Los trenes Avril aumentaron en un 33 % los viajeros en verano pese a los retrasos y una oferta a medio gas
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GALICIA
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Más de 105.000 nuevos clientes optaron por el ferrocarril para sus viajes de larga distancia, según los datos de Renfe
26 sep 2024 . Actualizado a las 21:08 h.Las posibilidades del ferrocarril de alta velocidad para los viajes de larga distancia con origen o destino en Galicia están todavía en una fase que podría llamarse embrionaria. Queda mucho por mejorar para que se produzca el verdadero vuelco modal con el avión —como ha ocurrido ya en otros corredores— y para que más personas renuncien a utilizar su vehículo privado para viajes de más de 400 kilómetros. La finalización de la línea de alta velocidad en diciembre del 2021 —con sus asignaturas pendientes en lo que respecta al ancho ibérico en la red interior y a los tramos de vía única— ya elevó sensiblemente el número de viajeros en la conexión con Madrid, hasta casi duplicar el contingente que optaba por el ferrocarril para superar los 1,8 millones de usuarios.
Después de ese hito, limitado porque los AVE solo podían llegar a Ourense, la puesta en servicio de los AVE de la serie 106 (Avril) el pasado 21 de mayo y del Avlo de bajo coste el 22 de julio sirvieron para conectar a 300 por hora con Madrid a las ciudades del eje atlántico, a las que hasta entonces solo llegaban los Alvia. La esperada operación comercial de estos trenes ya suponía un aumento automático de la oferta gracias a su gran capacidad, casi el doble que los Alvia. Los AVE pueden transportar a 507 personas en un solo viaje y los Avlo a 581, pues carecen de clase preferente y todos los coches se componen de hileras de cinco asientos.
El resultado de la nueva oferta es que, este verano, los viajeros en la línea de alta velocidad Madrid-Galicia crecieron un 33 %, con un total de 420.000 viajeros transportados por el corredor entre el 1 de julio y el 15 de septiembre. El crecimiento es más modesto que el experimentado en Asturias, que alcanzó el 135 %. Pero este aumento hay que contextualizarlo en que la variante de Pajares se puso en servicio en noviembre del 2023, por lo que los datos tienen que ver con el arrastre que ejerció la importante mejora en los tiempos de viaje. En otras palabras, el Principado vivió este año el impulso al ferrocarril de alta velocidad que Galicia experimentó en el 2022.
Este crecimiento en ambas comunidades del noroeste se produce cuando los nuevos trenes aún no tienen el rendimiento esperado, debido a sus incidencias técnicas y a otros problemas asociados a la infraestructura o a la capacidad de la estación madrileña de Chamartín. Si en Galicia el objetivo de ahorro de tiempo con respecto a los Alvia se situaba en una media de treinta minutos, en los horarios oficiales se ha quedado en quince y sin perspectivas de mejora. Lo peor es que ese régimen de tiempos rara vez se cumple, pues hay que sumar los retrasos casi diarios que sufren los usuarios de estos trenes. Este jueves, sin ir más lejos, el AVE Madrid-A Coruña acumuló 25 minutos de demora y, el miércoles, algo más de dos horas. El Avlo Madrid-Vigo también llegó 18 minutos tarde.
Esta escasa fiabilidad también aconsejó retrasar el relevo casi total de los Alvia, que estaba previsto para octubre, por lo que la oferta que se había planificado para Galicia sigue a medio gas, en un período de transición que, según algunas fuentes, podría terminar a finales de noviembre. Será entonces cuando la demanda que ahora no encuentra acomodo en el ferrocarril por falta de plazas, o porque los billetes son caros, se suba finalmente al tren.