La últimas elecciones de José, conserje del CEIP Salgado Torres (A Coruña): «Me toca jubilarme pero aguantaría un poco más»

VIVIR A CORUÑA

José Maroño Astray, conserje del Ceip Enrique Salgado Torres.
José Maroño Astray, conserje del Ceip Enrique Salgado Torres.

Ya lo tiene todo preparado y con la documentación bajo llave para afrontar uno de los días más diferentes de su larga vida como ordenanza

26 may 2023 . Actualizado a las 11:37 h.

Este domingo es un día atípico en los colegios de A Coruña. El silencio se transforma en un ir y venir de gente, con más o menos ganas de participar en la fiesta de la democracia. Ciudadanos, ordenados en presidentes o vocales, son los que gestionan el transcurso del día y certifican que Pepito vota. Sin embargo, antes del comienzo de esta celebración, están los conserjes de los colegios, que se encargan de distribuir las mesas, las papeletas o las cabinas. Y, también, de guardar la documentación oficial, de la que se deshacen hasta la constitución de las mesas. «Es un día especial, no hace hace falta que esté todo el día, pero yo me suelo quedar», cuenta a La Voz José Maroño Astray, que se jubila este curso tras más de 20 años siendo conserje del CEIP Salgado Torres. 

El domingo de elecciones comienza pronto. A las 08.00 horas están citados los que supervisarán la votación. José cuenta que enseguida se ve a los que tratan de marcharse pronto: «Se ve a los rácanos que tratan de irse cuanto antes cuando ven que la mesa ya está formada». Sin embargo, el ordenanza apunta que en «los colegios siempre hay varias mesas». Entonces, antes de irse cualquiera de los convocados tienen que tener claro a qué mesa están adscritos.

Una vez constituida. El conserje entrega a sus miembros un manual de instrucciones sobre sus funciones supervisado por la Junta Electoral Central y aprobado por Acuerdo del Consejo de Ministros o de los Consejos Ejecutivos de las Comunidades Autónomas. José, además, señala que siempre es el primero en ejercer su derecho al sufragio: «Yo voto el número uno»

Una vez que el día comienza. José siempre deja su teléfono a la Policía y los presidentes: «No suele pasar nada pero, por ejemplo, si salta el automático es mejor estar». Lo cierto es que es una jornada en la que siempre se queda, aunque no sea obligatorio. Él vive en una vivienda en el colegio, pero explica que los fines de semana no tiene por qué estar en las instalaciones. 

Ordenanza desde los 18 años 

Este domingo de elecciones será una de las últimas experiencias que José viva como conserje. Ya tiene marcado en el calendario el 21 de junio, día en el que comenzará su jubilación tras 20 años en el CEIP Salgado Torres y otros casi treinta en otros centros. «Tengo que dar las gracias a mi padre porque fue él el que me metió de ordenanza cuando tenía solo 18 años. Aunque no se gane mucho, está la estabilidad y me ha quedado una buena pensión», cuenta. Además, ser conserje en un colegio le permitió salvar las dificultades económicas que llegaron con un divorcio. «Al no pagar renta pude seguir tirando», añade.

Más allá de esa seguridad, José habla de su trabajo con felicidad. Ha alargado su jubilación un año, pero confiesa que aguantaría un poco más. «A mí me gusta ser conserje, sobre todo, en un colegio. Además, el ambiente que hay en este centro es muy bueno y sano, todos somos una familia, no hay diferencias entre profesores, limpieza, comedor o cuidadoras; y eso dice mucho», relata. «Para mí es vida ver como cada año me saludan los niños», añade.

Cuando pasen las elecciones, solo le quedarán unas semanas para decir adiós. Así, durante estos días no deja de escuchar frases como «qué vamos a hacer sin ti, José». Sin embargo, él tiene claro que «nadie es imprescindible, ya llegará otro», dice. El futuro lo tiene en Arteixo, donde se ha alquilado un piso con su actual pareja porque «A Coruña está imposible».