El director general de Agricultura de la Comisión Europea propuso que el campus de Lugo oferte formación a ganaderos
10 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El salón de actos de la Escola Politécnica de Lugo se llenó ayer para escuchar al director general de Agricultura de la Comisión Europea, el chantadino José Manuel Silva Rodríguez, que expuso las líneas que seguirá la política agrícola común después de la reforma del 2013. Lo hizo en un acto en el que estuvo acompañado por el rector de la Universidade de Santiago, Juan Casares Long; el vicerrector adjunto de Investigación, Pablo Ramil, y el director de la Politécnica, Javier Bueno.
Silva Rodríguez explicó que en estos momentos se está elaborando la propuesta de reforma agraria que se decidirá en el 2013. Señaló que son tres los objetivos principales que tiene esta reforma: producir más alimentos, «pois o agro está sendo un elemento escaso para un mundo cada vez máis poboado, con máis necesidades de alimentos»; mejorar la producción, e incorporara las nuevas tecnologías y la innovación a la agricultura.
Para poner en marcha estos objetivos, proponen diferentes directrices. Por un lado, una transferencia de conocimientos: «Temos que levar a universidade ao campo. Os actores do mundo rural e da investigación teñen que traballar o máis cerca posible», cuenta Silva. Entre las acciones que se pueden llevar a cabo para lograrlo, Silva propone, por ejemplo, que el campus lucense oferte cursos formativos para los ganaderos de la zona. Además, hizo una mención especial al asunto de los biocarburantes: «Non se deberían facer con alimentos, como millo, senón utilizar alternativas como residuos forestais».
También, refiriéndose al caso concreto de Lugo o Galicia, Silva afirmó que la ganadería gallega es muy dependiente de productos del exterior: «Galicia ten unha gandería moi produtiva, pero desvinculada da produción agrícola que hai. O campo galego ten que producir máis e mellores forraxes para a gandería».
Subvenciones comunitarias
Otra de las medidas que pretenden incluir en la reforma agraria es el reequilibrio de las ayudas comunitarias. Según explicó Silva, Galicia saldría beneficiada con esta medida, pues es una de las comunidades autónomas con los derechos históricos más bajos, frente a otras, como Andalucía, que los tiene mucho más elevados en la actualidad. En este sentido, también se establecerá el llamado caping, es decir, limitar las subvenciones a una cantidad máxima por explotación, algo que no afecta a Galicia. El dinero que se ahorre, proponen destinarlo a la puesta en marcha de un fondo tecnológico del mundo rural.
También se pretende poner en funcionamiento el llamado greening de la política agrícola, esto es, conseguir que los pagos estén vinculados al respeto medioambiental y a prácticas que cumplan con eso, como la rotación de cultivos o los pastos permanentes. Además, promocionarán los productos agrarios y habrá una atención especial a los pequeños productores.
Por otra parte, intentarán que la población agraria tenga mayor formación financiada y que mejore la posición de los productores en el mundo de la comercialización, a través, sobre todo, del cooperativismo y agrupación de productores.
«O campo galego ten que producir máis e mellores forraxes para a gandeiría»
«O agro é escaso para un mundo máis poboado, con máis necesidades de alimentos»