La directora de Unicef describe «bebés diminutos que se aferran a la vida en incubadoras» en Gaza

Mercedes Gallego NUEVA YORK / COLPISA

INTERNACIONAL

Un bebé en una incubadora en el hospital de Shifa, en Gaza.
Un bebé en una incubadora en el hospital de Shifa, en Gaza. STRINGER | REUTERS

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este jueves la primera resolución que pide una «urgente y extensa pausa humanitaria» en Gaza «durante suficiente número de días» para permitir el acceso a las agencias internacionales

16 nov 2023 . Actualizado a las 17:40 h.

En el cementerio de niños en que se ha convertido Gaza bajo los bombardeos israelíes, «bebés diminutos se aferraban a la vida en incubadoras, mientras los médicos se preocupaban por cómo mantener en funcionamiento esas máquinas sin combustible». Así lo contó este miércoles Catherine Russell, la directora ejecutiva de Unicef después de visitar la Franja.

La visita que le iba a hacer desde Egipto casi le cuesta la vida cuando el vehículo en el que viajaba volcó en una cuneta al tratar de esquivar uno de los cráteres del camino. «Ha sufrido contusiones significativas y está muy incómoda», informó su representante de prensa, «pero no creemos que se puedan considerar heridas serias».

En el contexto de 4.600 niños muertos, además de miles desaparecidos que se presumen muertos bajo los escombros, y otros 9.000 heridos, sus heridas perdían relevancia, pero le han obligado a posponer el resto de su viaje a la región, incluyendo Israel.

«Escenas devastadoras»

Russell dijo haber sido testigo de escenas «devastadoras» en hospitales donde han muerto bebés recién nacidos que requerían atención especializada a la que no tuvieron acceso. «¡Parad este horror!», suplicó, tras reunirse con niños hospitalizados en el centro médico de Al Naser de Jan Yunis. «Los hospitales no son campos de batalla, la protección de los recién nacidos, pacientes y personal médico tiene que parar», escribió en las redes sociales Martin Griffiths, coordinador jefe de ayuda humanitaria de la ONU.

De los 23.000 litros de combustible que este miércoles, por primera vez desde el 7 de octubre, entraron en Gaza, ninguno ha ido a los generadores que mantienen las incubadoras y otra maquinaria de hospital, porque Israel ha restringido su uso a transportar ayuda desde Rafah. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que se necesitan al menos 12.000 litros diarios para hacer funcionar los generadores de los hospitales, ambulancias, plantas desalinizadoras, depuradoras y telecomunicaciones.

Una declaración «corta»

Por su parte, tras un «largo y penoso» proceso, según el representante de Brasil cuyo país introdujo el 18 de octubre la primera resolución, —vetada por EE.UU.—, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este miércoles la primera resolución que pide una «urgente y extensa pausa humanitaria» en Gaza «durante suficiente número de días» para permitir el acceso a las agencias internacionales que intentan socorrer a la población. Israel ha dicho que no la acatará.

Han hecho falta más de 11.000 muertos, de los que cerca de 5.000 son niños, para que el clamor del mundo llegue a la conciencia de EE.UU., cuyo derecho a veto se interponía en cualquier votación. Su embajadora, Linda Thomas-Greenfield, destacó ayer que es la primera resolución aprobada en la que se menciona a Hamás.

El texto, que pide también la apertura de «corredores» humanitarios a través de Gaza para desenterrar a los niños enterrados bajo los escombros, «introducir agua, electricidad, combustible, comida y suministros médicos», incluye un llamado a la «liberación inmediata y sin condiciones» de todos los rehenes en manos de Hamas «y otros grupos».

La resolución, introducida esta vez por Malta, se aprobó con 12 votos a favor y la abstención de Rusia, EE.UU. y Gran Bretaña. Sin embargo, todos los miembros lamentaron que se queda corta —no condena las muertes ni ataques a hospitales— y llega tarde. «Gaza sangra muerte y devastación por todas partas. No se ha perdonado nada ni a nadie. Todo lo que debería estar protegido se ha convertido en objetivo principal de esta campaña asesina», lamentó el embajador palestino, Gilad Erdan. «Es un fracaso de la humanidad de proporciones aterradoras», lapidó.