Los líderes de la UE necesitarán diez días más para renovar los altos cargos

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Meloni (de espaldas), Orbán (a la izquierda) y Macron (a la derecha), el lunes hablando con otros líderes de la UE, entre ellos Mark Rutte y Luís Montenegro.
Meloni (de espaldas), Orbán (a la izquierda) y Macron (a la derecha), el lunes hablando con otros líderes de la UE, entre ellos Mark Rutte y Luís Montenegro. UNIÓN EUROPEA | EUROPAPRESS

Meloni y Orbán mostraron su enfado por verse excluidos de las negociaciones

19 jun 2024 . Actualizado a las 21:27 h.

Más de una semana después de que los ciudadanos acudiesen a las urnas, los líderes de los Veintisiete no consiguieron llegar a un acuerdo el lunes por la noche. Era el primer encuentro entre ellos, una «cena informal» para intentar pactar quién ocupará los altos cargos comunitarios —presidentes de Comisión, Consejo y Parlamento Europeo, y alto representante para Asuntos Exteriores—. Pero lo único que quedó claro después de la velada fue la dificultad para encontrar una terna al gusto de todos y la irritación de varios dirigentes, entre ellos Giorgia Meloni y Viktor Orbán, por quedarse fuera de varias reuniones a puerta cerrada entre grandes países. La decisión ha quedado aplazada, por tanto, hasta la cumbre de los próximos 28 y 29 de junio.

Los nombres de Ursula von der Leyen para presidir la Comisión, António Costa al frente del Consejo y Kaja Kallas como jefa de la diplomacia habían sonado en todas las quinielas. Pero, según aseguró a Efe una fuente europea, la realidad es que alguna de esas tres piezas podría caerse de la ecuación en la cumbre de finales de junio, la última oportunidad para llegar a un acuerdo antes del primer pleno de la legislatura, que se celebrará a mediados de julio. No es tan fácil rehacer el puzle: la tríada de nombres cumple a la perfección los criterios de equilibrio de género (dos mujeres y un hombre), de procedencia geográfica (una alemana, un portugués y una estonia) y de color político (una popular, un socialista y una liberal). En cuanto a la presidencia del Parlamento Europeo, los populares cuentan con asegurarse la primera mitad de la legislatura —para la actual presidenta, Roberta Metsola— y propusieron partir también la presidencia del Consejo.

Reuniones en los márgenes

El formato de la noche del lunes dejó descontentos a algunos mandatarios, que tuvieron que esperar a que acabaran varias reuniones entre jefes de los grandes países, como España, Francia, Alemania, los Países Bajos, Grecia y Polonia, para poder posicionarse también. En estos encuentros a puerta cerrada, Pedro Sánchez (del grupo socialista) tomó el mando de las negociaciones junto al primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis (del grupo popular).

Los dos principales representantes de Gobiernos ultraconservadores europeos, la italiana Giorgia Meloni y el húngaro Viktor Orbán, mostraron su descontento. «La voluntad de la gente se ha ignorado. El resultado de las elecciones europeas ha sido claro, los partidos de derechas son más fuertes mientras que la izquierda y los liberales pierden terreno», protestaba Orbán en X. Más discreta pero igual de enfadada estaba Meloni, que venía de organizar un G7 en Italia y vio cómo su peso en Europa, reforzado tras su victoria en las elecciones, quedaba a su juicio ninguneado.

Una avería en el Falcon retrasa el regreso de Sánchez

Pedro Sánchez se vio obligado a retrasar su regreso a España desde Bruselas por una avería en el avión Falcon de la Fuerza Aérea en el que iba a viajar. Según fuentes del Gobierno, la aeronave tuvo que retornar al aeropuerto de Bruselas unos minutos después de su despegue por un problema no especificado. Tras comprobar el alcance de la avería, se decidió enviar desde España otro Falcon para que recogiera al jefe del Ejecutivo, de modo que su vuelta a Madrid se demoró hasta la tarde.