecho, para poder escribir. Las novelas funcionan, tengo esa suerte, y hay muy buen feedback en redes, pero también digo que es algo que ha ido muy poco a poco.