Alla sufre cáncer de mama hereditario: «Todas las mujeres de la familia de mi madre lo habían padecido»

ENFERMEDADES

ANGEL MANSO

El estudio genético reveló que es portadora del BRCA1, por lo que se tendrá que extirpar mamas, ovarios y trompas uterinas para reducir el riesgo de recidiva y de padecer cáncer de ovarios

15 jun 2025 . Actualizado a las 20:14 h.

«Tengo 49 y hace un año me han descubierto un cáncer de mama», cuenta Alla. Su ginecólogo la tenía «fichada» desde hace un tiempo porque tenía antecedentes. Ella vive desde hace más de dos décadas en nuestro país, pero el resto de su familia reside en Ucrania. Recuerda la cita con el genetista en la que le pidieron hacer un árbol genealógico. «Me llevé una lista y esta impresiona. La familia de mi padre es muy pequeña y había mucho cáncer, pero no había de mama. Pero por parte de mi madre, todas las mujeres de su generación y las de mi abuelo materno lo padecían, de pecho», lamenta.

Por si todo esto fuese poco, su marido también había sufrido un tumor en el pulmón hace cuatro años. Eso sí, con muy buen pronóstico y «cogido a tiempo», solo necesitó cirugía. No fue el caso de Alla. Su periplo es un poco más complejo. A día de hoy lucha contra los efectos secundarios de la hormonoterapia y está pendiente de fechas para extirpación de mamas, ovarios y trompas como medidas preventivas.

«Por antecedentes sabía que iba a pasar, pero desconocía cuándo», dice. «Para mí la gran sorpresa fue tener que someterme a quimioterapia porque en principio el médico me dijo que solo iba haber operación y radioterapia». Sin embargo, el «oncotype» (prueba que analiza la actividad de 21 genes para identificar riesgo de recurrencia) reveló un valor muy alto de recidiva. «Ahí sí que me llevé un disgusto». Pero la llevó muy bien: «Anímicamente y físicamente. Siempre digo que ojalá otros la pasaran como yo».

Cirugía, quimio, radio y ahora, hormonoterapia. «Una pastilla durante cinco años, diaria. Y con lo pequeñita que es, la llevo muy mal». Después de unos meses tomándola, confiesa que le duele todo el cuerpo. «Es como una especie de artrosis. Tengo el brazo atado porque si no, me resulta imposible. Las manos las tengo inflamadas. Me duelen mucho las rodillas. No puedo hacer nada», narra.

Eso fue lo que la llevó a llamar a la puerta de Ainhoa Carrasco, psicóloga en la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). «No podía luchar más. Tenía pensamientos suicidas. Quería quitarme la vida. Pero me gustó lo que me dijo ese día —dice, girándose hacia ella—: ‘‘No deseas acabar con tu vida, sino con el dolor''. Fue ahí cuando me di cuenta de que tenía toda la razón».

En este punto de la conversación, Carrasco interviene para hacer una apreciación: «El tratamiento hormonal es muy desconocido. Es la última parte y la gente suele pensar que la paciente ya se encuentra bien, cuando pueden estar fatal, como ella». Alla reconoce que «cuesta creerlo porque físicamente se te ve muy bien», señalando su pelo incipiente, «pero me preocupa porque no sé si este dolor va a mejorar o empeorar».

La atención que brinda la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) es totalmente gratuita. El teléfono de contacto es 900 100 036, está disponible las 24 horas y los 365 días del año.

ANGEL MANSO

Portadora del BRCA1

Hace un mes llegó el resultado del test genético. Es portadora del BRCA1. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), aproximadamente un 7 % de los cánceres de mama y de un 11 a un 15 % de los cánceres de ovario se consideran hereditarios, debido a una mutación genética heredada de uno de los padres. BRCA1 y BRCA2 son los genes que se asocian con una mayor proporción de casos al cáncer de mama y ovario hereditario.

Alla tiene que someterse a la extirpación de mamas, ovarios y trompas de Falopio para reducir el riesgo de recidiva y de padecer cáncer de ovarios. «No me lo esperaba, pero cuando me lo dijeron me acordé de mis dos tías, una de ellas segunda, que tuvieron cáncer de pecho y a los cinco años, de ovarios. Por eso dije: ‘‘Pues adelante''».

Dice afrontarlo con sentimientos contradictorios. «Por un lado, otra cirugía más, o las que sean. Sé que el posoperatorio de pecho puede ser duro. Pero también me da seguridad quitarme ese tejido, para seguir adelante». Alla incluso bromea con la situación: «No me da miedo porque siempre digo que voy a vivir una segunda juventud (ríe)».

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.