Tras esto, ambas versiones coinciden en que el acusado huyó del lugar y se topó con la policía. Fue arrestado por la pelea y trasladado al PAC de Viveiro, debido a que él también había resultado herido. Llegó al centro médico pasadas las seis de la mañana. Una vez allí, se mostró «violento y agresivo» con el personal, «tirando el instrumental médico al suelo» y dificultando la asistencia médica. Además, insultó a la doctora que lo trató, con la intención de «vejarla y amedrentarla por su condición de mujer y de persona originaria de otro país». La facultativa se mostró parte y reclamó una indemnización. En el juicio, el acusado afirmó que «no actué bien», y dijo que fue a disculparse con la doctora posteriormente.
Los policías que intervinieron en su detención y en su traslado al PAC ratificaron sus informes durante el juicio. Uno de ellos afirmó que, en el momento del arresto, el hombre se encontraba en un estado de «gran nerviosismo y agitación», y que presentaba heridas superficiales.