Galicia se expone a perder un 20 % del alumnado de 3 años en el 2033

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Miguel souto

A Fonsagrada, Costa da Morte, Ordes y Ortegal, las zonas más perjudicadas

08 ago 2022 . Actualizado a las 07:22 h.

En el 2033, Galicia habrá perdido más del 20% de sus alumnos de 3 años de hoy. Esto significa que si todas las aulas de infantil de la comunidad tuviesen los 25 alumnos que pueden admitir, en un decenio habrán desaparecido 145 clases. Lo dice el Instituto Galego de Estatística (IGE) en su Proxeccións de poboación a curto prazo. 2020-2035.

Según estas previsiones, solo habrá más alumnos en el 2033 en las comarcas de Terra de Lemos y Sarria, mientras que Quiroga mantiene a cero el índice. Para el resto de las 53 comarcas que contempla el informe del IGE, el panorama es malo, y va desde el 2,3% de caída en A Coruña al casi 61% de descenso en Soneira.

Hay que tener en cuenta que los datos del IGE no son los peores que cabe imaginar. Determinados a partir de las cifras del INE a 1 de enero del 2019, la primera previsión de nacimientos (por comarcas) son del 2020. Y el instituto gallego calculaba que en el 2021 nacerían en la comunidad 15.157 personas. Pero se equivocó: nacieron 14.991, 166 menos. No contaba el IGE con una pandemia mundial, ni tampoco con la actual crisis bélicoenergética, que desanima a las parejas jóvenes a asentarse y tener hijos.

Sí tuvo en cuenta para sus proyecciones otros factores relevantes: mortalidad, fecundidad y migración, tanto interna como externa. Y con todos los datos ha optado por el modelo comarcal para reflejar de la manera más exacta posible lo que parece que va a ocurrir en Galicia.

Los datos apuntan a una caída generalizada, con zonas especialmente castigadas, y que en conjunto se caracterizan por sus malas comunicaciones con las áreas económicamente más pujantes. En el interior de Ourense el IGE no contempla un descenso muy acusado de la natalidad, en parte porque hay un mínimo estable de vecinos en la zona y ese proceso de despoblación ya se dio en las décadas anteriores.

Los descensos relativos pueden ser engañosos, porque no es lo mismo el 2,3?% que pierde la comarca coruñesa (de 2.602 a 2.543 estudiantes de 3 años) que el 3,6 de la de Valdeorras, donde los 112 alumnos que empezarán en el 2023 sus estudios se convierten solo en 108 diez años después.

Las áreas con peores perspectivas son: las montaña fonsagradina, la Costa da Morte, Ordes y Ortegal, mientras que las Rías Baixas parecen aguantar el tirón, así como la línea de autopistas hacia Ourense. Curiosamente, Santiago y O Sar perderían sobre un 21%, en la media autonómica.

«Onde hai nenos, hai un colexio. O peche dun colexio non causa a caída demográfica, é a súa consecuencia»

El 8 de septiembre próximo irán a clase de infantil y primaria unos 7.500 alumnos gallegos menos que un año antes. Un caída de récord que supone una puntilla tras dos años muy malos, con pérdidas de 4.000 estudiantes el curso pasado y 2.500 el anterior: son 14.000 plazas menos en tres cursos.

Frente a este panorama, desde la Consellería de Educación se insiste en que la oferta aguanta: «Á espera de que concreten os datos que cada ano saen no DOG —dice el servicio de prensa—, trabállase coa previsión de que o número de aulas será de novo superior ao que había antes do inicio da pandemia», es decir, en el curso 2019/20. El covid obligó a distanciar a los alumnos y crear grupos burbuja, y eso supuso doblar muchas clases, incluso el curso pasado, que se mantuvo en infantil y primaria.

En San Caetano lo tienen claro: «Onde hai nenos, hai un colexio. É dicir, o peche dun colexio non causa a caída demográfica, é a súa consecuencia». Y mencionan el caso del el CEIP de Merza, que quedó sin alumnos.

En cuanto a las fusiones del año anterior —en Baamonde, Pino del Val o en Marín— se debieron «a peticións dos concello ou da propia comunidade educativa, que decidiron agrupar aos alumnos noutro centro co propósito de mellorar os servizos que reciben». Educación recalca que «o peche é a última opción» y en aquellos casos que Inspección ve con riesgo, «trabállase durante o curso con concellos e asociacións de familia para facer viable o servizo».

Solo el 0,3% cambia de concello

En la Xunta considera que en Galicia la atención al alumnado de infantil y primaria es buena: «O 99,7% co servizo educativo no seu concello. Só o 0,3% , 596 alumnos, non», mientras que ese porcentaje en el conjunto de España es del 1,2%, y «en comunidades como Castela e León, cunha demográfica similar á galega, esta cifra está no 9?%». A veces incluso en las zonas rurales hay crecimiento: «Naqueles lugares, urbanos ou rurais, onde se incrementa a matrícula, increméntanse os recursos». Ocurre en Salceda de Caselas, que se está ampliando el IES Pedras Rubias, o en Sober, donde el CEIP Virxe do Carme ha ganado alumnos. Y para atender la demanda en zonas que ganan población, se están construyendo centros en Vigo (IES de Navia) o Ames (CEIP de Milladoiro).

Dinero directo, tarjetas y subvenciones para animar la natalidad

Las comunidades autónomas diseñan políticas de fomento de la natalidad que pasan por ayudas directas al nacimiento de los hijos o apoyos en su crianza. Y también en las zonas donde la despoblación rural se ha convertido en el vaciado de los municipios se adaptan las escuelas a esta nueva realidad.

En Galicia, hay dos ayudas económicas a las familias cuando nace un bebé: la Tarxeta Benvida (mínimo de 100 euros al mes durante un año en familias de umbral económico medio y bajo); y Bono Coidado, una ayuda para pagar unas 80 horas de cuidado de los menores de 12 años para favorecer la conciliación. A eso se suma el fomento de las opciones de teletrabajo (de hasta 3 días a la semana para funcionarios) y la gratuidad de las escuelas infantiles para todos los niños. Las aulas se mantienen abiertas con 6 o más alumnos.

Las aportaciones económicas son normales en las diferentes comunidades autónomas, y van de los 400 euros mínimos de Cantabria (llega a los 1.000 para las zonas rurales) y País Vasco a los 1.200 de Aragón, pasando por los 500 de Extremadura (de hasta 1.000), 600 de Andalucía o 650 en Cataluña. Asturias, Castilla-La Mancha y La Rioja aportan dinero a las familias numerosas y en Baleares subvencionan la contratación de servicios de cuidados a menores. Canarias, Comunidad Valenciana, Madrid, Murcia y Navarra no tienen programas económicos específicos.

También hay flexibilidad en el mantenimiento de las aulas pequeñas: en Aragón se permite la docencia con 3 alumnos, mientras que en las Castillas y Asturias tienen que ser 4 para seguir abiertas.