
Los cuatro ediles expulsados de PSOE dijeron que apoyarían una moción de censura con uno de ellos como candidato pero cuando el PP dijo que los apoyaría, negaron tal posibilidad
15 oct 2025 . Actualizado a las 08:41 h.La joya de los concellos donde los populares pretenden echar sus redes es Santiago. El BNG se hizo en el 2023 con la alcaldía, históricamente en manos socialistas y que el PP solo logró ocupar durante cuatro turbulentos años. Pero la alcaldesa Goretti Sanmartín gobierna con ocho concejales, seis del Bloque y dos de Compostela Aberta, en una corporación de 25 ediles. Una proporción que los populares consideran más que insuficiente. Su portavoz, Borja Verea, y los otros diez concejales de su grupo municipal —a dos de la mayoría absoluta— acusan a los nacionalistas de llevar al ayuntamiento a una situación próxima a la parálisis y con un gobierno local sin pulso ni presencia en la ciudad.
El secretario provincial del PP y concejal compostelano, Evaristo Ben, lanzó un órdago al resto de ediles de la oposición, invitándoles a una reflexión que derivase en una moción de censura contra Sanmartín. El mensaje agitó el Pazo de Raxoi, y los cuatro ediles no adscritos —expulsados del PSOE—, después de tachar de «soños húmidos» la propuesta de Ben, terminaron planteando que sí apoyarían una moción de censura con uno de ellos como candidato a la alcaldía. En concreto, Mercedes Rosón, con tres décadas de experiencia en el concello y antigua mano derecha del exregidor socialista Xosé Sánchez Bugallo. Verea no tardó en recoger el guante, y puso su grupo municipal a disposición de los no adscritos para desbancar a la alcaldesa del BNG. Pero ni así.
Los no adscritos, todavía explorando cómo encajar su candidatura en las elecciones del 2027, rechazaron tomar la alcaldía si ello dependía del PP. Un enredo más en el alborotado mandato en Raxoi, donde la ruptura del PSdeG tras la expulsión de cuatro concejales sigue condicionando la política municipal.