El turcodanés jugó menos en Turquía que en su último año en el Celta y en Grecia no llegó a debutar con el Olympiacos en liga, lo que hace esfumarse la opción de compra
27 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Emre Mor se ha convertido en un caso perdido y en una ruina económica para el Celta. El turcodanés todavía jugó menos que en su segundo año en Vigo durante el semestre que duró en el Galatasaray turco y trasvasado al Olympiacos en Grecia, todavía no había llegado a debutar en liga, lo que complica la opción de compra obligatoria que tenía el cuadro heleno en caso de que alcanzase el 50 % de los partidos. Hasta la fecha solo tuvo minutos testimoniales en dos partidos de Copa.
Tres años después, y aunque parezca sorprendente, la mejor temporada de Emre Mor desde que salió de Dortmund sigue siendo la primera en Vigo. Aquel año, con Unzué en el banquillo y pese a su falta de adaptación, participó en 23 partidos, fue titular en cuatro y marcó su único gol en todo este tiempo, en Las Palmas. El mediapunta cerró aquella temporada con 664 minutos, un tope que no volvió a superar.
Porque si el año pasado ya fue para olvidar en Vigo (367 minutos divididos en 10 partidos) sus cesiones, dos en una temporada, están resultando una calamidad. Fatih Terim, el técnico del Galatasaray, parecía el hombre perfecto para redimirlo, pero en Turquía tampoco tuvo protagonismo (10 partidos de liga, tres como titular y 365 minutos en el campo) y en la Champions solo salió de inicio en una ocasión.
Y en Grecia el panorama todavía pinta peor. Llegó al Olympiacos, también cedido por el Celta, con una opción de compra obligatoria si jugaba el 50 % de los partidos que les restaban a los helenos, pero todavía no se estrenó en liga pese a que entre su llegada y el parón se disputaron cinco jornadas de liga (entró dos veces en la convocatoria). Solo disputó 47 minutos de Copa, en dos partidos, y saliendo desde el banquillo. Una situación que casi descarta la opción de compra y que aboca al danés de nacimiento a regresar a Vigo en donde le quedan dos años más de contrato (finaliza el 30 de junio del 2022).
Económicamente Emre Mor también es ruina para el Celta. Los vigueses pagaron al Borussia Dortmund 13 millones de euros y solo han recuperado 1,1 en las dos cesiones (600.000 euros del Galatasaray y 410.000 del Olympiacos), una mísera cantidad por un jugador al que apenas le han sacado rendimiento y que en el nuevo escenario de mercado que se plantea tras la pandemia difícilmente tendrá comprador con independencia del precio.
