Bruselas obliga a terminar la conexión de alta velocidad Lisboa-Madrid en el 2034

Brais Suárez
brais suárez OPORTO E. LA VOZ

GALICIA

El tramo Évora-Elvas, en la línea Lisboa-Madrid, se terminará el año que viene
El tramo Évora-Elvas, en la línea Lisboa-Madrid, se terminará el año que viene

España y Portugal deberán valorar la explotación del tramo en ancho internacional, tal y como marca el reglamento comunitario. El Gobierno luso asegura que este nuevo compromiso no pone en riesgo la conexión Oporto-Vigo

30 oct 2025 . Actualizado a las 20:56 h.

La cercanía del Mundial de fútbol del 2030 presiona a los gobiernos de España y Portugal, porque Madrid y Lisboa son dos de las capitales europeas que, siendo vecinas, tienen peor conexión terrestre. Ambos países ven como una cuestión de eficiencia e incluso prestigio poder ofrecer una conexión ferroviaria entre ambas ciudades y, en ese sentido, el Ministerio de Infraestructuras portugués anunció este jueves que ambos estados «dieron un paso decisivo para acercar aún más las capitales ibéricas, con la definición de un conjunto de acciones concretas que permitirán recuperar línea entre Lisboa y Madrid», inactiva desde la pandemia.

No será igual a la existente hasta entonces, pues implica nuevos tramos que reducirán el tiempo de viaje a cerca de cinco horas. Por su parte, la conexión de alta velocidad, que reduce el viaje a tres horas, no llegará hasta el 2034, como obliga ahora la UE. Esta última depende de la construcción del nuevo aeropuerto en la margen sur del Tajo y del puente sobre este río.

Hasta la fecha, Portugal ha mantenido su prioridad de unir por alta velocidad el frente atlántico, que genera la mayor parte de movimientos de personas en el país, e insiste en que el calendario de las obras es compatible con el nuevo aeropuerto y la conexión entre las dos capitales. «El Gobierno portugués confirma que está totalmente comprometido con la alta velocidad hasta Galicia», han ratificado desde el ministerio. Es una propuesta ambiciosa, teniendo en cuenta que, actualmente, no hay ni un tramo en obras, así como las dudas que han aparecido acerca del tramo entre Oporto y Vila Nova de Gaia.

Además, el comunicado especifica que se valorará el cambio del ancho de vía ibérico al europeo: «Además de la implementación progresiva del sistema europeo de gestión de tráfico ferroviario antes del 2034, Portugal y España se comprometen a evaluar los costes y beneficios socioeconómicos y el impacto para la interoperabilidad de la migración del ancho ibérico para el ancho europeo». En caso de que esta evaluación sea positiva, «presentarán un plan debidamente coordinado para la migración del ancho», aseguran, a pesar de que esto parecía una opción muy remota.

Actualmente, entre Lisboa y Madrid operan más de 40 vuelos diarios y este proyecto pretende ofrecer «una alternativa más competitiva desde el punto de vista de coste y practicidad», así como implementar un transporte con menor huella carbónica, dice el comunicado.

En su comunicado, el ministerio ha detallado las etapas que se deben completar para unir ambas capitales. Primero, se deberá concluir las obras de la nueva línea de alta velocidad entre Évora y Caia en el 2025 y que empezará a operar el año que viene; también se activará el tramo Plasencia-Talayuela antes del 2028; se iniciará la construcción de la segunda vía entre Poceirão y Bombel en el 2026 y será terminada en el 2029 para operar el año siguiente. Además, deben concluirse antes del 2027 los estudios para la nueva línea de Lisboa-Évora, que incluye el puente sobre el río Tajo.

Será ese puente -uniendo la ciudad y el nuevo aeropuerto- la pieza definitiva para que pueda funcionar la línea de alta velocidad hasta Évora. Todo esto implica, además, implementar el sistema europeo de tráfico ferroviario entre ambas ciudades (ERTMS).

Por otra parte, el conselleiro de Presidencia, Xustiza e Deportes, Diego Calvo, ha enviado una misiva al nuevo coordinador del Corredor Atlántico, François Bausch, en la que le solicita una reunión para avanzar en el desarrollo de esta infraestructura en Galicia, «supervisando el cumplimiento de plazos y asegurando que los presupuestos se ejecutan con urgencia».