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El caso Prestige ha vivido dos grandes períodos de estabilidad durante la instrucción judicial. Al principio, entre noviembre del 2002 y abril del 2005, cuando el juez Francisco Javier Collazo Lugo estuvo al frente de la causa. Y desde febrero del 2006, cuando logra plaza la actual titular del juzgado, Carmen Veiras Suárez. Los relevos al frente de la instrucción se produjeron en un solo año, el 2005. Pero durante esos doce meses hubo nada menos que cuatro jueces encargados del sumario más complejo que se instruye en Galicia. Estos vaivenes dieron quizás una imagen muy distorsionada del procedimiento, dando la sensación de que la provisionalidad de los jueces no era la mejor estrategia para enfrentarse a un caso tan complejo que acumula más de 115.000 folios si se incluye la pieza civil.
Sin embargo, Carmen Veiras Suárez pudo afrontar con estabilidad aunque no sin dificultades una fase final de las diligencias que se ha alargado más de lo previsto. Incluso logró la dedicación exclusiva al caso durante algunos meses, con el objetivo de avanzar en la instrucción.
Periciales
En este período, Carmen Veiras Suárez desbloqueó las dos pruebas periciales que la Audiencia Provincial de A Coruña había solicitado para investigar los aspectos más técnicos del accidente. Pero lo hizo con polémica, ya que se cuestionó la imparcialidad de uno de los peritos elegidos por haber participado en una reunión con el gabinete de crisis gubernamental que gestionó la marea negra.
En su auto de apertura de juicio oral, Veiras Suárez asumió las tesis de esta prueba pericial, defendió la decisión de alejar el barco y optó por retirar la imputación al ex director general de la Marina Mercante, José Luis López Sors.
No obstante, sus decisiones fueron totalmente desautorizadas por un auto de la Audiencia Provincial de A Coruña, con el que se volvía a imputar al alto cargo gubernamental.