El legado tóxico del imperio romano

José A. González MADRID / COLPISA

CIENCIA

Antigua mina de oro romana en O Covallón, en la que los romanos utilizaban plomo para extraer el material
Antigua mina de oro romana en O Covallón, en la que los romanos utilizaban plomo para extraer el material CARLOS RUEDA

Un estudio revela que el uso masivo del plomo disparó su presencia en el aire y la sangre provocando un deterioro cognitivo en los ciudadanos de Europa

07 ene 2025 . Actualizado a las 19:39 h.

 El legado de los romanos en la cultura occidental en difícil de cuantificar: la educación, las calzadas, el sistema de agua potable, el alfabeto, las medicinas, el sistema legal. Su huella va más allá y no siempre ha sido para mejorar la sociedad. Así, un nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences ha revelado que tras la civilización romana se produjo un deterioro cognitivo en Europa. ¿La causa? El plomo.

Los galenos del Imperio Romano eran conscientes del peligro de envenenamiento por este metal pesado, pero era un recurso muy utilizado en tuberías, utensilios de cocina, cosméticos, medicinas, juguetes y hasta alimentos. Sus propiedades de conservación y de edulcorante del vino hacía que el plomo fuera ingerido casi a diario. Pero no fue la única vía de envenenamiento. La amplia expansión de la minería y el procesamiento de minerales metálicos provocó que la contaminación atmosférica se disparara durante el periodo de esplendor de Roma.

«Nuestros hallazgos demuestran que las emisiones antropogénicas de las actividades industriales han provocado daños generalizados a la salud humana durante más de dos milenios, lo que es bastante profundo en mi opinión», señala Joseph McConnell, del Instituto de Investigación del Desierto en Nevada y director de la investigación.

En el hielo

En su rastreo, los científicos bajo el liderazgo de McConell revisaron núcleos de hielo de todos los puntos del planeta, incluida la Antártida, para realizar una cronología detallada de las concentraciones atmosféricas de plomo desde el 500 a. C. hasta el 600 d. C. «Los niveles se mantuvieron altos hasta el declive de la Pax Romana, un período de 200 años de relativa paz y prosperidad que terminó en el año 180 d. C.», revela el estudio. Durante este período se liberaron más de medio millón de toneladas de plomo a la atmósfera.

En su análisis, los investigadores del Instituto de Investigación del Desierto en Nevada alertan que la presencia de plomo en la sangre de los niños -tomando como referencia estudios actuales- redujo su coeficiente intelectual entre 2,5 y 3 puntos. «Puede no parecer mucho, pero se produjo en toda la población y habría persistido durante los casi 180 años de la Pax Romana», dijo McConnell.

«Dejo en manos de epidemiólogos, historiadores antiguos y arqueólogos la tarea de determinar si los niveles de contaminación atmosférica por plomo y los impactos en la salud que hemos identificado (...) fueron suficientes para cambiar la historia», advirtió el investigador estadounidense.

«Se sabe que el plomo tiene una amplia gama de efectos sobre la salud humana, pero decidimos centrarnos en el deterioro cognitivo porque es algo a lo que podemos ponerle un número», afirma el coautor del estudio Nathan Chellman , profesor adjunto de investigación de hidrología de la nieve y el hielo en el DRI. «Una reducción del coeficiente intelectual de 2 a 3 puntos no parece mucho, pero cuando se aplica a prácticamente toda la población europea, es algo muy importante», destaca en coincidencia con la opinión de su colega.

En la actualidad, estudios epidemiológicos sugieren que niveles de plomo en sangre tan bajos como 3,5 µg/dl en niños están relacionados con una menor inteligencia y problemas de aprendizaje más adelante en la vida, que normalmente se miden mediante pruebas de coeficiente intelectual.