Tomé comunica a la Xunta que Monforte irá a los tribunales si no hay respuesta
29 jul 2022 . Actualizado a las 19:07 h.El Ayuntamiento de Monforte recela del silencio de la Xunta de Galicia en lo relativo a la resolución del problema de lindes entre este municipio y Sober que se plantea en terrenos del polígono industrial de O Reboredo. Desde junio del 2018, no se produce avance alguno en el expediente que deberá determinar si una parte de ese parque empresarial monfortino pertenece en realidad a Sober. El alcalde de Monforte, José Tomé, entiende que llegó la hora de mover ficha para zanjar definitivamente esta vieja disputa. «Non vaia ser que nos afecte nalgunha decisión sobre o polígono, relacionada coa implantación dalgunha empresa», apunta Tomé.
A propuesta del equipo de gobierno, el pleno acordó requerir al Gobierno gallego para que «cumpra coa obriga de resolver o expediente». «De persistir a actual situación de paralización, o Concello de Monforte verase obrigado ao exercicio das accións xudiciais, de calquera orde, que lle sexan convenientes ao seu dereito», señala el texto que se aprobó por unanimidad. El procedimiento de deslinde se inició en el 2013 y desde el verano del 2018 la Xunta cuenta con los informes preceptivos del Instituto Geográfico Nacional y de la Diputación de Lugo. Según el Ayuntamiento de Monforte, ambos informes son claramente favorables a sus intereses.
La falta de avances en la resolución del expediente incide por partida doble al polígono de O Reboredo. Por un lado, condiciona el proyecto de ampliación de 275.000 metros de suelo industrial en la parte sur del parque empresarial, que el alcalde expuso en marzo de este año al director gerente de la Entidad Publica Empresarial de Suelo. El problema de lindes, por otra parte, afecta además a los planes de empresas que adquirieron terrenos en la última fase de la zona urbanizada. Sober reclama como suyos esos terrenos desde que se ejecutaron las obras, hace ahora más de veinte años.
Cobrar las licencias
Si el expediente de deslinde le diese la razón a Sober, empresas como la multinacional farmacéutica Indukern —que en junio del 2021 adquirió 20.000 metros en O Reboredo— tributarían en ese municipio y no en Monforte. Tomé se refirió a esa hipotética situación en el pleno en el que se acordó requerir a la Xunta. «Monforte —dijo— non lle vai dar os servizos se vai cobrar as licencias Sober, sería absurdo». «O que queremos é que a Xunta resolva, incluso se é en sentido negativo, porque así poderíamos recorrer. O que non podemos é seguir no limbo», señala.
Las obras de la última fase del polígono de O Reboredo se realizaron pese a las diferencias con los vecinos de la parroquia de Neiras, perteneciente al municipio de Sober. El Ayuntamiento del Monforte negoció con ellos en un primer momento la compra de los terrenos en litigio, pero los propietarios rechazaron la oferta en una asamblea celebrada en septiembre de 1996.
Un último paso pendiente antes de tomar la decisión
El acuerdo adoptado por el pleno y que será remitido a la Xunta emplaza a la Dirección Xeral de Administración local para que informe «sobre a situación na que se atopa o expediente de deslinde dos termos municipais de Monforte e Sober e os motivos polos que se encontra paralizado». La documentación debería haber ser sido remitida a la Comisión Galega de Delimitación Territorial para que, previo informe de este organismo, el conselleiro de Presidencia formulase una propuesta de resolución que tendría que ser ratificada por el Consello de la Xunta.
«Unha cousa é agardar uns meses e outra que pasen catro ou cinco anos sen que se mova nada», dice Tomé. El equipo de gobierno monfortino sugiere que la paralización del expediente podría deberse a los problemas que plantearía una decisión contraria a los intereses de Sober en el planeamiento urbanístico aprobado en ese municipio.
Callada por respuesta
El plan general de ordenación municipal de Sober incluye dentro de la delimitación de ese concello alrededor de cuatro hectáreas de terreno situado en el polígono industrial de O Reboredo. Monforte presentó una alegación, en la fase de exposición pública de ese documento, que no llegó a ser contestada. Pese a esta circunstancia, que Tomé considera irregular, la Xunta dio visto bueno al plan de Sober.