Los candidatos a presidir el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia se proponen atajar la sobrecarga de los juzgados

Sara Pérez Peral
S. Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Sede del TSXG
Sede del TSXG CESAR QUIAN

Fernando Alañón Olmedo, Antonio Fraga Mandián e Ignacio Picatoste Sueiras comparecieron de forma telemática ante el Consejo General del Poder Judicial para exponer sus méritos y proyectos de futuro en el alto tribunal

20 mar 2025 . Actualizado a las 18:24 h.

La Comisión de Calificación del Consejo General del Poder Judicial escuchó este jueves los méritos de los tres magistrados candidatos a convertirse en la máxima autoridad judicial en Galicia. En alegatos de diez minutos y de forma telemática, Fernando Alañón Olmedo, Antonio Fraga Mandián e Ignacio Picatoste Sueiras expusieron su trayectoria profesional, así como sus proyectos de futuro, para relevar a José María Gómez y Díaz-Castroverde (Ponferrada, 1956) en su cargo como presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia

El magistrado de la Sala de lo Civil y Penal del alto tribunal gallego Fernando Alañón Olmedo (Madrid, 1963) fue el primero en comparecer ante una comisión en la que reivindicó su trayectoria en tres de las cuatro provincias gallegas y que comenzó en el año 1991, cuando ingresó en la carrera judicial con un primer destino en Ponferrada. Continuó en Betanzos y Ourense, donde en el 2005 se convirtió en presidente de la Audiencia Provincial, hasta el 2014, cuando presentó su cese para integrar la Sala de lo Civil y Penal del TSXG

Durante este tiempo Alañón Olmedo compaginó su actividad con la publicación en revistas y su labor como docente, en la Universidade de Vigo y la UNED, en el grado de Criminología. El magistrado definió la situación de la Justicia en Galicia como «satisfactoria en términos generales», si bien señaló como «puntos preocupantes» la sobrecarga en muchos órganos de primera instancia. En A Coruña, afirmó, hay tres juzgados con una media de carga de trabajo superior al 200 %. 

«No cabe duda», dijo, de que la solución a estas disfunciones requiere «un rediseño organizativo de gran profundidad» y vendrá de la mano del desarrollo de la nueva Ley de Eficiencia del Servicio Público de Justicia, que supondrá «un cambio de paradigma» con la creación de los tribunales de primera instancia. También apostó en su discurso por la «comarcalización» de los juzgados de violencia contra la mujer y contra la infancia y adolescencia e instó a la Xunta a la creación de medios adecuados para la solución de controversias por la vía extrajudicial, y para que reforme la ley del recurso de casación del Derecho Civil de Galicia, con el objetivo de «evitar su fosilización».

El magistrado titular del Juzgado de Primera Instancia número 8 de A Coruña, Antonio Fraga Mandián (Betanzos, 1962), fue el segundo en defender su candidatura para presidir el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, «el adecuado colofón para toda una vida dedicada a esta profesión». Comenzó su carrera en 1988, a los 25 años, y hoy tiene 62: «Más de 37 años de servicio ininterrumpido, 34 en la orden civil. Si echo la mirada atrás, solo he faltado dos veces al trabajo por bajas de muy corta duración» y piensa ejercer «hasta que Dios quiera».

Su primer destino fue en Vilagarcía, «en el punto álgido del narcotráfico en la zona», y siguió su camino en Betanzos, su ciudad natal. En 1990 ascendió a magistrado y se trasladó a Pontevedra, un año después ya estaba en A Coruña, donde continúa prestando servicios «en primera línea». Afirmó que ha tenido numerosas oportunidades de ascender hacia órganos colegiados, pero lo ha declinado y se ha mantenido en los unipersonales, «donde se trabaja ni mejor ni peor, pero sí de modo diferente, de principio a fin, de demanda a sentencia». Y además, dijo, en soledad. 

Fraga Mandián, que fue el único candidato al que tuvieron que advertir de la duración de su discurso, destacó su experiencia y conocimiento de los juzgados de primera instancia como un plus para liderar la «novedosa implementación» de los nuevos tribunales que implica la nueva ley. Destacó el crecimiento exponencial de la litigiosidad en Galicia. «Nos jugamos mucho» en este proceso, afirmó. El magistrado mencionó sus 170 artículos doctrinales publicados (el primero en el año 1994 y el último, hace unos días), su labor como profesor tutor de las nuevas generaciones de jueces y la felicitación que recibió en el 2015 del expresidente del Consejo General del Poder Judicial Carlos Lesmes, por la buena marcha de su juzgado. «No la tengo enmarcada, pero seguramente tendría que hacerlo», dijo. 

Compartió su papel en la rehabilitación del edificio de la Fábrica de Tabacos de A Coruña, «un edificio emblemático que se caía a pedazos y que hoy luce esplendoroso como sede de la Audiencia Provincial», y dejó clara su vocación como juez: «Cuando era un universitario nunca se me pasó por la cabeza ser juez y hoy no me representa el dejar de serlo».

«Parto de la premisa de que el presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia tiene que tener un conocimiento de la situación de todos los órganos del territorio, no solo de los más próximos, sino también de los más lejanos», afirmó el actual presidente de la Audiencia Provincial de A Coruña, Ignacio Picatoste Sueiras (A Coruña, 1964), que fue el último en compartir con la Comisión de Calificación los méritos que sustentan sus 35 años de ejercicio profesional. 

Picatoste mencionó la sobrecarga de la jurisdicción civil en Galicia, que aumentó un 21,5 % en el último año, y afirmó que requiere de un plan de actuación urgente para afrontar y paliar esa situación: «Ahí hay que unir la situación de seis juzgados de lo social y de los cuatro juzgados de violencia sobre la mujer». La solución a estos problemas, señaló, no es sencilla, y menos en un marco de la implementación de los tribunales de instancia y de las nuevas configuraciones de las unidades de apoyo a la justicia. Y para ello apostó por la creación de nuevos órganos que el alto tribunal gallego ha trasladado desde el 2024 y el refuerzo de unidades . 

El magistrado trasladó su compromiso con la modernización de la Administración de Justicia, «que permita la mejora de la función jurisdiccional, que es la defensa de los derechos y libertades del conjunto de ciudadanos», y mencionó su colaboración con el CGPJ a través del centro de documentación Cendoj y la dirección de cursos de formación. 

Sobre el desempeño de la función directa por parte del presidente del alto tribunal, Picatoste explicó que «en primer lugar es esencialmente jurisdiccional, muchas veces olvidada», y que este preside la sala de lo Penal. «La labor de los magistrados que la integran es encomiable, pero yo creo que desde mi punto de vista de mi experiencia en la jurisdicción penal en el ámbito de la violencia de género, la violencia sexual y del derecho procesal penal, puedo contribuir a su mejor funcionamiento», afirmó. 

Sobre el carácter gubernativo del presidente, dijo del funcionamiento de la Sala de Gobierno del TSXG que es adecuado, «pero como siempre, todo admite márgenes para mejoras». Picatoste apostó por un sistema de reuniones agendado y predeterminado que permita conjugar la actividad jurisdiccional de los miembros de la Sala con su actividad gubernativa, y con la conjunción también de un sistema presencial para los plenos y telemático para las reuniones de comisión. Con este, afirmó, el trabajo se desarrollaría de una forma ágil y eficaz y a un coste mucho más reducido. 

Picatoste prometió mejorar la transparencia de la Justicia y adelantó tres compromisos en caso de resultar el elegido para presidir el alto tribunal gallego: hacia la carrera judicial; con los ciudadanos y víctimas, con una justicia empática y no hostil con la que se eviten situaciones de revictimización, y con la modernización de la Administración de Justicia.