
El productor de Lúa de Dexo, en Oleiros, participará este fin de semana en una nueva edición del Festival del Tomate de Cantabria, que ya ganaron en los dos últimos años
28 ago 2025 . Actualizado a las 10:38 h.Buscar un buen tomate se ha convertido en una auténtica tendencia gastronómica. Cada vez más consumidores priorizan el sabor y la frescura frente a la cantidad, y los tomates de huerta se revalorizan por su autenticidad y dulzor natural. Francisco Gil, agricultor de la finca Lúa de Dexo en Oleiros, recomienda consumirlos recién recolectados y respetar la temporada para disfrutar de su máximo sabor. Este fin de semana participará en el Festival del Tomate de Cantabria, donde ya se llevó los premios en el 2023 y el 2024 por su variedad cherri A Marola
—¿Por qué hay tanto furor por encontrar ese sabor auténtico del tomate?
—Pues lo atribuyo a que el tomate es el único producto de la huerta que tiene fanáticos. Fanáticos absolutos. A nosotros nos viene gente desde Vigo hasta Lugo a comprar tomate a nuestra finca. Eso no pasa con ningún otro producto. El tomate, digamos, tiene fanáticos absolutos, que no pasa con ninguna otra cosa. Y, además, es el producto donde hay la diferencia mayor entre un tomate industrial y un tomate de calidad, de la huerta. Siempre se dice que el tomate de la huerta no tiene nada que ver con el resto.
—¿Por qué muchos consumidores han perdido la confianza en el sabor del tomate?
—Simplemente ha sido una cuestión de mercado y de industria. Lo que buscan los grandes proveedores de superficies comerciales son tomates que no cojan ninguna plaga, que una vez se recolecten aguanten un montón sin estropearse, cuanto más mejor y que los ejemplares sean lo más parecidos posibles entre ellos. Bueno, buscan una serie de cosas, pero el sabor es lo de menos. Buscan rusticidad y el sabor se queda atrás.
—¿Cuánto tiempo tiene que pasar entre que se cosecha un tomate hasta que se come?
—Lo mejor es cogerlo el mismo día. De hecho, nuestro compromiso con nuestros clientes, tanto hosteleros como particulares, es coger el tomate el mismo día que se consume. Fuera de ahí, cuanto más tiempo pase desde que lo recoge hasta que lo come, peor.
—¿Qué propiedades va perdiendo?
—Pierde grados Brix, que es la medida que indica el contenido de azúcares disueltos en un líquido. Desde el momento que se recogen van perdiendo sabor. Si se toman al día siguiente, ya pierden un poquito de grados. En las grandes superficies, por ejemplo, dudo mucho que se encuentre un tomate que lleve menos de 10 días recogido. Nosotros lo cogemos y se come ese día. Y, obviamente, si no se puede comer ese día, o lo que sea, jamás, jamás, jamás hay que guardar un tomate en la nevera.
—¿Cómo hay que aliñar un tomate?
—La gran mayoría de nuestros clientes no lo aliñan, lo comen sin nada. En todo caso, los que lo aliñan, únicamente lo hacen con sal y aceite. Jamás vinagre. Al tomate industrial se le puede echar lo que se quiera. Pero los de calidad deben ir lo menos disfrazados posible. Por ejemplo, nosotros dejamos de trabajar con algún restaurante que los servía en un bol con granos de maíz en conserva. Dejamos de venderles directamente porque estaban estropeando el tomate por completo.
—¿A qué precio se puede comprar un tomate artesano de calidad?
—Los agricultores tenemos la manía de ir siempre por lo bajo, a precios bajísimos. Los agricultores de la zona de A Coruña, creo que están vendiendo los tomates como a 2,50 euros más o menos. Y son tomates de mucha calidad. Lo sorprendente es que luego se ve en grandes superficies que venden tomates industriales a más de 5 euros y la gente se lleva unos disgustos de la hostia con esos tomates porque no saben a nada. En nuestro caso, vendemos el tomate a 10 euros el kilo y tenemos una lista de espera de dos semanas. Mucha gente este año no podrá probar nuestro tomate.
—¿Cuándo no hay que comprar tomates?
—Es bastante relativo, pero fuera de temporada, claro. En febrero, por ejemplo, comprar tomate es ridículo, no tiene sentido. Habría que acostumbrar a todo el mundo a consumir solo en temporada. ¿Qué pasa? Que el mercado es el que es y las necesidades son las que son. Para mí es cierto que últimamente, en los últimos años, aparecieron un par de marcas de tomate, marcas, no variedades, en las grandes superficies, que cubren perfectamente el consumo de tomate de calidad en invierno. Son tomates de empresas canarias. Creo que los llaman tomate dulce, me parece. Pero, cuidado, son variedades de 24 o 27 euros al kilo. O sea, no son para todo el mundo.
—¿Cuándo es el mejor momento para comprar tomates gallegos de calidad?
—A ver, ahí nosotros somos un poco díscolos con la opinión general. La temporada de tomates comienza a principios del verano. En junio está todo el mundo ya deseando probar los tomates de temporada. Pero nosotros no tenemos tomate en junio porque el tomate de ese mes todavía no está rico, digan lo que digan. En nuestro caso, lo retrasamos más, a finales de julio o principios de agosto. Ahí es cuando el tomate tuvo las horas de calor que necesita para soltar todos los azúcares y estar más rico. No obstante, el otro día estuve leyendo que ya hay quien dice que septiembre es el mes del tomate.
—¿El tomate necesita mucho calor?
—Sí, olas de calor, necesita que las temperaturas del día y la noche sean lo más parecidas posible, y ahí es cuando el tomate alcanza más grados Brix, que miden los azúcares de los tomates.
—Este mes de agosto ha sido muy cálido. ¿Prevé una buena temporada?
—Bueno, puede que no sea así. Hasta los últimos años, para tener tomate en Galicia había que cultivarlos en el invernadero. Este año, por la ola de calor, los tomates de invernadero sufrieron mucho. Ten en cuenta que aquí llegamos a temperaturas cercanas a los 30 grados al aire libre, pero dentro de un invernadero se alcanzan los cuarenta y pico grados o más. Entonces, eso no es bueno para el tomate tampoco. Y de hecho, este año nosotros tuvimos más problemas con plagas que por aquí no conocíamos, que se producen precisamente por temperaturas altas y tiempo seco.
—¿Hasta cuándo se pueden encontrar tomates buenos de temporada?
—Depende un poco de la climatología, pero en Galicia hay cosas de muy buena calidad hasta mediados de octubre.
—¿Cuántas variedades de tomate cultivan ustedes?
—280 este año.
—Y de esas, ¿cuáles diría que son las que más éxito tienen?
—Bueno, sin duda, a nosotros se nos conoce por el tomate cherri A Marola. Con él ganamos el premio al mejor cherri de España en los años 2023 y 2024 en el Festival de Tomate de Cantabria. De hecho este fin de semana nos vamos otra vez para allí, que se celebra una nueva edición.
—Ahora menciona la variedad cherri… ¿Acostumbra a tener más sabor que las variedades más grandes?
—Si son variedades buenas, el cherri tiene más sabor, sin duda. Pero no es fácil encontrar una variedad de cherri buena. Pero sin duda, los cherris tienen muchísimo más sabor si hablamos de variedades artesanales de calidad.
—Y ya para terminar, ¿cómo espera que vaya esta nueva edición del certamen de tomates?
—Este fin de semana nosotros realmente siempre decimos lo mismo, y suena como muy romántico, pero realmente ganar o no un premio es lo de menos. Sí que nos da repercusión en medios y demás, pero lo que nos gusta de asistir al Festival de Tomates de Cantabria es encontrarnos con amigos, los mejores cultivadores artesanales de tomate de Europa, incluso de Sudamérica. Entonces, pasamos un fin de semana entero probando tomates nuevos, variedades que encontraron otros compañeros, intercambiamos semillas... Pero bueno, si a mayores tenemos un premio, pues bienvenido sea.