El Entroido es una de esas fechas que los gallegos tenemos apuntadas en el calendario como "misión: zampar". Si te toca ser el anfitrión no pierdas de vista estas recetas: cuatro sencillas y tradicionales y una solo apta para versos sueltos

L. G. V.

Sobra decir que en Galicia cualquier momento es bueno para ponerse las botas alrededor de una mesa. Será esa idiosincrasia que hace que hace que todo acontecimiento sirva de excusa para pegarse una enchenta regada de licor café. Entre esas fechas que se amontonan en el calendario como días señalados para dedicarse al placer de comer se encuentra el Entroido. No ha lugar para remordimientos, dietas o vida healthy. El cerdo y la oda al azúcar se apoderan de las casas gallegas; con cabida, eso sí, para el verde en forma de grelo. 

Ahora bien, uno puede disfrutar de una comilona de una forma tradicional o echarse al monte con platos más sofisticados y originales. La mayoría de recetas típicas de los carnavales de la esquina noroeste peninsular no requieren vastos conocimientos culinarios, así que aprovecha para lucirte como anfitrión en este momento. Y si si quieres sorprender a tus invitados con un punch de creatividad, entre estas cinco recetas puedes optar por quedarte con la cabeza de cerdo laqueada: sin pecar de complicada, solo es apta para paladares atrevidos.

 Lacón con grelos

Es el plato que se comerá en prácticamente todas las casas gallegas durante estos días; aunque es cierto que cada vez le gana más terreno el cocido. Como explica Rocío Garrido, autora de la receta que proponemos a continuación, es importante prestarle especial atención a los grelos, para evitar que queden amargos, y si te pasas de cantidad, no hay problema. De hecho, en los próximos días en Sabe Bien te mostraremos qué hacer con los restos de estos festines.

Cabeza de cerdo laqueada

Una manera diferente de comer la cachola que conquistará, sobre todo, a paladares que buscan sabores originales y que en cada plato quieren descubrir un nuevo matiz. El rey de la fiesta sigue siendo el cerdo, pero el plato no tiene nada que ver con esas recetas a las que estamos aconsumbrados en esta época del año.

Orejas

Hay mil versiones de este tradicional postre y todas ellas son igual de apetecibles: con manteca de vaca, con mantequilla, con vino blanco... Nosotros nos quedamos con esta última opción. A tener en cuenta: amasar la mezcla de manera que quede lo más fina posible y que tengamos en cuenta que cuanto más calientes tengamos el aceite de freír, más crujientes nos quedarán.

Bolla de patrón

Similar a una larpeira nunca es un mal momento para rendirse a sus encantos. Aunque se trata de una preparación algo más laboriosa, alguna vez hay que pasar de pantalla, y los carnavales son una gran oportunidad.

Torta de filloas

Uno de los mayores símbolos de la repostería gallega con un planteamiento diferente que, hay que advertirlo, no es apto para minimalistas (ni tampoco para aquellos más papistas que el papa). La decoración con cacao y plátano es una licencia creativa que dejará locos a los amantes del dulce.