Las creencias falsas, pero extendidas, sobre el impuesto acaban perjudicando al contribuyente
21 mar 2024 . Actualizado a las 12:32 h.Que beber agua con azúcar quita las agujetas o que Elvis está vivo son mitos tan falsos como extendidos los que, a punto de abrirse la campaña de la declaración de la renta 2023, aún persisten en torno a la liquidación del impuesto. Legálitas desmonta las creencias equivocadas más comunes entre los contribuyentes, como que ser menor exima de tener que hacer el IRPF o que presentar la declaración una vez ya obliga a hacerlo para siempre.
¿Tengo que presentar el IRPF si no llego al salario mínimo?
Que no es necesario es un mito falso, ya que aunque no se alcance el salario mínimo, sí hay que hacer la declaración si, por ejemplo, se cobran rentas por un alquiler y, en conjunto, se superan los 1.000 euros.
¿Pedir el borrador obliga a presentarlo?
No. Legálitas explica que acceder al borrador no significa tener que presentar la declaración. De hecho, si no se está obligado a hacer la declaración, lo habitual es sacar el borrador para comprobar si el resultado es a devolver y presentarla o, en cambio, es a pagar y no presentarla.
¿Es mejor no declarar si no se está obligado?
Falso. Si sale a devolver —aunque no se esté obligado— los expertos recomiendan presentar la declaración para que Hacienda devuelva el dinero retenido.
¿Si Hacienda me envía una paralela es que me investigará cuatro años?
No. La Administración Tributaria puede revisar la autoliquidación de cualquier contribuyente en cualquier momento antes de que prescriba, lo que ocurre a los cuatro años.
¿Si estoy en paro no tengo que declarar?
De nuevo, es falso, ya que hay contribuyentes que, pese a estar en paro, han tenido, además del SEPE, otro pagador, lo que rebaja los límites para estar obligado a declarar y es preciso revisarlo.
¿Todas las ayudas y subvenciones tributan?
Tampoco. Hay algunas que están exentas. Pero las que no lo están y tributan hacen que el resultado del IRPF varíe, como recuerdan desde Legálitas.
Si declaro un año, tendré que hacerlo siempre.
No. Es otro mito. La obligación de presentar la declaración depende de los ingresos de cada año, por lo que cada ejercicio es independiente.
¿Los menores de edad están exentos de tributar?
Mentira. Justo cuando ha trascendido, por ejemplo, que en la trama del caso Koldo este puso a nombre de su hija de dos años un piso, merece la pena recordar que a los menores se les aplican los mismos límites tributarios que al resto de lo contribuyentes, solo que es menos habitual que los pequeños tengan rendimientos del trabajo o vendan propiedades que les obliguen a hacer el IRPF.
Si se tienen hijos, el IRPF sale siempre a devolver
Falso de nuevo. «Se pueden tener hijos que dependan económicamente de ti y que la renta salga a pagar porque las retenciones que te han practicado en el trabajo estén mal o porque los hijos no cumplan los requisitos para incluirlos», indican los expertos de Legálitas.
Una alta retención en la nómina hace que te devuelvan más.
No. Depende de las retribuciones anuales y de las circunstancias personales, por lo que si el porcentaje de retención aplicado es el correcto ni devolverán ni se pagará, aunque la retención sea alta.
Si compras casa puedes desgravar.
Tampoco. Solo pueden hacerlo quienes adquirieron su vivienda habitual antes del 2013, cuando se eliminó la desgravación.
¿Los bizum se declaran?
Creer que no se declaran nunca es otro mito. Si se efectúan en al ámbito de una actividad económica deben declararse, igual que los abonos en efectivo o las transferencias bancarias.
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No hay que darse de alta como autónomo ni declarar si ingresas menos de 3.000 euros al año.
Error. Legálitas explica que si se realiza una actividad económica por la que se percibe más de 1 euro, se está obligado a darse de alta en Hacienda. Si durante el año, junto a otras rentas, se han obtenido más de 1.000 euros, hay obligación de hacer la declaración.
Si sale a pagar, Hacienda no te investigará.
Quizá sea de las creencias más extendidas. Pero es falsa, ya que cualquier declaración de la renta puede ser comprobada.
Cuanto antes presente la declaración, antes cobraré.
Otro de los mitos de mayor alcance donde se confunden realidad con deseo. El fisco dispone de seis meses desde que se cierra el plazo de presentación para devolver lo que proceda.