La borrasca Ivo deja ráfagas de más de 166 kilómetros por hora, vuelve a cancelar vuelos entre Vigo y Madrid y pone difícil aterrizar en Lavacolla
GALICIA
Tras una noche de lluvia y viento intensos, los gallegos vuelven a convivir este miércoles con árboles caídos, balsas de agua y parques públicos cerrados; las clases se suspendieron en A Mariña
29 ene 2025 . Actualizado a las 19:10 h.Tras Éowyn y Herminia, Galicia sufre este miércoles los efectos de una tercera borrasca profunda, bautizada como Ivo, que mantiene casi toda la costa gallega en alerta naranja y buena parte de la comunidad en aviso amarillo por viento, que se eleva a naranja en A Mariña. También hay avisos por lluvias acumuladas, tormentas con posibilidad de granizo e incluso por nieve en la montaña de Lugo.
Solo desde medianoche y hasta las once de la mañana, el 112 Galicia contabilizó más de doscientas incidencias relacionadas con el mal tiempo. Además, Ivo ya ha dejado una llamativa ráfaga de viento de 166,5 kilómetros por hora registrada a las 7.20 horas en la estación meteorológica de Penedo do Galo, en Viveiro. Algo más tarde, hacia las 9.10 se midieron 157 kilómetros por hora en la estación de Lardeira, en Carballeda de Valdeorras, y hacia las 9.40 se registró una ráfaga de 146,1 km/h en O Xistral, en Muras. También se superaron los 140 km/h en Manzaneda y casi se alcanzó esa cifra en Cedeira y A Pontenova, mientras que en Vimianzo se rozaron los 130 km/h.
Los aeropuertos han notado especialmente esos fuertes vientos. En el de Vigo, por ejemplo, se vieron afectados los cuatro vuelos en las primeras horas del día. Aunque logró salir el de las 6.30 horas, los vuelos procedentes de Madrid que debían llegar a las 7.50 y a las 8.30 no pudieron tomar tierra en Peinador, pese a que llegaron a sobrevolar la pista, y volvieron a Barajas. Eso obligó a cancelar las salidas hacia la capital de España previstas par alas 8.40 y las 9.10.
En el aeródromo de Santiago no hubo cancelaciones, aunque las ráfagas de viento pusieron las cosas difíciles a los pilotos que operaron esta mañana en Lavacolla, como puede verse en el vídeo que recoge el momento en que un avión de Iberia tomaba tierra en la terminal compostelana.
El transporte ferroviario también sufre el mal tiempo de este miércoles. Además de volver a suspender la circulación de los trenes que unen Ferrol y A Coruña, ha habido retrasos en otras circulaciones. Por ejemplo, el convoy que salió de Vigo a las 6.50 horas se encontró a la altura de A Escravitude (Padrón) con un árbol atravesado en la vía, que retrasó su marcha con 24 minutos de retraso.
También vuelve a estar cancelado el transporte de ría entre Vigo y Cangas, por las malas condiciones meteorológicas.
En A Mariña, donde la alerta naranja por viento, acumulada a las fuertes rachas que ya se dieron en los últimos días, llevó a que ayer se decidiesen suspender las clases durante este miércoles para unos 9.000 estudiantes, hubo varios sustos. De nuevo cayeron elementos de tejados y chapas de edificios en Burela, donde además un coche mal frenado en la zona del puerto corrió peligro de caer al mar, al ser desplazado por el viento.
Aunque la lluvia no está siendo la principal protagonista de la jornada, los chaparrones de la noche dejaron balsas de agua en distintas vías, complicando la circulación. De hecho, un particular sufrió una salida de vía en la A-6 a su paso por Aranga poco antes de las siete de la mañana, y señaló que había sido a causo de un acuaplanin. En la misma localidad, una hora más tarde, un turismo pasó por encima de un árbol caído en la carretera, sufriendo daños materiales. En Sanxenxo la colisión de otro conductor se produjo contra un contenedor desplazado por el viento, aunque tampoco hubo heridos.
Los encontronazos de vehículos con árboles y ramas se han repetido en distintos puntos de la comunidad. En Vigo los bomberos tuvieron que cortar un ejemplar que cayó sobre un coche y quedó cortando una calle en la zona de Castrelos hacia las nueve de la mañana, mientras que en Pontevedra tuvieron que retirar un árbol que aterrizó sobre una ambulancia en la Avenida de Vigo.
En Tui fue el agua la que obligó a actuar a los bomberos para sacar un vehículo que durante la noche se metió en un camino y quedó parado por el agua acumulada, que alcanzaba la mitad de la puerta del coche. El granizo, que ha hecho acto de presencia en esta jornada, también ha provocado accidentes en la A-52 a su paso por A Cañiza y en la OU-536. No hubo heridos, aunque uno de los coches llegó a volcar.
En O Barbanza el río Té se desbordó en varios puntos, por la acumulación de lluvias de los últimos días. La Xunta mantiene activo el Plan Inungal y vigila los niveles de varios cursos gallegos que han aumentado considerablemente su caudal. Están bajo control el Xubia (San Sadurniño), Tambre (Oroso), Furelos (Santiso), Lérez (Pontevedra), Oitavén (Soutomaior), Labrada (Fraga, Lugo), Miño (Pontevilar, Lugo), Azúmara (Reguntille, Lugo), Miño (Cela, Lugo), Avia (Ribadavia), Arnoia (Baños de Molgas). Limia (Ponteliñares, Ourense), Miño (Lugo), Támega (Rabal, Ourense).
Además, en A Pobra do Caramiñal ha vuelto a clase el alumnado del colegio Pilar Maestu Sierra, tras dos días de suspensión de clases por las chapas que se soltaron del campo de fútbol anexo y que cayeron sobre el aparcamiento del centro.
En Ferrol, los bomberos se han movilizado por el desprendimiento de una chapa en un edificio en Caranza. Han tardado en localizar el inmueble afectado y una vez allí no han podido actuar, puesto que la chapa suelta se encuentra a la altura del piso 11, la escalera no alcanza esa altura y, en principio, no tienen permitido descolgarse desde la cubierta. El viento mueve el elemento suelto, lo que hace temer que pueda arrancarlo.
La lluvia ha vuelto a anegar el sótano de la comisaría de la Policía Local de Ferrol, algo que ocurre con frecuencia, pero esta vez han tenido que ir los bomberos, ya que la bomba de achique resultó insuficiente. Sobre las ocho y media de la mañana se produjo un corte de suministro eléctrico que afectó a parte del barrio de O Inferniño, en Ferrol, y también a Freixeiro y O Cadaval, en Narón. Una hora después ya se había restablecido el servicio en todos los inmuebles perjudicados.
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Son muchos los concellos gallegos que mantienen cerrados parques públicos e instalaciones deportivas al aire libre hasta que mejoren las condiciones meteorológicas.
Los temporales encadenados están suponiendo graves problemas para la flota pesquera. Por ejemplo, la de los puertos de Cedeira, Cariño, Espasante (Ortigueira) y O Barqueiro (Mañón) lleva toda la semana amarrada. En Cariño, los percebeiros no han vuelto a coger las lanchas desde el día 21. «Llevábamos sin ir desde la semana de Reyes, así que en el mes de enero habremos trabajado dos días y malamente», lamenta el patrón mayor del pósito cariñés, José Carlos Pardo Galdo.
La situación no mejorará, sino al contrario. Para mañana el nivel de alerta en la mayor parte de la costa gallega sube a rojo, por mar combinada que puede dejar oleaje de 8 a 9 metros. El aviso queda en naranja en las Rías Baixas, donde las olas estarán entre los 5 y los 7 metros, aunque puntualmente podrían alcanzar los 8.