Una villa que brilla con luz propia por su patrimonio cultural, por su historia, por su paisaje y por su gastronomía
12 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Basta con abrir los ojos o con viajar a través de los senderos de la memoria, para constatar, de nuevo, que Mugardos es uno de los más bellos lugares de toda la costa gallega. Un lugar que brilla con luz propia por su paisaje y, por supuesto, por su extraordinaria gastronomía. Pero también, nadie lo olvide, por su extraordinario patrimonio cultural, tanto material como inmaterial: un patrimonio cultural que abarca desde una arquitectura irrepetible y un ecosistema admirable, hasta la música, las leyendas y la literatura de un lugar que ha inspirado a creadores de los más diversos ámbitos.
El Pazo de la Sirena
Allí está, y uno nunca se cansa de subrayarlo, una de las más singulares piedras armeras de Galicia, la del Pazo de la Sirena. Un escudo que inspiró uno de los más hermosos relatos de don Gonzalo Torrente Ballester, uno de los más grandes escritores europeos del siglo XX.
La villa de Mugardos es, en sí misma, un milagro de la arquitectura, en medio de un paisaje en el que se abrazan, en la ribera sur de la ría de Ferrol, la mar, la tierra y el cielo. En realidad, todo el municipio es, en conjunto, un regalo para quienes aman el arte, la historia y la belleza.
Basta con citar el formidable castillo de La Palma, centinela de la ría de Ferrol y hermano de la fortaleza de San Felipe. O con mencionar la ensenada de O Baño, donde por primera vez tocó tierra española Mariana de Neoburgo, la que después sería esposa del rey Carlos II el Hechizado.
(Ya saben ustedes, por cierto, que la leyenda cuenta que, al desembarcar, la reina —que entonces, claro está, aún no lo era— resbaló en una roca. La roca que, desde entonces, recibe el nombre de O cú da raíña).