Adiós a una Semana Santa con cuatro días sin procesiones en Ferrol por la lluvia: «Hai que protexer o patrimonio»

Patricia Hermida Torrente
Patricia Hermida FERROL / LA VOZ

FERROL

Eucaristía ofrecida ayer por el obispo de Ferrol, en la concatedral de San Julián.
Eucaristía ofrecida ayer por el obispo de Ferrol, en la concatedral de San Julián. JOSE PARDO

La ciudad también se quedó sin desfiles el último día para preservar así las imágenes del mal tiempo; cofrades como las de la Esperanza se sienten «muy tristes porque el trabajo se pierde por algo incontrolable como la climatología»

21 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Complicado hallar consuelo cuando la Semana Santa de Ferrol termina con cuatro días sin procesiones por culpa de la lluvia. Pero los 5.000 cofrades se pondrán en breve manos a la obra para preparar la Pasión del 2026. Impera la tristeza, como cuando ayer también tuvieron que suspender todas las salidas que quedaban para el Domingo de Resurrección. A cambio, el obispo, Francisco García Cadiñanos, ofició una eucaristía en la concatedral de San Xiao. Desde la Junta General de Cofradías, su presidente, César Carreño, deja claro que las imágenes religiosas no pudieron procesionar «porque hai que protexer o patrimonio». Estas joyas de gran valor artístico y sentimental, algunas del siglo XVIII, deben preservarse de las inclemencias del tiempo. Cofrades como las chicas del Tercio de la Esperanza (Cofradía de Dolores) se sentían «muy tristes, todo el trabajo se pierde por algo que no puedes controlar: la climatología».

El golpe de la lluvia provocó no solo la suspensión de procesiones, sino también alguna cancelación en hostelería. La Semana Santa de Ferrol, declarada de Interés Turístico Internacional, se iniciaba con un Domingo de Ramos esplendoroso. En Lunes Santo, ya no pudieron desfilar el Cristo Rey y la Virgen de la Amargura. En Martes Santo, hubo procesiones, pero la de la Jesús de la Columna y Virgen de la Esperanza sufrió una retirada acelerada por la lluvia. Así lo explican las portadoras del Tercio de la Esperanza, cuya mayordoma es Lola Castro Casares: «Tuvimos la situación agridulce y accidentada de sacar la procesión, pero se canceló en medio del camino».

Lágrimas en la suspensión de una procesión de la Cofradía de Dolores.
Lágrimas en la suspensión de una procesión de la Cofradía de Dolores. CESAR TOIMIL

Miércoles Santo fue un oasis en medio del desierto. Pero la lluvia volvió en Jueves Santo, barriendo desde entonces toda la programación en la calle. A partir de ahí, no salió una sola procesión. Recalca César Carreño que «as imaxes son patrimonio que temos que protexer para o noso futuro». Por ese motivo, «a nosa obrigación é coidalas, e que as seguintes xeracións poidan disfrutar delas».

Las chicas del Tercio de la Esperanza, con la mayordoma Lola Castro Casares al frente, apuntan que «la emoción colectiva en los implicados en la Semana Santa es de tristeza y frustración por no poder disfrutarla después de más de un año». También hay «impotencia». De ahí, la «situación agridulce» que vivieron ellas de una cancelación en medio del desfile.

Colas esta Semana Santa para entrar a ver las imágenes a la iglesia de Dolores.
Colas esta Semana Santa para entrar a ver las imágenes a la iglesia de Dolores. JOSE PARDO

«Un trabajo que se pierde»

Como recuerdan las cofradías, en Ferrol se trabaja los 365 días por la Pasión. Y por eso duele más quedarse con cuatro días de vacío. Las portadoras de La Esperanza inciden en que «esta Semana Santa ha salpicado a todas las cofradías, y dentro de ellas hubo dotaciones y tercios que no han salido... nada en absoluto».

Otra de las chicas de este Tercio de la Virgen de la Esperanza indica que «al final, el trabajo y la ilusión se pierden por algo que no podemos controlar, como la climatología». Para ellas, «ya no es solo la tristeza de no poder sacar nuestras imágenes, también nos apena la gente que se queda en la calle sin poder disfrutarlas».

Muchas voces decían estos días en las calles que «no recordamos una Semana Santa tan lluviosa en Ferrol». Reconocen en el Tercio de la Esperanza que «en la calle ese ambiente se ve, la gente sale a coger sitio y esperan por ti para apoyarte... y lo hacen porque les nace». Apuntan que «no solo nosotras pasamos meses ensayando, también muchos visten las imágenes, colocan el adorno floral, las velas.... para que todo luzca lo mejor posible y mantener el valor de estos días». Y concluyen que lo importante es que «la gente de la calle entiende que tenemos un patrimonio que cuidar».

Pese a la rabia, impera la generosidad. Lo demuestran los 4.698 euros recaudados en la arqueta de Nuestra Señora de las Angustias, el Sábado Santo, que se destinarán al refugio Pardo de Atín. Porque, como recuerda Bea Martínez, cofrade de las Angustias, «se trata de uno de los actos más emotivos y humildes, para que los más pobres tengan comida y techo». Además, aún queda la subida de hoy para honrar a la Virgen de Chamorro... si el cielo lo permite.