Transportes estudiará el cambio de ancho en la línea de alta velocidad gallega, pero con reservas

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Tren Avril circulando en pruebas para su homologación
Tren Avril circulando en pruebas para su homologación Talgo

El ministerio intenta que Talgo se comprometa a que el Avril esté circulando por las vías gallegas en verano, pero no depende de la Administración, sino de un complejo proceso de homologación

22 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La línea de alta velocidad está construida. Y la ministra que la inauguró, recogiendo los frutos de muchos Gobiernos, volvió un mes después de la inauguración para atender las propuestas y demandas de la Xunta. Buena parte ellas tienen que ver con la optimización de esa gran autopista ferroviaria. Sí, ya está construida, pero ahora se necesitan los vehículos que realicen un aprovechamiento digno de una inversión cercana a los 10.000 millones y lleven a las ciudades más pobladas de Galicia los tiempos comprometidos. O que una ministra como Raquel Sánchez, según recordó ayer Feijoo, opte por el AVE en lugar del avión para venir a Galicia. Y todo eso, tal y como está planteada la línea gallega, con una red interior de ancho ibérico que es una rara avis en el mundo, solo se puede conseguir con los trenes Avril de ancho variable, en proceso de homologación. En paralelo, el ministerio se compromete a estudiar la propuesta para cambiar el ancho de vía entre Santiago y Ourense.

La homologación

¿Es factible que los Avril de ancho variable estén circulando en verano? En una entrevista reciente a La Voz, la ministra Raquel Sánchez fue prudente y, en lugar de referirse al verano para la puesta en servicio de los trenes de muy alta velocidad, habló del 2022 en genérico. Parece que en conversaciones con Talgo previas a la reunión con la Xunta la empresa fabricante dio fiabilidad al plazo del verano. Aunque todo indica que no será en junio —como desea la Xunta por el Xacobeo—, sino más bien hacia septiembre. Los trenes Avril tenían que estar circulando ya por las vías gallegas, pero, como en todos los sectores, la pandemia y la ruptura de la cadena de suministros hizo de las suyas. La homologación es un proceso muy complejo, donde la más mínima duda técnica puede generar problemas en cadena. Es un asunto muy técnico donde la intervención de la Administración es de supervisión, con un margen mínimo de actuación respecto a los plazos, de ahí la expresión de que el ministerio «hará lo posible» para que los trenes estén en verano. Extraoficialmente se sabe que las dos ramas en pruebas han recorrido en total más de 50.000 kilómetros. Pero son las de ancho fijo. Los de ancho variable, que son los que precisa Galicia, aún están con las pruebas estáticas. En las dinámicas no tendrían que hacer tantos kilómetros, pues la mayoría de los componentes son compartidos. Y eso abre la puerta a que puedan estar listos en verano.

El cambio de ancho

Compromiso para crear un equipo técnico que lo estudie. Raquel Sánchez se comprometió a estudiar la propuesta de la Xunta para ver si es posible la migración del ancho ibérico al internacional entre Santiago y Ourense. El análisis se realizará en el seno de un grupo técnico que se creará en las próximas semanas y que estudiará las opciones. Transportes defiende la opinión de los técnicos del ADIF de que la mejor opción es el cambiador de ancho en Taboadela y, con el tiempo, a la salida de la estación de Ourense. Y dejar el cambio de ancho para más adelante, probablemente en coordinación con el del eje atlántico. Va a ser difícil que un criterio tan enraizado en el sector técnico del administrador ferroviario cambie, pero por lo menos se comprometen a analizar una realidad tan específica como la gallega al margen del grupo que estudia este asunto a nivel nacional. Y conjuntamente con los técnicos que lanzaron esta propuesta desde Galicia. La barrera que supone el ancho ibérico para las operadoras que compiten con Renfe —con trenes todas ellas de ancho fijo— no parece tan determinante para Transportes. Sin embargo, Iryo, la denominación comercial de la operadora de la empresa hispano-italiana Ilsa, cuyos trenes empezarán a circular este año, lanzó este tuit hace unos días: «Las particularidades técnicas de la red española y la ingente inversión que requiere el mercado frenan la expansión de los operadores a determinadas rutas», en clara referencia a destinos que, como Galicia, tienen variabilidad de anchos o de sistemas de seguridad a lo largo del recorrido. Estas barreras pueden conducir a un escenario con una competencia limitada en Galicia, y por tanto no podrá beneficiarse del aumento de alternativas y frecuencias y de la bajada de precios que acarrea la libre competencia.

La demanda

El éxito sin paliativos de la línea de alta velocidad entre los usuarios. La ministra hizo un balance del primer mes de funcionamiento de la línea de alta velocidad, y el éxito de demanda es incontestable tanto en los servicios Alvia como en los AVE. Raquel Sánchez refirió un crecimiento del 65 % con respecto al mismo período del 2019 y del 2020, cuando todavía no había restricciones por la pandemia. En un comunicado de prensa, Renfe afinó el redondeo en un 67 %, nada menos que unos 100.000 viajeros transportados en solo un mes de funcionamiento gracias a la hora que de media se ahorran la mayoría de las ciudades. En el caso de Ourense, las dos horas y cuarto de viaje permiten ir a Madrid y volver en el mismo día a precios razonables si se reservan con cierta antelación los billetes. La gran demanda es el mejor argumento contra los negacionistas de la alta velocidad gallega.