Junts se desmarca del voto de su consejero en la CNMC y exige al Gobierno parar la opa del BBVA al Sabadell

C. R. BARCELONA / COLPISA

ECONOMÍA

El secretario general de Junts, Jordi Turull, atendiendo a los medios este viernes
El secretario general de Junts, Jordi Turull, atendiendo a los medios este viernes EUROPA PRESS | EUROPAPRESS

Pere Soler, exjefe de los Mossos el 1-O, dio luz verde a la operación tras reclamar el blindaje de las pymes catalanas

02 may 2025 . Actualizado a las 19:38 h.

Giro sorprendente en los entresijos políticos que rodean a la opa de BBVA sobre Sabadell. Día y medio después de que el consejero que propuso para la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Pere Soler —exresponsable del organismo parejo en Cataluña y exjefe de los Mossos en el referendo ilegal del 1-O—, votara a favor de la operación, Junts rompió su silencio, se desmarcó de ese aval y retornó a su exigencia inicial, la que comparte la Generalitat de Salvador Illa y el grueso de los partidos en la comunidad: que la absorción no puede prosperar.

En medio del desconcierto que había provocado el posicionamiento de Soler, que propició que el sí de la CNMC fuera por unanimidad, los de Carles Puigdemont exigen al Ejecutivo de Sánchez, el que tiene ahora la patata caliente sobre la mesa del Consejo de Ministros, que pare la opa. Con un reconocimiento, eso sí, a lo que creen que ha conseguido su consejero, que cifran en la asunción en el informe del regulador de la especificidad catalana.

A principios del mes de febrero, Pere Soler prometió su cargo como consejero de la CNMC. Puigdemont situaba así a un dirigente afín en un organismo clave, con el encargo de seguir desde dentro a la entidad que tenía entre manos la decisión sobre si autorizar o no la opa lanzada por el BBVA al Sabadell, calificada hace un año por el expresidente de la Generalitat como un «155 bancario».

El voto favorable de Soler al dictamen de Competencia, avalando la opa, había dejado en una situación comprometida a Junts, que el martes y el miércoles mantuvo un calculado silencio ante la decisión de la CNMC. Con su voto en contra, Soler no podía frenar la decisión de Competencia de avalar la operación, pero sí dejar constancia de una posición discordante con su voto particular, como la que tienen de forma mayoritaria en Cataluña las patronales, sindicatos y buena parte del arco parlamentario, del PSC, a la CUP, pasando por ERC o los comunes. También los de Puigdemont habían mostrado públicamente su rechazo más enérgico.