Diego Calvo: «No puede ser que el AVE más rápido de la historia sea el que más se retrasa»

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El conselleiro Diego Calvo, en su despacho de San Caetano
El conselleiro Diego Calvo, en su despacho de San Caetano PACO RODRÍGUEZ

El conselleiro de Presidencia, con competencias en materia de movilidad, ve necesario un plan de puntualidad, también en media distancia

16 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde la consellería de Presidencia, Diego Calvo (San Sadurniño, 1975) tiene competencias en Xustiza, Deportes, Administración Local, Emerxencias y la coordinación con el Parlamento, entre otros asuntos. A esos campos de actuación tan amplios y diversos, el presidente Alfonso Rueda le ha añadido ahora Mobilidade, tras la reestructuración administrativa de la Xunta que llevó a cabo tras la victoria electoral del 18F.

—¿Sabía que a todas estas competencias el presidente Rueda planeaba sumarle Mobilidade?

—No. No tenía esa información Fue cuando el presidente empezó a despachar con nosotros cuando planteó esa posibilidad. Quería que todo el área de movilidad, que estaba repartida entre varias consellerías, estuviera unificada. Y que debería estar en la consellería más transversal. Le dije que me parecía bien, aunque lógicamente es un reto. Hay muchos frentes abiertos todos los días.

—Pero la suya era ya una consellería cargada de competencias.

—Sí. Tenemos muchas competencias y muy diversas. Aunque en algunos ámbitos como Emerxencias tenemos que trabajar con otras consellerías, como Sanidade, Medio Rural o Medio Ambiente.

—Mucha gente se sorprendió de que usted ingresara en la Xunta como vicepresidente y ahora sea conselleiro exclusivamente. ¿A usted también le sorprendió?

—Cuando Alfonso Rueda asume la presidencia mantiene una estructura anterior. Ahora estamos en una nueva etapa en la que él tiene que organizar el Gobierno como él quiere. Un Ejecutivo a su manera, con las ideas que tenía desde el principio. Y me pareció bien. Yo seguía teniendo las mismas competencias y asumía una más con Mobilidade.

—La decisión de diluir en dos consellerías las infraestructuras y la movilidad, ¿no cree que puede restar relevancia a unos asuntos que son estratégicos para Galicia?

— Es verdad que las infraestructuras y la movilidad son ámbitos que se tocan mucho y están muy entrelazados. Pero no creo que haya ningún problema en ese sentido. Al enfocar de una forma más amplia el concepto de movilidad el encaje en la Consellería Infraestruturas quizás era más difícil. La idea es que la colaboración con la conselleira [María Martínez Allegue] sea muy estrecha, y lo es. Lo importante es que esto funcione y que sepamos el camino que debemos seguir.

—¿No se está dando de nuevo falsas esperanzas a la gente con el asunto de la transferencia de la AP-9 y su gratuidad?

—Viendo la actuación del PSOE en los últimos años, pues seguramente vaya a seguir en manos del Estado. Lo cual no quiere decir que no debamos reclamar. Si hay un consenso entre los grupos políticos del Parlamento de Galicia en los últimos años es este. El que sacó el asunto de la gratuidad fue Besteiro en plena campaña electoral. Es una promesa que no puede condicionarse a que Besteiro sea presidente. Es algo muy importante. Por eso el presidente Rueda le planteó ir juntos a Madrid a reclamarla. Es la autopista más cara y el Gobierno debería tomarse en serio este asunto. Hay margen para mejorar la situación.

—Un Gobierno del PP amplió la concesión de la AP-9 hasta el 2048 para hacer el acceso a Ferrol. ¿Es crítico con esa decisión?

—La pregunta está bien planteada, pues tuve que escuchar muchas veces en el Parlamento que se hizo una ampliación gratis. Eso es una falacia. Son ganas de engañar a la población. Se amplió la concesión para que la autopista, más de treinta años después, llegara a donde se había planeado, pues la gente de Ferrolterra cogíamos la autopista en Guísamo. Cuando el Discoverer derribó el puente de As Pías se vio el riesgo de que Ferrol quedara aislado y en aquel momento no había dinero para hacer esta obra y otro tramo en el sur. ¿Estuvo bien esa decisión? Se puede discutir. Pero todos los que vivimos en el norte creemos que sí. Era de justicia. Ahora con el AVE está pasando otra vez lo mismo.

—Tal vez ahora se cae en la cuenta de la hipoteca que supuso esa decisión.

—Pero no fue la única vez que se amplió la concesión. ¿Por qué se cuestiona esta y no otras? Quizás yo hubiera hecho lo mismo tras analizar la situación económica. Pero lo que está claro es que no se hizo gratis.

—¿Qué opina de la situación del firme de las autovías estatales?

—Ya no es que haya baches o grietas, es que hay verdaderos agujeros, tanto en la A-6 como en la A-52. Y lo peor es que el deterioro se prolonga durante más de tres años. Como si se intentara justificar así el famoso peaje en las autovías gratuitas. No entiendo cómo un gobierno puede tener en ese estado de conservación las carreteras. Con independencia del color político, no creo que haya ninguna administración local o autonómica que haya llegado a una situación así.

—¿Y de los retrasos continuos de los trenes Avril y de otros servicios mientras se recortan las indemnizaciones de Renfe?

—Supongo que hay razones para que ocurra esto, pero echamos de menos que nos las expliquen. Tras el fiasco del primer tren, lo que podía ser una anécdota se ha convertido en un agujero negro. No es normal que la mayor parte de los trenes lleguen con retraso. Hay algo que no funciona bien. No tienen sentido tantos retrasos, también en trenes media distancia, que son los que utiliza más gente para ir al trabajo. Espero que estén haciendo un análisis para trazar un plan de puntualidad serio. Hay que atajar esto. No puede ser que el tren AVE más rápido de la historia sea el más lento para llegar a Madrid por los retrasos. Es un escándalo que en esta situación se cambie la política de indemnizaciones, pues da a entender que las demoras se deben a un problema estructural, no coyuntural.

—Parece que Rueda le ha dado un margen de confianza al ministro Óscar Puente.

—El ministro le dio una serie de explicaciones que era lo que esperábamos oír, como que se iban a aumentar las frecuencias si no se cubría la demanda. También se comprometió a firmar un convenio para la intermodal de Ferrol.

—¿Génova les deja actuar así o les presiona para que confronten con el Gobierno?

—No existe ningún protocolo de actuación que se reparta en Génova a los presidentes autonómicos. No nos dicen lo que tenemos que hacer. Eso no va así.

PACO RODRÍGUEZ

«Tener una policía propia no es un buen modelo para Galicia»

Diego Calvo no está satisfecho con el avance del Plan Director del Corredor Atlántico que el Gobierno presentó recientemente. «Lo que es importante para Galicia es que las mercancías de los puertos salgan por tren al resto del país. Hemos pedido una reunión con el comisionado y esperamos tenerla este mes»

—¿Piensa cambiar algo del Plan de Transporte?

—La filosofía es válida. Las paradas se multiplicaron por seis, y dada la dispersión territorial que hay en Galicia, esto es importante. Hay que hacer retoques en determinadas líneas de autobús y dar a conocer más el transporte compartido, que es una gran idea.

—Rueda ha iniciado su mandato con un perfil más autonomista, reclamando competencias como la AP-9 o el litoral.

—El presidente lo dijo en su discurso de investidura. No se trata de tener competencias por tener. Es tener competencias cuando las necesitas y, sobre todo, tener los medios para ejecutarlas. Con la ley del litoral algún ministro dijo que era una declaración de independencia. Y el Constitucional nos dio la razón.

—¿Entre esos nuevos horizontes competenciales estaría tener una policía propia?

—Ese no es el modelo. El modelo más adecuado para nosotros es el de la Unidad de Policía Adscrita. Es una garantía que los agentes sean policías nacionales y estén totalmente coordinados. No se pierde el tiempo en problemas competenciales como ocurre en otras comunidades. El problema es que el convenio ha caducado y las nuevas condiciones que nos exigen desde el ministerio son inasumibles. Ahora se quiere cambiar para que paguemos una parte del salario base de los policías, no solo los complementos. Si no lo firmamos, no cubren las plazas vacantes. Y a día de hoy solo tenemos 348 agentes de los 500 iniciales y cada vez nos resulta más complicado atender los servicios. Vamos a tener que dejar de prestarlos, y los van a tener que asumir la Policía Nacional y la Guardia Civil. Estamos en esas negociaciones.

—El Estatuto prevé que se pueda asumir competencias en ferrocarril y ahora se abre una puerta con las cercanías catalanas.

—El problema es cómo y en qué condiciones. A día de hoy no es el objetivo número uno. ¿Algún día lo será? Pues tal vez sí. A día de hoy es inasumible.

—¿Habrá más fusiones de municipios?

—Las que se hicieron funcionan y espero que algunos concellos se animen en esta nueva etapa. Sinceramente, creo que en España sobran muchos ayuntamientos.