En tres días dieron el palo en doce coches aparcados en distintas zonas de la ciudad, según cree el fiscal. El método utilizado era siempre el mismo, rotura de una de las ventanillas. Se llevaron gran cantidad de efectos y ahora se enfrentan a una pena conjunta de ocho años de prisión. Se trata de tres jóvenes que supuestamente formaban parte de una banda de revienta coches. El juicio debía celebrarse ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Lugo, sin embargo tuvo que suspenderse porque uno de los acusados no se presentó. Casi una veintena de testigos, entre los que estaban los perjudicados y varios policías, quedaron tirados.
Uno de los acusados es de origen lituano y los otros dos son españoles. El fiscal considera que sobre las doce y media de la madrugada del 16 de enero de 2011 acudieron a la calle Poeta Ramón Cabanillas y rompieron una de las ventanillas de un turismo del que se apoderaron de unas gafas y un portacedés.Esa noche continuaron la ronda. Sobre las tres se fueron a la calle de la Diputación y dieron el palo a seis vehículos a los que rompieron sus ventanillas delanteras para poder entrar.
En un caso robaron la documentación que posteriormente fue recuperada. De otro también se llevaron documentos y un radiocasete, que también consiguió recuperar su propietario. De otro, también hurtaron documentos y un Ipod, así como también dinero.
A otro de los vehículos le rompieron dos ventanillas para llevarse unas botas de agua que también llegaron a ser entregadas a su dueño una vez desarticulado el grupo.
De acuerdo con lo expuesto por el fiscal, supuestamente volvieron a robar en la madrugada del 19 de enero de 2011. Esta vez actuaron en las calles Camiño Real, Pintor Villamil, Tui, Manuel Murguía, Río Sil y Pombal. El método empleado fue el mismo que en las dos ocasiones anteriores. En estos casos sustrajeron diverso material entre el que figuraba una nevera portátil, ropa, un GPS, una mochila y una cámara fotográfica. En prácticamente todos los casos, los propietarios consiguieron la recuperación de los efectos. En esta segunda tanda de robos, no se llevaron nada del interior de varios vehículos a los que, sin embargo, dejaron con cuantiosos daños que en muchos casos fueron satisfechos a sus propietarios por parte de las compañías aseguradoras.
Todos los imputados ingresaron en prisión tras ser detenidos. Quedaron todos ellos en libertad después de permanecer varias semanas. La vista, tras la suspensión de ayer quedó pospuesta para el 15 de enero, a partir de las nueve y media.