«¡De viernes!» corta la entrevista a Ivet Playà tras sus graves, aunque ambiguas, acusaciones a Alejandro Sanz: «Plantéate si es ético lo que estás haciendo»

P. V. LA VOZ

GENTE

Ivet Playà, en «¡De viernes!»
Ivet Playà, en «¡De viernes!» MEDIASET

Tras un tenso intercambio, los presentadores del programa de Telecinco pierden la paciencia con la invitada ante la falta de claridad y la cortan abruptamente tras un duro descalificativo contra el cantante: «Se acabó, ya está. Por ahí no vamos a entrar»

21 jun 2025 . Actualizado a las 12:39 h.

Había expectación por la visita de Ivet Playà al plató de ¡De viernes!, en lo que suponía su primera entrevista tras el bombazo que soltó hace apenas unos días en un vídeo en el que acusó a Alejandro Sanz «de actitudes moral y humanamente inaceptables» que convirtieron su vida en «un infierno». Pero las expectativas no tardaron en desinflarse. La joven catalana no convenció a los presentadores del programa de Telecinco, que fueron incapaces —ellos, y también el público— de entender de qué acusa realmente al cantante de Corazón partío. Tanto fue así que Beatriz Archidona y Santi Acosta zanjaron la entrevista de forma abrupta tras unos minutos de tensos intercambios, en los que Playà lanzó acusaciones mucho más graves, pero sin confirmar, sobre el artista.

La joven catalana de 26 años llegó con la intención de contar la verdad y liberarse. Así lo manifestó nada más llegar. Se consideraba ya preparada para ello. «Porque he digerido todo lo que ha pasado. Le he puesto nombre un poco y orden a mi cabeza», aseguró. Pero enseguida matizó, cuando fue cuestionada por colaboradores y entrevistadores. «Nombre exacto no, pero he llegado a comprender lo que me podría haber pasado, enamorarme del personaje».

Playà no consiguió aclarar en ningún momento cuáles eran esos comportamientos inaceptables —que no delictivos, eso siempre lo ha dejado claro— que supuestamente había sufrido por parte del cantante. Se limitó a repetir, una y otra vez, las ambiguas palabras que ya había difundido en su polémico vídeo. 

Las preguntas de los entrevistadores intentaban entender los detalles del asunto, para poder valorar los hechos del modo más objetivo posible. La joven aclaró que la relación sí fue consentida; que ella, «por supuesto que sí», ya era mayor de edad —aunque en principio se entendió por el vídeo que los encuentros íntimos empezaron a los 18, en realidad parece haber sido mucho más tarde, a los 25—, y que nunca hubo actitudes delictivas, sino solo «irregularidades». Pero justo de esto se negó a contestar porque son cosas «se hablan en los juzgados».

Sobre el tema del dinero a cambio de su silencio, Playà aseguró que, contrariamente a lo que se ha dicho la oficina del cantante, no fue ella la que propuso una compensación económica, sino que es algo que salió del propio artista. «Me la ofreció él», declaró, «no era que me diera un millón de euros, era su manera de reconocer que no hizo las cosas bien». Las preguntas de los colaboradores intentaron escarbar en la cuestión monetaria, sin mucho éxito. «Para mí no era dinero, para mi era una oportunidad de ayudar a mi familia, a mis negocios y no hay que entrar en las cantidades. Eran cosas que hablábamos él y yo en la intimidad», dijo.

Con todo esto, los presentadores seguían intentando entender cuál había sido el problema personal con el cantante. «Después del vínculo sexual, empecé a ver a un Alejandro Sanz que no reconocía. Me di cuenta que el Alejandro que yo idolatraba no existía. No fue de la noche a la mañana», respondió. La respuesta seguía siendo esquiva, así que los presentadores le pidieron más detalles. Sintiéndose acorralada, incomprendida —«Es que no me estáis entendiendo. No me queréis entender», les afeó—, saltó por la tangente, refiriéndose a los testimonios que le habían llegado desde que sacó su historia a la luz.

«Hay testigos y víctimas», se defendió. A la presentadora se le acababa la paciencia. «Pero, ¿víctimas de qué?», inquirió, ya molesta. «Son personas que han sufrido situaciones similares a la mía con él; dicen palabras como "manipulación emocional", y uno en concreto lo define como un depredador sexual». 

Este último apelativo, por parte de una fuente sin confirmar, fue la gota que colmó el vaso de los presentadores. «Mira, no, esto ya no. Se acabó, ya está. Por ahí no vamos a entrar. Nosotros no somos jueces. Hemos intentado hacerte una entrevista para entenderte, pero estamos hablando de temas que no se tienen que hablar en un plató, sino en un juzgado», dijo Archidona, criticando la ligereza con la que habla de insinuaciones tan graves. «Si hablamos de ética y de moral, plantéate si es ético lo que estás haciendo». Con esto, despidió a Playà y dio concluida de forma abrupta la entrevista, mientras el público y los colaboradores aplaudían a la presentadora del programa por plantarse.

Alejandro Sanz, a la comunión de sus hijos: «¿Podemos seguir a lo nuestro?»

Tras la entrevista, el cantante reapareció en redes sociales, para agradecerles a sus seguidores todo el apoyo y con la intención de zanjar del todo el asunto. «¿Podemos seguir a lo nuestro? Os quiero. Gracias por confiar en mi», escribió en su cuenta oficial de X. Una hora después, amplió su mensaje a los fans: «Algo más importante aún. Gracias a todas y todos los que me habéis apoyado estos días. Porque la valentía y la amistad se demuestran cuando es más fácil callar que manifestarse».

En medio de toda la polémica, el cantante español tiene este sábado un día muy especial, ya que celebra en el municipio cacereño de Jarandilla de la Vera la Primera Comunión de sus hijos menores. Dylan (13?años) y Alma (10?años), según avanza la revista ¡Hola!

A pesar de que Alma y Dylan tienen edades distintas, ya que nacieron con 3 años de diferencia, hacen la comunión juntos el mismo día para poder unir a todas las familias. Su padre y su madre, la empresaria Raquel Perera, se separaron en el 2019, aunque tienen una relación cordial y amistosa.