Catálogo de locuras celestes

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

CEDIDA

Aficionados confiesan qué han llegado a hacer por su equipo

25 abr 2018 . Actualizado a las 11:06 h.

Los aficionados más incondicionales a un equipo de fútbol son capaces de hacer verdaderas locuras por su equipo. Conscientes de ello, los responsables de redes sociales de la Liga plantearon la pregunta de qué habían estado dispuestos a hacer por sus clubes. Trasladado ese interrogante a los celtistas seguidores de Grada de Río, muchos confesaron vivencias cuando menos curiosas en mayor o menor medida motivadas por su pasión celeste. A ellos se suman otras historias contadas en esta web.

-Camino de Santiago. Es la promesa más recurrente cuando el equipo está ante un desafío mayúsculo. En la historia reciente, el 4 % se lleva la palma y Borja Iglesias -no el futbolista cedido al Zaragoza, aunque comparta nombre- es uno de los que prometieron hacer el Camino de Santiago si se consumaba aquel milagro y cumplieron. Entre ellos también peñistas de Bueu Celeste que, según cuenta David Barcia, lo hicieron en bicicleta. Los Merlegos santiagueses invitaron a cerveza por la clasificación europea.

-Media vuelta en un examen y más locuras académicas. Iria (@pip_iriavr 24) asegura que abandonó un examen de repesca en la Universidad por un Pitesti-Celta allá por septiembre de 1998. «En la puerta del aula me di la vuelta y me fui a ver el partido. Me pudo el corazón», confiesa. Añade, eso sí, que solo retrasó aquella prueba unos meses y que hoy es licenciada. Patricia Andrés tiene vivencias opuestas: lo mismo faltaba a clase para ver un entrenamiento que sacaba un diez en un examen de Física a cambio de que la llevaran a Balaídos. Lucía cuenta, entre otras, cómo faltó a clase y luego salió en la tele o correr para no llevarse un disgusto en algún derbi.

-Dejar el hospital para vivir su último partido. En el 2004 el Celta recibía al Arsenal en Balaídos en la única temporada de Champions de la historia del equipo en febrero del 2004. Mabel relata su locura: «Sacar a mi madre enferma de cáncer del hospital para llevarla a Balaídos. Fue su último partido». Lo cuenta en el perfil de Instagram de Grada de Río.

-Celebraciones a cualquier hora y en cualquier lugar. Rosi Porta, que trabaja en A Coruña relata que no se corta en celebrar los goles cuando le coincide ver un partido en la ciudad del eterno rival. Distinta es la situación de Eduardo Burga, celtista peruano al que el horario no siempre le acompaña. Su locura es «gritar en Lima un gol del Celta a las 5 am» con el equipo en Segunda.

-A Balaídos recién casada. Muchos celtistas hablan de que han ido a ver partidos a Balaídos o fuera sin dormir, ya fuera por estar trabajando o por salir de fiesta. Noela Rey va más allá: «(Mi locura es) ir de reenganche a Balaídos al día siguiente de casarme en Teo y con mi recién estrenado esposo, deportivista para más señas». Otro celtista compartía con Grada de Río hace tiempo una anécdota sobre las mesas de su boda.

-Viajes accidentados. La cuenta de Twitter Vida Celeste relata cómo fue el viaje a la final de Copa en Sevilla en la que los ocupantes del autobús se veían obligados a «darlle café e falarlle ao condutor do autobús para que non se durmise». A ese mismo partido afirma David Bao que se desplazó en una avioneta de cuatro plazas: «Todo el mundo me preguntaba si estaba loco. De hecho, a la vuelta no arrancó y nos tuvimos que venir en un coche alquilado». También hacia la capital hispalense para la misma ocasión Mercedes Sánchez y sus acompañantes salieron de Vigo a las 11 del mismo día, casi como Jesús.

-Reeganche y pocas horas de sueño. Está a la orden del día. Algunos ejemplos son el de Óscar Monje, durmiendo cuatro horas por tener que trabajar al día siguiente, o el de Javier Nieto, que salió de Bilbao a las 4.30 tras un Campeonato de España de baile para llegar a un derbi a las 12.00 en Balaídos pese a la oposión de sus acompañantes.

-De parto en Balaídos. Los síntomas de que el momento de dar a luz a su hijo estaba próximo no disuadieron a María Valle de su idea de acudir a un partido. De allí se fue directa al hospital para dar la bienvenida a su pequeño hace ahora casi 21 años.

-Desplazamientos cada quince días. Son multitud los que presumen de sus viajes a Balaídos: Martín Varela 250 kilómetros desde hace seis años; los de Pablo G. Cabaleiro son 270 desde hace tanto tiempo que no lleva la cuenta. Álex Romero se hace cada año nueve horas de ferry y once de carretera y Carcamáns no faltan pese a tener que ir luego al mar. Conocidos los casos de Manuel Marcelino, que viaja cada año en coche desde Alemania, el ruso Sergey Klepalov, que se desplaza un par de veces al año, o Hidetoshi Mori, que llegó desde Japón para hacerse socio del club hace dos años.

-Desplazamientos europeos. Para algunos las locuras fueron en Europa Leaque, como Samuel Rivas y Berto Carballo, que completaron una odisea para el partido frente al Shaktar que incluyó el siguiente recorrido: Vigo-Oporto-Varsovia-Kiev-Jarkov. O Miguel Caride, que salió de trabajar a las 7.00 de un jueves y dos vuelos después, sin dormir, estaba en el Amsterdam Arena. Manchester propició más de una locura, como no podía ser de otra manera, pero otras están ligadas a los 90, como Marsella con Joaquín Macías o Birmingham, a donde no faltó Lina RM, que lo cuenta en el Facebook de Grada de Río. Los hay incluso que no se han perdido un solo desplazamiento ni de una etapa ni de otra, como Suso Sánchez.

-Desplazamientos en España. Para otros, desplazamientos como Lleida o Tarragona en busca de los correspondientes ascensos. Otros se enorgullecen más si cabe cuando el resultado no fue especialmente satisfactorio, como Víctor Currás: «Ir al Rayo-Celta en el mismo día y volver al acabar de noche... para perder 3-0 al descanso en 2016».

-Tatuajes. Multitud de aficionados han compartido con Grada de Río sus tatuajes celestes, algunos hechos simplemente por gusto y otros también por promesas. De todos los tamaños, con distintos motivos.

-Otras. Algunos tiran de ironía para catalogar de locura haber renovado el abono a pesar del entrenador que sabían que iba a estar al frente del proyecto y otros destacan que no les ha importado mojarse al acudir a un Balaídos al descubierto, entre otras.